Capítulo cinco

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 El rostro de este chico pasó de estar sobre mi hombro a estar más cerca de mi barbilla. Sus ojos se fijaron en los míos permitiéndome ver lo rojizo en estos; solo trago en seco. Después de unos minutos, después de un tercer contacto visual, me permitió respirar con claridad cuando se aleja de mí.

-Nos vemos en el área deportiva- dice mientras abre el seguro y antes de cerrar la puerta –Bonito mapa- dice y señala el mapa detrás de mi cama, plasmando en su rostro esa risa malvada.

No pienso, tan siquiera respiro.

La puerta vuelve a abrirse.

-Sal- grito

-Aquí tienes tu comida- me extiende una bolsa

-lo siento, creí que era otra persona-

-No puedes hablar con nadie-

-Si lo sé, no he hablado con nadie- "afirmo" –Pero para la próxima toca la puerta-

-¿te hiciste alguna herida?- me pregunta el hombre amigo.

-¿Cómo sabes?-

-Tengo buen olfato, ¿Dónde te heriste?-

-Aquí – señalo y levanto una pata de mi pantalón.

-Ya regreso- me dice y desaparece.

-es extraño- digo.

-Todos aquí son extraños para ti ¿no?- doy un brinco.

-¿Quién anda ahí?- pregunto y veo a alguien salir de abajo de la cama.

-Yo- responde la chica a la que le salvé la vida hace un día.

-¿qué haces aquí?- le pregunto.

-Eso mismo me pregunto yo, esta es mi habitación- abro mi boca con sorpresa.

-Espera eres...- me detengo – ¿Anastasia?-

-Si- me sonríe.

-Sabes que estas muerta-

-eso es lo que creen, gracias a ti estoy de vuelta y pienso descubrir el porqué de mí supuesta muerte-

-lo siento-

-¿Por qué?- sonríe –Gracias a ti estoy aquí- me afirma.

Y gracias a mí también podrías haber dejado de estar aquí.

-si- respondo triste.

-Sé que ahora esta es tu habitación, pero ¿me dejarías quedarme aquí hasta que descubra la verdad y recupere mi habitación?-

-Sí, solo que debes esconderte cuando venga alguien y no escuchar, ni espiar mis conversaciones-

-Gracias- dice y vuelve a pasar al sótano de mi cama.

-Oye- le digo a ese hombre que acaba de tomar mis pies en sus brazos. Miro cada cosa que hace, me está vendando el pie y después me pone una media alta color piel -gracias- hablar con las personas aquí era muy extraño, solo recibía silencios incomodos. –Quisiera hablar con mi mejor amiga para saber de mi familia, ¿dónde encuentro cobertura aquí?-

-debes salir por el balcón después de las seis de la mañana ya cuando no hayan guardias en la entrada y regresar antes de que abran-

-Está bien gracias-

-Ten cuidado si sales-

-Descuida lo tendré- le digo eso y sale de mi habitación, después de haberme hecho entrega de la comida.

-¿por qué no comes la comida del comedor?- me pregunta Anastasia y se sienta a mi lado mientras me mira comer.

-Esta comida es mejor para hacer dieta-

My poor vampireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora