𝐂𝐢𝐠𝐚𝐫𝐞𝐭𝐭𝐞𝐬 ||reddie

ʙᴀᴄᴋ ᴛᴏ ʀᴇᴀʟɪᴛʏ 🚬

Los pies de Eddie se movían con rapidez bajando las escaleras, sujetándose del barandal para no caer, unos segundos después de haber escuchado a Richie sonar el claxon dos veces.

—¿Eddie, a dónde vas? son las nueve de la mañana.

—A desayunar con Richie. Regreso mas tarde.

—¿Con el permiso de quién, Edward?

Eddie suspiró con pesadez.

—No necesito permiso para salir a comer con mi...

—¿Tu qué, Eddie?

—...No es como si no ya lo supieras.

—Dímelo.

—Mi novio— musitó de manera casi inaudible.

—¿Huh? repítelo. Habla claro que no puedo escucharte.

—¡Mi novio, mamá!, ¡Mi novio!, ¿contenta?— una lagrima rodó por su mejilla derecha— y ya no quiero hablar de esto contigo—. Lloriqueó antes de limpiarse la cara con la manga de su sudadera, y tomó del perchero a un costado de la puerta un beanie amarillo antes de salir por esta misma.

Bajó los tres escalones del pórtico a paso rápido, y de igual manera entró al coche, donde Richie lo esperaba con una cálida sonrisa.

—¡Qué tal, niño lindo!, ¿qué con tu gorrito amarillo pollo? —. Saludó, y un segundo después, besó su mejilla.

—Hola— respondió, esperando que sus ojos no se vieran llorosos. Y aunque no era así, Richie notó algo extraño.

—...¿Estás bien?, te ves raro— inclinó su cabeza hasta que esta quedara bajo la mirada de Eddie, haciéndolo sonreír al instante.

—Me grité con mi madre antes de salir, es todo—. Respondió con tranquilidad, sintiendo que podía respirar mejor dentro de aquel coche con Richie, que en su propia casa.

—La vieja gorda te amargó la mañana, ¿eh?— se estiró hacia Eddie, y besó su mejilla con cariño y una sonrisa varias veces, provocándole al castaño mariposas en su estómago—. Ya pasó, no te pongas mal, ¿si?, ¿qué tal si después de desayunar te llevo a cualquier otro lado y así te distraes un rato? entre menos tiempo pases en esa casa, mejor, Eds.

Eddie asintió, enternecido.

—Mhm, suena bien.

—Oki doki, eduardo— volvió a enderezarse en su asiento, y antes de arrancar, puso su brazo en el apoyabrazos—. Mano— dijo extendiendo esta misma, en señal para que Eddie la tomara.

—No deberías manejar con una sola mano, Rich.

—No arrancaré hasta que la tomes.

Eddie rodó los ojos y bufó. Sin quejarse más, entrelazó sus dedos con los de Tozier gustoso.

—¿Feliz?

—Como lombriz, Kaspbrak.

—Oh, y no vuelvas a decir que mi gorro es amarillo pollo. Es amarillo cromo... el amarillo pollo ni siquiera es un color real.