¿te gusto?

560 42 0
                                    

Boris se separó del beso al ver a la inspectora cerca, puso un mechón detrás de mí oído.

—¿Quieres ir a la playa el fin de semana? Con Clarke, James, Duncan, Theo, Maya, unas chicas y puedes invitar a Kylie si quieres.

—¿Por qué tan amable?—dije divertida

—Me cae bien ¿sí?

—Ya sé, te estoy molestando.—digo—Supongo que sí, ¿quién nos llevará?

—James en su nuevo auto—dijo

—¿Uno más?

—Sí, uno más.

—Ok, sí, supongo que iré.

—¿Abriste mi regalo de San Valentín ya?—dice y me mira con una sonrisa.

—¿Si digo que no voy a herir tus sentimientos?—me hizo puchero y reí para abrazarlo—Llegué cansada y caí muerta, discúlpame. ¿Tú abriste el mío?

—No, llegué con James e hicimos estupideces...Cómo siempre.

—Veré tus regalos hoy ¿sí? Lo prometo.

—Ok, yo igual.

—¿Puedo llevar ropa linda para la playa?

—Sólo tienes ropa bonita, Khai—dice divertido

Nos acercamos y nos besamos, alguien me dio un golpe en la cabeza, al igual que a Boris, y nos separamos del beso.

—Estúpido—se quejó Boris ante el golpe que recibió por parte de Clarke

—Perdón, ¿y vas a ir?—Maya se sentó a mi lado con unos M&M en mano

—Sí, ¿ustedes?

—También—Clarke asiente

—¿Y que quieren?—dijo Boris

—Honestamente nada, los venimos a molestar y ahora nos vamos.—dijo Clarke

—Te voy a matar—dijo Boris y Clarke río para tomarle la mano a Maya e irse riendo.

Boris se acercó y unimos nuestros labios en un tierno beso nuevamenteme, acarició mi cabello.

—¿Te has dado cuenta que la pasamos basándonos?—dije y él asiente

—Pero no me molesta—dijo

Nos acercamos pero antes de poder besarnos de nuevo escuchamos un carraspeo así que nos alejamos.

—¿Que iban a hacer jovencitos?

—¿Darnos un abrazo?—dije

—Claro, claro—asintió—. Esa falda está demasiado corta, Karen.

—Es como la de Britney Spears...

—Esta demasiado corta.—dijo

—Ok, no la traeré más.

—Bien, Karen.—asintió y se fue

—A mí me gusta tu falda—Boris paso sus manos por mi cintura

—Nos va a ver, tonto—dije y beso mi mejilla para soltarme

Tomó una de las gomitas y la llevó a su boca.

—Tienes polvo ahí—mi mano llegó a su mentón y la yema de mis dedos estaba en sus labios, bajo un poco mi mano para acercarse y besarme

—Oye, nos van a regañar—se encogió de hombros y me dio otro beso más.

[...]

Vi la caja que me dio Boris, era pequeña, de unos diez centímetros más o menos. La abrí y vi collar junto a un código, tomé mi celular y llame a Boris.

—¿Ya lo abriste?

—¿Te volviste loco?

—¿Te gusto?

—¿En serio ese es tu punto?

—¿Te gusto o no?

—Ese no es el punto, ¿sabes que hará mi mamá si me ve usando ese collar?

—¿Decir que su hija tiene un collar muy lindo?

—¡No! Te buscará y dirá que no necesito que me compres estas cosas.

—Es un regalo, Khai.

—Te volviste loco.

—¿Y viste los pequeños diamantes que tiene la "K"?

—No lo usaré, mi mamá te matará.

—¿Te gusto?

—¿Eso importa ahora?

—Claro, lo puedo cambiar por uno de play boy o por una mariposa o por algo que te guste.

—Boris, fue el catorce de febrero...¡No nuestro casamiento!

—¿Pero si te gusto?

—Sí, Boris, me gustó pero si mi mamá ve eso te matará.

—Yo le doy explicaciones pero úsalo ¿si? Lo vi y pensé en ti.—podían pasar cien siglos y Boris siempre me iba hacer sonrojar

—Ok, lo usaré.

—¿Leíste la carta?

—No, aún no.—digo—¿Ya abriste el regalo y la carta?

—Estoy tirado en mi cama pensando.

—¿En que?

—Cosas...

—Vamos, dime.

—Nada que sea muy importante.

—¿Seguro?

—Sí, seguro.

—¿Y que haremos en la playa?

—No sé pero ya hay reserva en un hotel que tiene piscina y jacuzzi.

—¿Y quien va a pagar todo eso?

—Xandra—ambos reímos—, dijo que necesitaba un descanso y que nos fuéramos y ella pagaba todas las cuentas. También dijo que comprara condones por montones ya que muchos adolescentes juntos todo un fin de semana es peligroso.—reí levemente por po último

—¿Y cuando nos iremos?

—El Jueves no hay clases así que el Jueves y regresamos el Lunes.

—No mencionaste que perderé clases.

—¿Ya no quieres ir?—su voz se volvió baja y reí

—No, es broma, estoy harta de la nueva profesora.

—¿Y que te parece el reemplazo de artes?

—Necesito que vuelva el profesor, era más divertido y hacía bromas divertidas

—Sí, lo era.—afirma

—¡Khai!

—Oye, me debo ir

—Ok...

—Pero te amo.

—También te amo.

—¿Hablamos a la noche?

—Si no me quedo dormido, claro—dijo

—Ok, adiós.

—Adiós—ambos cortamos la llamada.

DRUGS || BORIS PAVLIKOVSKY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora