Capítulo 18

1.3K 125 157
                                    

Caminábamos en dirección a la finca del patrón un poco retrasado gracias a mí, ahora incluso algo tan básico como caminar me resulta agotador.

Me era supremamente vergonzoso que Kyojuro me tuviera que cargar, para poder llegar a tiempo a la casa del patrón, tampoco le agradecería, aún estaba enojada con él, sí, soy rencorosa.

Tampoco me podía llevar en su espalda ahora, ya que ahora que lo hacía presionaba mi estómago y me dolían un poco, él tenía que llevarme en sus brazos la mayor parte del camino.
Al llegar nos encontramos casi de frente con Sanemi, cruzamos miradas por unos segundos hasta que Kyojuro me abrazo algo posesivo, Sanemi únicamente bajo la cabeza y siguió de largo.

—Ya puedes bajarme. —Dije mirando al suelo.

—Está bien. —Este me bajo con cuidado. —Zoé. —Me llamo al verme caminar. —Yo... Te amo.

Me giré al escucharlo, lo dijo en un tono triste, como si tuviera miedo de perderme.

—Yo igual. —Sonríe.

A veces era increíble el gran control que tenía el patrón en momento de crisis, pues aunque las cosas en algún momento se subieron de tono, él las supo manejar.

No quisiera entrar en detalles, pues recordar ciertos fragmentos de lo que pasó y de como llore es un poco... Doloroso y vergonzoso al mismo tiempo. Solo sé que, aunque todo término "bien" al final, aún hay un poco de disgusto entre Kyojuro y Sanemi, puedo decirte que cambiaría el "bien" de ellos más por una "tregua". Estaba seguro de que ellos dos no volverían a tratarse a menos que sea por simple trabajo.

—¿Te sientes mejor? —Pregunte acariciando el dorso de sus manos con las yemas de mis dedos. —¡Ya sé que puede animarte! Podemos ir a comer patatas como te gustan, ir a ver peleas de sumo... algo como... una cita. —Reí pensando en aquello.

Él levantó su cabeza, es cierto, con todos los años que nos conocemos y el tiempo de casados, nunca hemos tenido una cita, jamás se cruzó por nuestra cabeza, sería lindo ir a una juntos. Y aún más ahora que él estaba desanimado por todo lo qué pasó.

—¿Quieres tener una cita conmigo? —Pregunte sonriéndole. —Nuestra primera cita... ¿No te gustaría?

—No. —Mi sonrisa desapareció al escuchar su respuesta. —No quiero que sea así, ahora mismo estoy agotado y cansado, quiero regresar a casa y dormir, cuando todo mejores seré yo quien te pida tener una cita. —Dijo mirándome decidido. —Por el camino podemos comprar esas patatas que me acabas de ofrecer. —Dijo con una sonrisa y sus ojos rojos por el llanto que tuvo en la reunión.

Yo lo mire por unos segundos para luego reír por lo bajo, tome su mano y caminé a su lado.

—Por un momento pensé que ya no querías pasar tiempo conmigo. Bien, vayamos por esas patatas y luego a casa, tenemos que ir a cuidar de nuestro gato.

—Espera... ¿¡Tenemos un gato!? Pero- ¿Cuándo? ¿A qué hora? ¿En qué momento? —Pregunto dando una salto de emoción.

—Ja, ja, ja, ja. Me sorprende que no lo recuerdes, tú y Uzui lo trajeron anoche. —Reí.

Él parecía más animado ahora al saber lo del gato, ahora caminaba feliz y animado, yo sonreía contagiada de su entusiasmo por llegar a casa.

—Ten, te pedí algo diferente porque sé que no te gustan las patatas como a mí. —Dijo entregándome el plato.

•|Compromiso|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora