🚬More than just kisses

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Tw: contenido ligeramente explícito.
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—Hogar, dulce hogar, enano. ¿Nos vemos mañana?— dijo Tozier parado en el pórtico de la casa de Eddie. Le entregó a este último una bolsita de linda de linda presentación— por cierto, mi mamá preparó esto para Sonia, entrégaselo ¿si?

—Tenemos que, tonto, mañana es lunes— dijo con obviedad, y tomó la bolsa que Richie le estaba dando y se disponía a agradecerle antes de que Richie lo interrumpiera.

—¡Mierda, es cierto!— sonrió, dándole sacudidas a Eddie tomándolo por los hombros—...¡Tu prueba de football! ¿estás emocionado?

—Mhmm... más como que con el estómago revuelto.

Richie rió con suavidad.

—Tranquilo. Vas a entrar, ya verás. Te has has esforzado mucho.

—Gracias, Rich— abrazó a Richie por el torso, su cabeza quedando justo debajo del mentón de Tozier. Es como si cada que Eddie crecía un centímetro , Richie creciera cinco. El más alto rodeó el frío cuerpo de Eddie con sus brazos, y besó la cabellera castaña del mismo.

—De nada, Eddie spaghetti— comenzó a balancearse de un lado a otro, aún sujetando a Kaspbrak, manteniéndose en dicha posición unos cuántos segundos más antes de volver a hablar—. Diviértete hablando con tu mami— vaciló.

—No me recuerdes eso— mantenía sus ojos cerrados y los párpados relajados al tiempo que aspiraba el perfume de la camisa de Richie. Si pudiera quedarse en ese momento para la eternidad, lo haría.

De vez en cuando Eddie desearía poder tener la habilidad de saltar en el tiempo, y darle 'omitir' a las partes incómodas o tediosas de su vida; tales como el recorrido que hacía casi a diario de la puerta de entrada a su dormitorio y sentía la mirada de Sonia sobre él, los exámenes, esa parte de su fiesta donde le cantaban 'feliz cumpleaños', o en este caso, una charla madre-hijo con Sonia Kaspbrak.

—Diga lo que te diga, sea bueno o malo, llámame y cuéntame ¿vale?— habló con calma, apretando su cuerpo contra el de Eddie en el largo abrazo. 

—Okay, luego te marco— dio un beso en la mejilla del azabache a modo de despedida—. Te amo, Rich.

—Y yo te amo un montón, Eddie.

Unos cuántos mimos después, Eddie finalmente entró a su casa.

"Llegas temprano" dijo Sonia cuando la figura nerviosa de Eddie se adentró en la cocina. Ella recalentaba comida del día anterior.

Era cierto, estaba en casa una hora antes de la acordada. Había un par de platos puestos sobre la mesa, acompañados de sus respectivos cubiertos. Olía a lasaña, él adoraba la lasaña.

—Ajá... Richie insistió en traerme antes— dijo, restándole importancia—...¿es lasaña?... lo que hay en el micro.

—Sí, ¿te sirvo un plato?

Eddie asintió con un pequeño "Mhm" y jaló una silla para sentarse. El silencio era grande, podía escuchar el reloj de pared hacer "tick, tick, tick, tick" a cada segundo. Le sudaban las manos, se sentía nervioso, muy nervioso, y podía jurar que Sonia era capaz de leerle la mente, como si fuera un libro abierto; no quería que aquello se desarrollara en otra pelea y terminara con él llorando en su habitación hasta que cayera dormido.

—Aquí tienes— puso el plato frente a Eddie. La comida humeaba y el joven tomó el tenedor a su derecha para comenzar a comer.

—Gracias—. Intentó controlar su voz temblorosa.

𝐂𝐢𝐠𝐚𝐫𝐞𝐭𝐭𝐞𝐬 ||reddie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora