DRUGS || BORIS PAVLIKOVSKY

año nuevo

Alizaba el cabello de Khai, ella jugaba con una liga que tenía en las manos.

—No me quemes—dijo

—Amor, llevo la mitad de tu cabello lacio...¿Como te quemaría ahora?

—No lo sé—dijo

La puerta se abrió dejando ver a la madre de Khai, se apoyó en el marco de la puerta.

—¿Como está tu mejilla?

—Mejor, supongo—dijo en un susurro. A Khai le importaba una mierda su mejilla, su labio, su aro, todo, sólo le importaba su cabello.

—Al menos no fue el mechón que te tinturaste antes de ayer—Khai sólo asintió—. Oye, cuidado con eso, no vayas a quemarle el cabello.

—Claro—asentí

Seguí con lo del cabello de Khai.

—¿No quieres ir?—dije

—Si quiero ir, solo que me da pena mi cabello—deje un beso en su mejilla

—El cabello crece, el cerebro de ellas no—ambos reímos—. Eso fue algo infantil.

—Sí pero es divertido—dice riendo

Seguí con su cabello, lo alizaba para luego armar sus ondas.

—¿Sabes que jamás en tu vida volverás que tener un novio que te arregle el cabello?—dije y ella río

—Sí, lo sé, por algo te cuido.—le di una leve sonrisa

—No vuelvas a pelear ¿ok?

—Ellas pelearon solas, yo no les hice nada.

—Los rasguños en su mejilla no dicen lo mismo, ni los zapatos en su ropa.

—Me defendí.

—Pero no te metas en más peleas, sólo llámame. Por favor.

—Medio mundo te llamó y llegaste al final.

—Estaba hablando con la profesora—aclaré—, por eso no me encontraban.

—Sí, entiendo, pero yo no pelee...Fueron ellas—tomó las sombras de ojos

—No te muevas—dije

—Ay, exagerado, sólo alcancé las sombras—dijo para comenzar a poner de las mismas en la brocha.

Al rato termine con el cabello de Khai mientras ella pintaba sus labios con cuidado. Empezó a gritar con fuerza de un rato para otro.

—Khai—dije divertido

—Mira—señaló como el labial se le corrió un centímetro

La puerta se abrió con fuerza, mire a su madre y levanté mis brazos en señal de inocencia. Suspiró.

—Khai, me asustas—dijo algo aliviada.

—Perdón—susurró limpiando ese poco de su labial

Su madre se fue cerrando la puerta y la miré.

—Es la primera vez que te veo sin brillo labial. O sea, ya habías usado labiales pero siempre con brillo encima.

—Creo que es la primera vez que no me pongo—dice

—Igual que se te va a quitar—frunció su ceño algo confundida y reí un poco

—No entendí—negó aún confundida y sólo negué riendo

—Nada

—¡Vamos, dime!—dijo

Me acerqué a ella y la besé—Eso.