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Bárbara
–es obvio que te lo mando Enzo–me dice Clara del otro lado de la llamada con una sonrisa de oreja a oreja
–no creo, capaz que fue santi–digo totalmente negada a que Enzo me haya mandado eso
–DIOS! por qué no crees que pudo haber sido él?
–me estas jodiendo?
–por?
–literalmente fuiste vos la que me dijiste que me olvide de la idea de que me gustaba Enzo–le repito lo que me había dicho ella días antes–es más, me dijiste que active con Thiago
–no estoy diciendo que vayas y te lo chapes–vira los ojos y respira hondo–solamente estoy diciendo que capaz pudo haber sido como regalo de cumpleaños.
–hablando de eso–miro el reloj viendo que ya faltaba poco para mi cumple–faltan dos horas para mi cumple y me estoy quedando sin batería
–me estas echando indirectamente
–no, simplemente te estoy diciendo que voy a tener que cargar el celular–digo de forma relajada mientras busco el cargador
–bueno te dejo porque sé que tu vieja te va a llamar enseguida, te quiero
Corto la llamada y voy a la cocina para enchufar el celu, busco algo para comer pero la heladera está totalmente vacía. No pensaba ir a comprar algo a estas horas de la noche así que decido que lo mejor sería pedir un delivery, vivía a base de eso.
Media hora después tocan el timbre y me pongo contenta al saber que venía la comida, abro la puerta y me encuentro a Enzo parado con la comida que había pedido?
–venía y justo estaba el delivery, preguntó por vos y le dije que yo te lo traía–me explica rápido al darse cuenta de mi cara
–hola?–es lo único que me sale decir
–hola–me responde mientras me da el paquete de comida–voy a poder pasar o vamos a seguir charlando acá afuera, porque no tengo problema
–perdón pasá–le digo roja de la vergüenza–le pagaste vos al chico del delivery?
–si,pero no me des nada
–no no, espérame que ahí te traigo–me frena con una mano cuando hago el ademán de ir a buscar la plata
–regalo de cumpleaños–me dice con una sonrisita que yo ya estoy para tirarme encima de él
–compras a todas con esa sonrisita?–le pregunto mientras abro la bolsa con la comida–quedate a comer– digo casi obligándolo
–no compro a todas, me falta una–me dice mientras se pone a un costado mío para ayudarme a abrir las cosas
–y por qué no la podes conquistar?–le sigo el juego porque ya sabía a dónde iba todo
