Te amo ❤

47 1 2
                                    

Llegamos tarde a casa y los niños los estaba cuidando la mamá de Tae. Hoy era nuestro quinto aniversario de bodas y habíamos decidido salir a comer y ver una película. Él fue a darse una ducha mientras yo llamaba para ver como estaban los niños. Cuando él salió, fui a darme una ducha. La verdad es que estábamos cansados. Yo con el trabajo y él con el suyo, además de la casa y los niños. Cuando entré a la habitación la luz ya estaba apagada, solo estaba encendida la de la mesita de noche del lado de Tae. Él parecía estar durmiendo así que me deslicé en las sábanas y me quedé mirándolo. Entonces, sonrío y abrió sus ojos. Nos quedamos mirándonos el uno al otro hasta que decidí hablar.

-¿Te arrepientes de todo esto?-la pregunta lo tomó por sopresa y se puso algo enojado.

-¿A qué te refieres?- contestó con un poco de incomodes.

-No te lo tomes a mal, pero me pregunto si hubieses tenido la oportunidad de cambiar algo, si lo harias.- Él me miró en silencio por un segundo antes de responder.

-No, no hubiese cambiado ni por un segundo ninguna de mis decisiones. Esas decisiones buenas o malas, me llevaron a ti y a esta hermosa familia que hemos creado. Ni por un segundo vuelvas a pensar algo así. Tu y los niños son el mejor regalo que la vida me ha dado y no los cambiaría por nada.- no pude evitar sonreír y darle un corto beso en los labios, a lo que él no pudo evitar reír.

-¿Cuándo supiste que me amabas?-Siempre había tenido curiosidad por saber esa respuesta.

-¿Recuerdas ese día que no podías ir al concierto porque tenías que trabajar tarde, y era mi cumpleaños? Estaba tan triste porque no íbamos a estar juntos, y tuve que obligarme a sonreír por las fans. Pero, luego se acabó el concierto y ahí estabas en el camerino con un montón de decoraciones y un pastel. Los chicos y tu me habían engañado para hacerme una fiesta sorpresa. Ese día supe que te amaba y que no había vuelta atrás. Desde ahí supe que eras la mujer con la que quería pasar el resto de mi vida. La mujer más considerada, cariñosa, amable, hermosa y traviesa de este mundo. Y lo mejor es que eras mía y aun lo sigues siendo.-

-Te amo.- Le dije porque fue lo que sentí en ese momento. Tampoco cambiaría nada de lo que hice en el pasado porque me llevó hasta este hombre, esposo y padre maravilloso. Han pasado diez años desde que nos conocimos y cinco de matrimonio, y aún sigo igual de enamorada que aquel día que lo vi en la cafetería. Aún se me detiene el pulso cuando me sonríe y siento mariposas cada vez que me besa. Si es posible, creo que cada día que paso junto a él, me enamoro más de él.

-Yo también te amo.- Respondió él mientras me acercaba a sí, y me plantaba un beso en la cabeza. Él rodeó mi cintura con sus brazos, yo escondí mi rostro en su pecho, y así nos quedamos dormidos.

One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora