CAPITULO 15

322 59 5
                                    

Joel me dejó justo a lado de la puerta de mi casa y queda un poco sorprendido al verlo, quien claramente tenía una expresión de que se lo lleva la mierda. No se exactamente por cuánto tiempo había estado esperado afuera y ni que hablar de la espera, ¡se habría de estar congelando! ya que la temperatura había bajado demasiado.

—Parece que alguien te espera y no parece estar de buen humor, si no bien recuerdo es el chico que bailaba con la chica que observabas  cierto? —Joel me susurró al oído, mientras bajaba de su moto y me quitaba el casco.

—Si es el, es mi amigo, gracias por traerme —espeté.

—De nada, un gusto, ya tienes mi número me gustaría tratarte más y quizás poder llegar hacer buenos amigos —me sonrió amablemente.

—Si seguro te llamaré, hablamos luego —traté de acortar lo más que pude nuestra despedida, intentando no parecer grosero. Pero esque si se quedaba estaba seguro que Erick le haría pasar un mal rato. Podía notar la molestia en la expresión de Erick su mirada es fría y calculadora lo observaba de mala manera.

Joel se percató de la tensión en el ambiente y se fue tan rápido como llego, aún así el nunca bajo la mirada ante Erick, claro, no tenía porque hacerlo no estábamos haciendo nada malo y no tenía porque sentirse intimidado.

Nos quedamos solos, me le pare al frente y me prepare mentalmente para escuchar un sin fin de reclamos. No le dije nada espere a que el hablará primero mientras jugaba con mi teléfono y literal jugar por qué solo tocaba la pantalla como estúpido para evitar su mirada.

—¿quien es el? —mencionó serio y con la voz un poco ronca por el frio.

—Alguien que acabo de conocer hace unas horas y que por cierto me ha caído de maravilla —le dije con facinacion intententando llamar más su atención.

—Tan fascinado te tiene?

—Sí —le respondí al instante y sin dudarlo.

—Nisiquiera estás mirándome a los ojos Daniel, tan enojado estás, enserio? —su tono de voz se volvió más dura —enserio? se trata de esto, de que si yo lo hago tu también —mofo irritado.

—Hacer que? —lo enfrente —a que vienen tus reclamos? Estamos en una relación?, yo te gustó? o te pertenezco?, o a caso eres gay?. No lo eres cierto —le recorde —no estoy  haciendo nada. Irlanda solo es tu amiga cierto? solo aceptaste ir con ella porque no quisiste ser grosero entonces lo que acabas de decir dónde queda, o a caso no fue solo por eso?.

—No saques conclusiones, no es lo mismo —farfulló un pequeño grito a mi lado.

—Para mi es exactamente lo mismo no veo diferencia —le reproché.

—Ay diferencias así que no compares.

—Así, como cuáles dime?.

—A tu amiguito a leguas se le ve como es —gruño. Y puso precaución a lo que estaba apunto de decir

—Así y como es? —le incite a seguir pero no lo hizo —como yo, como tú, ¡GAY! aunque no te aceptes tal cual, dilo Erick no te lo quedes —mofé enojado.

—Perdón no quise decirlo así pero es obvio que va tras algo más, ellos son así —musió como si tuviera toda la razón. Y eso fue lo que derramó el vaso.

—¡Basta Erick! date cuenta en la forma que estás hablando, te estás pasando, como puedes hablar así de alguien que no conoces —contraataque.

—Y tu si lo conoces a, dime? —replicó.

—Es mi amigo —el se hecho a reír con sarcasmo ante lo que escucho. Cómo si eso fuera una tontería.

—Por favor tu no tienes amigos —al escuchar eso se creó un silencio que pareció tardar horas. Su expresión cambio drásticamente al darse cuenta que la había cagado pero no sé disculpo.

—Si tienes razón, no tengo amigos pero qué?, te crees tanto porque piensas que solo te tengo a ti, si es así estás equivocado no siempre vas a ser tu —mi comentario le dolió al igual que el suyo a mi. Lo estaba lastimado pero ya no me importaba, porque el lo hizo primero.

—¡Dani! —replicó al instante. No podía creer lo que le había dicho.

—Por favor vete —le pedí —justo ahora no quiero verte —deje salir un suspiro de cansancio.

—Trata de entenderme Dani — demandó estrepitosamente en modo de disculpa.

—Entenderte?, que mierda, eso es lo que he estado haciendo todo esté maldito tiempo y para serte sincero me estoy cansando siento que ya no puedo mas —arcajee con dificultad. Realmente estaba molesto con el.

Desvió sus ojos hasta sus pies y los miró durante segundos. —No digas eso Dani, es solo que el imaginarte con alguien más hace que me hierba la sangre.

—¡A mira quién lo dice! Y de seguro yo no siento nada cuando estás con Irlanda verdad? —le confesé. —Ya vete Erick, se nos va a amanecer aquí afuera hablando del mismo tema y nunca vamos a llegar a ningún lado.

—No puedo irme —habló con serenidad y se frotó la cara.

—Porque no?, tienes dos piernas en perfectas condiciones para caminar cuánto sea necesario y llegar a tu casa —bufé cansado y enojado.

—Ya lo se, pero no quiero irme —habló obvio.

—Vete —le pedí mientas abría la puerta para entrar a mi casa sin siquiera despedirme de el.

Pensé en ofrecerle que se quedara está noche porque  me preocupaba que se fuera caminando a esta hora hasta su casa. La delincuencia en esta zona estaba muy presente y podría pasarle algo. Pero aún así decidí no hacerle caso a mis sentimientos y entré a la casa. Antes de cerrar la puerta le heche un viztazo y lo vi ahí con la cabeza agachada como un cachorro regañado que inmediatamente quería meterlo a mi casa y apapacharlo, estaba apunto de decirle que entrará cuando hizo un último intento y lo escuché decir;

—Quiero quedarme contigo —.Sus lindos ojos me suplicaban y no podía resistirme a tal encantó.



😍Se viene lo hot. Omg .
La chicha jajaja.



DIECIOCHO MOMENTOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora