𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐥𝐨𝐯𝐞 » 𝐣𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐛𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬

capítulo 24

Anna tiró de las sábanas hacia arriba, intentando calentar la parte de sus mejillas que se había quedado fría durante la noche. Puede que dormir solo en ropa interior no hubiese sido la mejor opción cuando ya casi estaban entrando en septiembre.

Se quedó quieta unos segundos más pero no conseguía entrar en calor. La única parte de su cuerpo que estaba cálida era su espalda.... y en ese momento fue cuando su mente todavía adormilada entendió que si eso era así es porque James estaba abrazado a ella.

Una de las manos de él reposaba en el vientre de ella, y su otro brazo estaba bajo su cuello, sirviéndole como almohada. Podía sentir el aliento estable y lento de él en su nuca.

Anna estaba cómoda... y la realidad es que no quería levantarse pero se estaba quedando demasiado fría. Con cuidado y sin hacer demasiados movimientos bruscos se dio la vuelta. La mano que tenía en su vientre había quedado ahora en su cadera, y unos segundos después sus dedos se movieron en su piel provocando un escalofrío.

"Buenos días", dijo James con su voz grave y sus ojos aún cerrados.

"¿Te he despertado?", contestó ella con un tono suave. "Lo siento", añadió arrancando una pequeña sonrisa en él. James tiró de su cuerpo acercándola a él para después dejar un beso en su hombro. Anna sonrió involuntariamente por aquel gesto.

La pelinegra subió su mano a la mejilla de él para acariciarla. No tenía ni idea de por qué lo había hecho, pero en aquel momento parecía lo correcto.

"Tienes las manos frías", contestó él adormecido. Anna dejó salir una pequeña risa mientras deslizaba su mano lentamente por su mejilla ignorando su comentario.

"Lo sé", contestó mientras pasaba sus dedos por el pelo de él después.

"Mmmm", dijo mientras abría sus ojos por primera vez en todo el día. "¿Te he quitado las sábanas?", añadió apretando el agarre en su cadera.

"No", contestó Anna. "Creo que voy a ir a darme una ducha para entrar en calor".

James negó con su cabeza mientras intentaba esconder su cara en el cuello de ella. "Es temprano todavía".

"Son casi las nueve de la mañana", dijo ella mientras abrazaba su cuello.

Aunque sus palabras dejaban claro que Anna tenía en mente levantarse sus acciones decían totalmente lo contrario. Hacía años que no se sentía así, años que no sentía la necesidad de estar todo el día en la cama con otra persona ignorando el mundo exterior. Cualquier cosa con James se volvía especial y eso era uno de los motivos que más la motivaban a pasar tiempo con él.

"Es domingo", dijo él para convencerla. "Si quieres entrar en calor puedo ayudarte".

"¿Cómo?", preguntó ella sonriendo.

James comenzó a mover sus manos por la espalda de ella para crear fricción y conseguir que su piel se calentase. Anna dejó escapar una pequeña risa mientras se acurrucaba aun más entre los brazos de él.

"No creo que con eso valga", dijo ella con un tono animado.

"No voy a dejar que te vayas", contestó él.

Anna se quedó fija en sus ojos durante unos segundos mientras sujetaba su labio inferior entre sus dientes, ambos sonriendo sin poder evitarlo. Ella hizo el amago de levantarse pero él se lo impidió. Anna alzó una ceja ligeramente.

"¿Iba en serio?", preguntó.

"Totalmente", respondió James con una sonrisa ladeada. Anna dejó escapar un suspiro mientras negaba con su cabeza intentando levantarse de nuevo sin éxito. "No merece la pena", dijo orgulloso.