15
Era sábado por la mañana, el segundo día de Anna en Boston, e iba a comenzar de la peor manera posible.
Anna se removió incómoda en lo que pensaba que era su cama, hasta que sus párpados comenzaron a abrirse dándose cuenta de que se había dormido en el sillón de la habitación. Gruñó por el cansancio que estaba acumulado en sus músculos pero poco a poco comenzó a estar más consciente de lo que estaba a su alrededor, y a la vez a recordar lo que había sucedido la noche anterior.
Después de la pequeña pelea que tuvo con Jim fuera del edificio James la acompañó a su habitación, y no dejó que estuviera sola en aquel momento tan delicado.
Anna desbloqueó la puerta con la pequeña tarjeta que llevaba en su bolso. Entró en la estancia sintiendo los pasos de James tras ella, y unos segundos después escuchó el sonido de la puerta cerrándose.
Su cabeza estaba llena de cosas. Pensamientos dando vueltas a mil por hora y frases que se repetían sin parar. Ahora que ya había pasado el subidón del momento y Anna estaba algo más calmada sentía como su lado más sensible estaba a punto de salir a la luz.
Soltó el bolso en una de las sillas y se sentó en ella también para quitarse los zapatos brillantes que Poppy le había dejado.
Cómo le hubiera gustado a Poppy estar ahí para poner a Jim en su lugar, pensó.
Mientras ella estaba inmersa en sus pensamientos James caminó y se sentó en el sillón de dos plazas que había en la habitación, dejando que tuviera el espacio que necesitaba en ese momento.
Anna terminó de sacar el segundo tacón de sus pies y si hubiera estado de pie hubieran sido visibles los varios centímetros que ahora le faltaban.
Intentó incorporarse pero sintió como su cuerpo no podía más.
Sintió como el nudo de su garganta quería salir, como su fachada exterior ya no era capaz de ocultar más lo que sentía.
Anna apoyó sus codos en sus rodillas y dejó caer su cabeza en sus manos, mirando directamente al suelo mientras veía como sus ojos cada vez estaban más borrosos por culpa de las lágrimas. Se enfadó consigo misma por dejarse ver tan vulnerable delante de su jefe pero no podía más.
"Ey, ey, ey", dijo James rápidamente mientras se levantaba del sitio que había tomado.
El castaño se agachó frente a la chica en cuclillas al escuchar los sollozos de ella. Sus manos encontraron sus brazos acariciándolos de arriba abajo para confortarla.
"Anna, no pasa nada. Todo está bien, tú estás bien", dijo con suavidad para tranquilizarla.
"Me da vergüenza que tengas que ver esto", dijo ella soltando una pequeña risa a través de su llanto.
Anna levantó su cabeza pasando sus dedos rápidamente por sus mejillas para limpiar las lágrimas.
James la miró incapaz de quitar su vista de ella. Incluso así, con sus ojos ligeramente enrojecidos, sus mejillas del mismo tono y su maquillaje algo diluido bajo sus párpados le seguía pareciendo la persona más guapa que había visto en años.
Las manos del castaño subieron al rostro de la chica, terminando el trabajo por ella. Anna solo cerró sus ojos aceptando la muestra de afecto y derritiéndose entre las dos manos de él.
"No pienses en mí como tu jefe ahora, somos amigos ¿no?", preguntó mientras ella asentía mirándole. "Es lo que necesitas en este momento, puedes confiar en mí".
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𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐥𝐨𝐯𝐞 » 𝐣𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐛𝐚𝐫𝐧𝐞𝐬
Fanfiction𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙪𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙙𝙪𝙘𝙩𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙘𝙞𝙣𝙚 𝙨𝙚 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙙𝙞𝙙𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙣𝙪𝙚𝙫𝙖 𝙨𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙖𝙧𝙞𝙖. "no quiero tu simpatía, pero es que no sabes lo que me haces.... oh, anna". "no creo que esto sea apropiad...