Epílogo alternativo - Por la que amo

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"Señor. Las horas de visita ya se acabaron".

Lentamente, el hombre miró a la enfermera. Ella era joven, tal vez de dieciocho o diecinueve, ya no más una niña, pero apenas una mujer adulta. Tenía una linda sonrisa y una cara inocente. El hombre tal vez la hubiera encontrado atractiva en un pasado casi olvidado.

La enfermera, una chica llamada Lily, trató de no temblar mientras el hombre la observaba, antes de empujar sus lentes de vuelta sobre el puente de su nariz. Ella realmente no podía explicarlo, pero el hombre le daba escalofríos. Era bien parecido. No muy viejo, mucho de treinta. Un rostro al parecer suave. Su cabello oscuro estaba amarrado en una corta cola de caballo y no parecía haberse afeitado en los últimos pocos días, lo cual de hecho lo hacía más o menos atractivo. Sin embargo, había algo oscuro en él, y no era sólo el uniforme negro de NERV. Si mirabas con bastante cuidado a través de los cristales teñidos de los lentes que usaba, podías ver los obsesionados ojos oscuros.

"Ya veo. No me había dado cuenta de que era tan tarde".

Lily dejó escapar un pequeño suspiro de alivio mientras el hombre se daba la vuelta para mirar a la mujer que yacía en la cama. A pesar del hecho de que se vio un poco flaca y estaba muy pálida por años de institucionalización, ella tenía que admitir que la mujer era muy hermosa. Sólo había estado trabajando en esta clínica por una semana y ya este paciente era su favorito. Tal vez era el largo cabello rojo que le grababa tanto a su ex novia.

El hombre se inclinó sobre la mujer dormida y le dio un leve beso en los labios. Luego miró a la enfermera quien se encontró ante el hecho de ver al hombre sonreír.

"Pronto, Asuka-chan. Muy pronto. Sólo se paciente por otro poco".

El hombre luego recogió una chaqueta negra y salió fuera del cuarto.

"Qué hombre tan extraño", pensó la enfermera.

Este pensamiento no la dejó por unas pocas horas y lo expresó a su colega, Tanya. Le gustó mucho Tanya y siempre compartió sus pensamientos con ella. Tanya había sido una gran ayuda en acostumbrarse a este lugar. Que mal que ella ya tenia un novio...

"Te acostumbrarás", le respondió Tanya, sorbiendo lentamente su taza de café. "He estado trabajando en éste lugar por más de diez años y no puedo recordar un único día en el que éste hombre no haya visitado a la paciente de la habitación cuarenta y dos. Creo que era su prometida o algo".

Diez años. Tal vez más de diez años. Él la había visitado todos los días. De repente, la opinión de Lily sobre el hombre se volvió mucho más positiva. Un hombre tan enamorado no podia ser malo...

El Comandante Supremo de NERV estaba parado en una plataforma observando al Evangelion y miraba fijamente a los ojos amarillos de la Unidad-01. Pronto, todo daría frutos y su meta estaría dentro de su alcance. Adán y Lilith ya no existían, pero la Unidad-01, hija de Lilith, aún existían así como lo hacían los otros Evangelions.

"Comandante".

El Comandante empujó de vuelta sus lentes sobre el puente de su nariz y miró a la recién llegada, una mujer en sus cuarentas, con cabello rubio y utilizando una bata de laboratorio.

"Doctora Ibuki".

"Dejé los reportes de hoy en su escritorio".

"Ya veo. La noticia de hoy no menciona una catástrofe en China, así que asumo que la activación de la Unidad Beta-02 fue un éxito".

"Sí señor. Aunque el radio de sonido con la cabina de IA no fue de más del diez por ciento, como se esperaba, la unidad se activó con éxito".

El Comandante asintió.

"Bien. Un fiasco como el intento de activación en París habría sido un dolor de cabeza. No puedo permitir que otra Unidad vuele. Ya hemos sufrido retrasos inaceptables. Tuvimos suerte de que la eliminación de París en la explosión borrara todas las pistas del experimento . No me gusta confiar en la suerte".

Hubo un largo momento de silencio, mientras dos caras sin emociones se miraban fijamente la una a la otra.

"¿Cómo fue el experimento de hoy del sistema sustituto?" el Comandante finalmente preguntó.

"Otro fracaso. Como el intento anterior, el clon perdió cohesión y se disolvió en el LCL. Determiné sin embargo que nuestro LCL sintético es la causa del problema".

El Comandante frunció el ceño. Esas no eran buenas noticias.

"¿Soluciones a ese problema?"

"Necesitaré rediseñar la fórmula de LCL".

"Ya veo. Así que quieres llevar a cabo otro resecuenciamiento genético en Rei".

"Si".

"Ella casi murió en el último intento. ¿Vivirá a través de esta operación?"

"Eso creo. Sin embargo, dudo que ella sea capaz de funcionar por su cuenta después de éste procedimiento, mucho menos pensar por sí mismo".

"Irrelevante. Puedes proceder".

"Eres tan frío, Shinji".

"No más que tú, Maya".

"La amaste una vez".

Shinji suspiró. Maya siempre había sido una tonta sentimental.

"Lo hice. Pero todo eso está en el pasado".

"¿Entonces por qué no te puedes olvidar de Asuka?"

"¿Por qué no puedes olvidarte a Ritsuko?"

La Doctora miro abajo. Ése nombre siempre tenía el efecto deseado en ella.

"Pronto nuestros planes darán frutos, y todo estará bien. Una vez que logremos la Instrumentalización, podrás estar con ella una vez más y Asuka y yo nos reuniremos".

La Doctora lo miró, con los ojos llenos de esperanza.

"Si..."

"Te veré más tarde esta noche en tu departamento".

"Sí señor".

El Comandante se fue. Todavía había mucho por hacer, tanto que le evitaba alcanzar su meta de reuniones con la mujer que amaba. Sin embargo, se encargaría de todos los obstáculos, y pronto... estarían juntos otra vez.

Lo que yo amo es... (Evangelion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora