Amapola | Enzo Pérez

capítulo quince

Bárbara

Escucho el sonido del microondas y me dirijo a la cocina en busca de mi comida. Mientras preparo el plato para poner los fideos miro mi celular para ver si me había llegado algún mensaje, nada importante.

Hoy era jueves, lo que significaba que era el cumple de Pía. Al que estaba invitada y todavía no sabía que hacer, si voy me cruzaría con Enzo situación que sería bastante incómoda; pero si no voy le estaría fallando a Pía, que confió en mi sin habernos conocido tanto.

Finalmente decido que iría un rato y luego pondría alguna escusa para irme, el cumple sería a las cinco de la tarde así que todavía me quedaba tiempo para ir a comprarle algún regalito.

El día de mi cumple, cuando estábamos en la casa de Enzo, había descubierto que le interesaba mucho el fútbol y en especial todo lo que tenía que ver con River. Así que seguramente tendria que conseguir algo relacionado con eso.

Escucho que me suena el celular y veo que es una llamada entrante de mi madre.

—ma?— pregunto confundida una vez que atiendo. Mi vieja no era de llamarme sin avisar y menos en la hora del almuerzo, así que me preocupaba bastante.

—hija, cómo éstas?—pregunta de lo más normal así que eso me deja el doble de confundida.

—bien, pasó algo que llamas a esta hora?— cuestiono directamente—pasa que siempre avisas cuando me vas a llamar, por eso

—quería pedirte que me abrieras la puerta, porque estamos afuera de tu departamento—me quedo en silencio procesando toda la información, era imposible que mis viejos viajarán si todavía no tenían vacaciones

—mentira—digo negándome, ante su silencio vuelvo a hablar—me estás hablando en serio?

—si hija, te queríamos dar una sorpresa por tu cumple—dice de forma emocionada—nos vas a abrir?

Corro a la puerta esperando que no me estuviera jodiendo, y como ella me había dicho, estaban ahí. Me quedo parada mirándolos como si nada fuera real, hacía bastantes meses que no los veía y que vengan de sorpresa era todo un shock

Me tapo la cara con mis manos y mi viejos vienen a abrazarme mientras siento que me caen algunas lágrimas.

—los extrañé mucho—digo en medio de un llanto— no entiendo nada de lo que está pasando.

—estás contenta?—escucho a mi papá por primera vez desde que llegó

—muy, no tendrían que estar trabajando ustedes?—consulto para sacarme la duda mientras limpio mis ojos, seguramente ya tenía todo el rimel corrido

—teníamos que venir a hacer unos análisis de tu padre así que aprovechamos para darte la sorpresa—dice tranquila y yo me quedo preocupada por el tema de mi papá

—por qué los análisis?—me doy vuelta mirando a mi viejo

—es para operarme las cataratas de los ojos—me alivia saber que no era algo muy peligroso más allá de que se tratase de una operación

—bueno, me alegra que por fin pudiste animarte a la operación— lo abrazo por primera vez desde que estaba a mi lado y luego los invito a pasar al departamento.

Acomodamos sus cosas en la habitación de huéspedes que tenía, no era muy grande pero tenía dos camas de una plaza que les quedaban bien.

Mi vieja enseguida se había puesto a cocinar al ver que yo solo me había precalentado algo en el microondas, es de las que dicen que la comida en ese artefacto queda incomible