19.-Imbécil.

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Me escabullo entre varios árboles y tengo la oportunidad de oír muy claramente lo que dicen Dylan y Christine, y de tener una visión distorsionada. Eso es lo malo.

Lo que sí puedo ver es que ella se le está insinuando, porque está demasiado cerca y su camisa de escote está mucho más abajo que hace unos minutos. Y ya imagino quien fue la que causó todo este asunto de la cama y la fiesta.

-Yo nunca creí que volvería a verte-dice Christine.

Dylan asiente, está recostado de un árbol-Sí, creo que yo tampoco. Pero no es lo que quiero hablar contigo ahora, Chris.

Se oye serio. Aplaudo eso en mi mente.

-Oh sí, entonces charlemos.

Él calla por un par de segundos, sé, porque lo conozco sé... que está pensativo y preocupado. Porque así es él y aunque no puedo verlo bien, lo estoy sintiendo en mi mente.

-Seré muy claro-dice-No quiero esa bebé conmigo. Y sabes bien de lo que hablo, es mi hija, lo sé. Pero también es tuya.

-Lo sé-dice sin vacilar ni un segundo-Pero yo no la quiero conmigo.

Ella es tan cruel.

-Eso no me interesa-Él también es cruel-O te la quedas, o terminará en un orfanato.

Éste es el lado de Dylan que yo nunca conocí.

El destino de Lat quedará tristemente en un orfanato, quiero intervenir pero ellos no saben que estoy aquí.

Me asomo por un arbusto, ella se está acercando a Dylan sonriéndole-Dylan, ¿por qué no lo piensas bien?

-¿De qué hablas?-dice él.

-Hay una gran oferta a tus pies-Christine baja más su camisa-Puedes estar aquí. Conmigo.

-Chris, yo no sé de qué...

-Shh-interrumpe ella-Tranquilo, Dyl. De verdad puedes venir conmigo. Podemos ser una familia. Tú, la nena, yo.

Ella se recuesta de él, en el árbol. No sé si estoy viendo bien, pero él la está correspondiendo en eso.

-Basta-susurra, pero en su voz se oye la excitación brotar de nuevo.

-Hablo en serio-Christine besa su cuello-Podemos ser una linda familia.

De acuerdo, de acuerdo. ¿Siquiera lo han pensado? Digo, tienen dieciséis años. Seis años menos y tendrían diez; diez menos y tendrían seis. ¡Son muy jóvenes para formar una ridícula familia!

-Uhm, no lo sé-contesta él.

Christine pasa sus manos por el pecho de Dylan y le quita la chaqueta, él gime ante eso. Debe incomodarle. Pero más allá de eso, él no lo impide.

Y yo tampoco.

-¿Puedes complacerme otra vez?-ella susurra las palabras en su oído y besa su mejilla, pasando las manos en su pecho.

Dylan no responde, no verbalmente. Toma a Christine de la cintura y sus manos se deslizan por debajo de su camisa.

Esto se está poniendo incómodo, y en mi corazón está doliendo hasta el último centímetro. Siento tanta impotencia en mí que se me hace un enorme nudo en la garganta, no sé si llorar o... no lo sé simplemente.

Pero Dylan no ha acabado.

-¿Qué hay con Susan?-pregunta Christine.

Él se pone rígido ante eso.

-¿Sucede algo?-ella lo acaricia.

Él gime y suspira-No, no hay nada entre ella y yo.

Oh, eso duele.

Mi Perfecto Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora