El Expreso de Hogwarts estaba repleto de alumnos deseosos de llegar a casa para pasar las fiestas decembrinas en compañía de sus familiares, pero ese no era el caso de Eva, quien enfundada en un pantalón negro, suéter azul oscuro, botines negros y una gabardina café oscuro, se dirigió hasta el último compartimiento del vagón de Slytherin, conocedora de que todos ya estaban dentro de sus compartimientos y nadie la vería.
Rapidamente identifico el compartimiento y abrió la puerta de golpe. Tom Ryddle levantó la vista de su libro, para enarcar una ceja hacía Eva, quien asintió a modo de saludo.
—Buenos días, ¿Puedo sentarme, mi señor?—pregunto Eva en tono suave.
—Pasa, Eva.—respondió Tom.
La joven se adentró en el compartimiento y con un movimiento de varita, hizo levitar su baúl hasta colocarlo en la repisa correspondiente. Se sentó frente a Tom, quitándose la gabardina en el proceso y ambos se miraron a los ojos. No se habían visto desde anoche, cuando el muchacho la había dejado en la Sala de Menesteres, desnuda y callada, donde ella lloró hasta que no pudo expulsar ni una lagrima más.
—¿Qué haces aquí?—cuestionó Tom.
—He venido para acompañarlo en su viaje, mi señor.—respondió Eva.
—¿No se supone que irías con tu familia como todos los años?
—No hay nada más importante que mis responsabilidades como su pareja, mi señor.—aseguró Eva sin tartamudear y un brillo de satisfacción corrió por los ojos de Tom.
—Muy atento de tu parte, pero no es buena idea. Lo hare solo.—dijo Tom con indiferencia.
—No importa lo que pase, lo seguiré a donde sea.—afirmó Eva.— y-yo...—carraspeó—quizá pueda serle útil en algo. No es conveniente que usted este solo y se supone que ese es mi trabajo, acompañarlo y aconsejarlo lo más posible.
Sacó un libro de su bolso y comenzó a leer, ignorando la penetrante mirada de Tom sobre su persona. La joven Rosier ciertamente estaba volviéndose bastante útil para él, era muy bella, muy educada, estaba aprendiendo a ser firme en sus palabras y no era tonta. La idea de viajar acompañado no le agradaba mucho, pero consideró que la muchacha tenía razón, despues de todo, si no fuera por Theodore, nunca habría llegado hasta donde esta, pero tampoco lo diría jamás en voz alta.
Ciertamente Tom Ryddle tenía el encanto, la apariencia, la inteligencia, la destreza y la astucia para poder hacerse con el mundo mágico sin ayuda, pero incluso el admitía que la arrogancia podía llevarlo a la perdición. Al final, optó por volver a leer su libro y con magia cerro la puerta para que nadie más entrara. No le convenía que lo vieran con Eva.
En un principio, Tom se había enfadado cuando la chica le pidió que de favor mantuvieran su relación en secreto. No es como que el quisiera ir pavoneándose con la chica, no, Eva Rosier lo tenía sin cuidado, ella simplemente era alguien que le servía para conseguir sus objetivos, pero el hacerlo público haría que nadie fuera tan idiota como para querer sobrepasarse con su mujer, pues ella era solo suya.
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Dark Lady [Tom Ryddle]
Fanfiction"Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer" Tom Ryddle x Oc Fem. Hermosa portada hecha por @HyunJack