Feliz

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Ya es tarde en la noche, pero no puedo dormir. Quizás sea el jetlag o lo mucho que extraño Corea del Sur en estos momentos. Salgo de la habitación con cuidado de no levantar a mis padres, y decido caminar hasta la playa. Una vez allí, me acuesto mirando las estrellas. En Corea por la contaminación no se pueden ver, pero aquí en Hawaii, el cielo está estrellado. Decido sacar el teléfono y llamar a la persona que he estado extrañando desde hace dos semanas.

Videollamada:

-Hola, bebé.- No saben cuanto extrañé esa voz y lo mucho que desearía que estuviese ahí a mi lado.

-Hola cariño. ¿Cómo está el bebé?-

-Hambriento como siempre.- contestó ella mientras bajaba el celular para que viera su barriga. Mel y yo nos habíamos casado hace un año y esta era la primera vez que nos separabamos en mucho tiempo. Desde que nos conocimos hacen 5 años, la distancia no había sido un factor. Ella era reportera, venía de vacaciones a Corea del Sur, pero se enamoró del país y este de ella. Consiguió un trabajo muy pronto y gracias a él, llegamos a conocernos. Ella era diferente a otros reporteros, buscaba preguntarnos solo de nuestro trabajo y nunca se interesaba por nuestras vidas privadas. Era amable y siempre estaba sonriendo. Empezamos siendo muy buenos amigos, pero los sentimientos fueron creciendo y ahora estamos aquí. Bueno, ella sigue en Corea porque el médico dijo que no podía viajar. Ah si, Mel está embarazada, tiene ya 4 meses. No quería estar lejos de ella, pero ya habíamos hecho el compromiso de los 4 conciertos y no era justo para los fans cancelar.

-Aww, mi bebito es como el tío Jin. Hablando de eso, ¿ya llegó?-

-Si, Tae, Jin vino tan rápido como llegó a Corea. No seas tan pesado, sé cuidarme sola.-

-Sé que sabes cuidarte sola, pero ahora es diferente. Tan solo desearía poder estar a tu lado.-

-Amor, sé que quieres estar aquí, pero no puedo permitir que te encierres. Sabes que tu mundo son las luces y los escenarios. Además, tu y tus padres merecían esas vacaciones. Por cierto, ¿cómo está Hawaii?- Cambié la cámara para enseñarle el hermoso cielo que nos estaba regalando está isla paradisíaca.

-Ayyy, que hermoso. Eso es lo más que extraño del occidente, poder ver las estrellas.-

-¿Alguna vez te arrepientes de haberte quedado en Corea?- Nunca se lo había preguntado, y creo que era esencial que se lo dijera. Si yo me la paso viajando y aun así extraño mi país, ella debe extrañar el suyo también.

-Nunca. Es verdad que a veces extraño a mi país y mi gente, pero eso se resuelve con un viaje. Sin embargo, mi hogar está aquí contigo y con nuestro futuro hijo. Aquí hice mi sueño realidad y conocí al amor de mi vida. No podría pedirle nada más a la vida.- dijo ella y sus ojos le brillaban mientras lo decía.

-Y tu Tae, ¿te arrepientes de algo?- Nadie nunca me había preguntado eso, aunque si me había imaginado muchas veces un escenario en el que no fuese parte de BTS ni hubiese conocido a los chicos, y la verdad es que no imagino una vida así. Ellos no son solo mis compañeros de trabajo, sino que son mi familia y no los cambiaría por nada.

-No me arrepiento de ninguna de mis decisiones porque estas me llevaron a ti y a conocer a los chicos. Así que no hay arrepentimientos, porque encontré mi felicidad.- En eso se escuchó el sonido del timbre de la puerta.

-Jin puedes ver quien es, estoy hablando con Tae.-

-¿Esperabas a alguien?-

-No, solo a Jin y ya había llegado.- De pronto, apareció Jimin por la entrada de la habitación.

-¿Jimin? ¿Qué haces ahí?- dije sorprendido.

-Jin me había dicho que venia a cuidar a Mel mientras regresabas y decidí darme la vuelta a ver si mi cuñada y futuro sobrino o sobrina necesitaba algo.-

-Ay, Jimin, gracias por cuidar de ella.-

-No tienes que agradecer Tae, somos familia.- Con eso se despidió de mi y se fue de la habitación.

-Tae vuelve a dormir que haya es tarde. Saranghaeyo.- dijo Mel despidiéndose.

-Saranghe. Pronto iré para haya, nos vemos.-

La llamada terminó y decidí darle un vistazo al chat grupal. No había mensajes por lo que decidí dejarles uno: Goma woyo, hyungs, por toda su ayuda con Mel. De pronto, comenzaron a llegar mensajes.

Jin: Más te vale que yo sea el padrino.

Nam: Ya la visitaré cuando llegue.

Jimin: Yo seré el padrino porque somos soulmates, ¿no lees Twitter, Jin?

Jungkook: Yo seré el tío cool.

Hobi: Yo le enseñaré a bailar.

Yoongi: le compraré su primer instrumento musical.

Jajajaja, siempre ha sido así en esta familia, seremos locos, pero siempre nos apoyamos.

One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora