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Poppy se fue después de la comida con Anna cuando aún faltaban veinte minutos para que acabase su descanso. La pelinegra salió de la cafetería y subió a la sala de reuniones para asegurarse de que todo estaba listo para cuando sus jefes subiesen.
Después de revisar una vez más los guiones Anna decidió volver al despacho donde ahora trabajaba y se sentó en uno de los sillones que había en el despacho de James. Sabía que quedaba poco tiempo para empezar a trabajar de nuevo así que se permitió descansar en silencio durante unos minutos. Se dedicó a observar con atención los rincones de aquel lugar.
Todo lo que había en aquella sala decía riqueza a gritos, desde el escritorio de madera maciza teñido, las sillas de colección, los sillones, las altas estanterías... La paleta de colores en la que predominaba el negro, blanco y azul hacía ver el despacho como si fuese una sala de exposición de lujo.
Anna subió sus piernas a uno de los reposabrazos dejando que sus piernas colgasen por el lateral del sillón, y se acostó después de espaldas sobre el resto de los asientos. Se quitó las gafas y las dejó sobre el sillón.
En realidad las usaba para protegerse de las pantallas que usaba a menudo porque por suerte no tenía nada más que algo de miopía, pero podía ver a la perfección sin ellas.
Anna se quedó mirando al techo de la sala, sintiendo como poco a poco sus párpados pesaban cada vez más, algo que le pasaba siempre después de comer. A pesar de las ganas que tenía de dormirse se obligó a mantener los ojos abiertos porque sería muy poco profesional dormirse en el despacho de su propio jefe.
La chica estaba muy relajada hasta que escuchó el sonido de la puerta del despacho abrirse sin previo aviso.
"¿Anna?", preguntó James viendo como la chica se levantaba con rapidez del sillón, procurando que sus movimientos no mostrasen lo que llevaba bajo aquella falda verde.
"Sr. Barnes", contestó ella colocando su pelo detrás de su oreja mientras veía como James la miraba con una pequeña sonrisa y una ceja alzada ligeramente. "L-lo siento, necesitaba descansar un poco y creía que estaría sola- Pero ahora mismo iba a bajar a la sala de reuniones", añadió hablando avergonzada.
James sonrió ante la imagen de la muchacha, sobre todo ante el recuerdo de como su top blanco se había subido unos centímetros al levantarse dejándole ver parte de su abdomen. Caminó hasta su escritorio para buscar algo en uno de los cajones.
"No te preocupes", contestó aún divertido. "No sería la primera vez que alguien se duerme una siesta ahí", añadió refiriéndose a él mismo, indirecta que Anna entendió y consiguió arrancarle una tímida risa.
"¿Puedo preguntar quién estará en la reunión hoy?", dijo Anna acercándose al escritorio y sentándose en una de las sillas frente a James.
"Puedes preguntar lo que quieras", contestó él sin mirarla.
Los ojos marrones de Anna estaban clavados en el perfil de James, y en como su mandíbula estaba afilada en un visible ángulo recto. Los ojos azules de él contestaron a su mirada una vez encontró lo que estaba buscando.
"Estaremos Steve, Sam, Nova, tú y yo".
"¿El Sr. Wilson no tiene secretaria?", preguntó curiosa la chica. "He conocido a Nova pero a nadie más".
James notó la curiosidad en las palabras de la pelinegra y aunque no lo mostró exteriormente le gustó que ella comenzase a sentirse cómoda con él como para preguntarle más cosas. Lo único que aún no había conseguido es que lo llamase James.
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𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐥𝐨𝐯𝐞 » 𝐣𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐛𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬
Fanfiction𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙪𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙙𝙪𝙘𝙩𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙘𝙞𝙣𝙚 𝙨𝙚 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙞𝙙𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙣𝙪𝙚𝙫𝙖 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙖𝙧𝙞𝙖. "no quiero tu simpatía, pero es que no sabes lo que me haces.... oh, anna". "no creo que esto sea apropiad...