8.-Condiciones de "piiiii".

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Dylan y yo nos sentamos frente al mesón en la cocina.

-Hoy hice sándwiches de queso-Dice la mamá de Dylan, poniéndonos a cada uno un plato en el mesón.

-Delicioso-Dice Dylan, sonriendo.

Meto el pedazo de pan en mi boca y es como saborear la gloria. Mi mamá cocina bien el pavo y todo lo demás. Pero la madre de Dylan tiene ese toque especial de cocinera.

-Oh, por Dios-exclamo-¿Cómo puede hacer que un simple sándwich de queso sepa tan bien?

Ella se encoge de hombros-Amm, no lo sé. Me pregunto eso yo también.

Dylan mueve el cuello de su chaqueta-Vaya hace mucho calor, ¿los pusiste en fuego o qué?

Su madre lo mira y señala con su mano hacia la chaqueta de él-¿Por qué no te quitas esa chaqueta?

-Um, bueno...-Se pone tímido.

-Adelante, hazlo. No puedes quedarte así nada más, Dylan-Dice su madre, tratando de convencerlo-Algún día debes superarlo.

Ese comentario se queda atrapado en mi mente y ahora tengo curiosidad acerca de eso. ¿Qué pasó para que Dylan odiara su cuerpo sorpresivamente definido?

Suspira, rendido pero sin dejar la timidez-Claro.

Se quita la chaqueta y deja al descubierto una camisa azul agua muy común, ahora veo un brazo muy definido pero moderado y siento como si me caigo en un desmayo.

Él me mira, tímido. Y me encanta su timidez-Creo que debí quedarme callado, ¿no lo crees?

Asiento, tratando de verme como si nada estuviese pasando mientras muerdo mi sándwich, como si no estuviese frente a su musculatura interesantemente hermosa.

Algún día debes superarlo.

Su madre se sienta frente a nosotros, participando de la conversación en la que estábamos. Los tres estamos riendo y disfrutando como si nada pasara o como si sólo debemos esperar a que el verano se acabe para vivir algo interesante en nuestras vidas. Pero eso es mentira, nuestras vidas tienen algo interesante ya, y es que debemos ir a Nueva York la semana entrante.

El tema acaba y nos quedamos en silencio. Limpio mi garganta mirando a Dylan, recordándole lo que le diríamos a su madre en este momento.

Él se percata-Amm, mamá, Susan y yo debemos decirte algo importante.

Ella sonríe, expectante-Ah, díganme, ¿qué pasa?

-Susan y yo vimos un anuncio en internet, que hablaba acerca de un... ¿Un qué?

Dylan me mira, olvidadizo y yo tomo la palabra-Una convención de arte y dibujo.

-Y queremos ir. De verdad, queremos.

Sé a que lo que se refiere, que quiere deshacerse de la nena pronto.

Su madre sonríe-Genial, vayan entonces.

Dylan y yo nos miramos las caras, serio.

-Hay un problema-Digo.

Su madre no ve, confundida-¿Cuál?

-Es en Nueva York.

Ella asiente lentamente, como si no lo aprobara. Se queda pensando mucho rato y Dylan y yo sólo la miramos esperando que diga algo. Dylan dobla sus brazos con los codos sobre la mesa y veo como los músculos de su brazo se tensan y forman varios círculos de bulto en su brazo, son músculos, pero no parecen músculos hechos haciendo ejercicio como yo creía.

Mi Perfecto Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora