DRUGS || BORIS PAVLIKOVSKY

muéstrame tus brazos

—¿Por que, Boris? Dime porque, por favor.—Khai miraba mis brazos, no respondí nada y mire hacia otro lado para no verla.—Boris, respóndeme, estabas bien ayer.

—Estás molesta y quieres gritar, hazlo...Deja de actuar como si jamás te enojaras.

—No voy a gritarte.—su tonó se alteró

—Me da igual si lo haces.

—Sólo quiero saber cuál es la necesidad, Boris, ¿por qué? ¿Cual es tu necesidad de drogarte, fumar, beber y cortarte hasta el cansancio?

—¿Y cual es tu maldita necesidad de molestarme tanto por todo lo que hago?—la mire y vi sus ojos llenos de lágrimas, desvíe mi mirada nuevamente. 

—Sólo me preocupo por ti, Boris, porque me dices que entienda pero no me ayudas a entender.

—No es difícil de entender, Khai, es que un día estoy bien y al otro me siento como la mierds y me quiero morir.—fue inevitable que se me quebrara la voz y comenzar a llorar, me abrazo—No me abraces, me siento un jodido débil.

Aún así me abrazo, acaricio mi espalda y dejo besos por mi rostro. Las lagrimas caían y caían como si no fuesen a parar nunca.

—Siento que soy como la mierda contigo.—confesé

—No, no lo eres.—comenzó a llorar

—¿Como que no? Siempre te hago llorar.

—Pero si yo lloró por todo.—dice

—Pero de todas formas, siempre te hago llorar. Mereces algo mejor que un imbecil drogadicto.

—Estás muy drogado, Boris, no sabes que dices.—negué—Sí, lo estás, mi Boris jamás admitiría que hay algo mejor que él.

—¿Entonces admites que hay algo mejor que yo?

—No, nunca y no me pongas esos ojos tan tristes que voy a llorar como si se me hubiese muerto alguien.

Acaricio mi rostro y se acercó para besar mis labios, luego beso mi mejilla.

—No llores más, por favor—dijo limpiando mis lagrimas

La abracé y ella a mí, a los minutos deje de llorar y me separe del abrazo para secar la humedad de mis mejillas.

—¿Tienes para que las limpie?

—Abajo en la cocina—asentí y ella se levantó.

A los cinco minutos volvió con agua y unas vendas. Se sentó frente a mí e hizo que estirara mis brazos.

—¿Duele mucho?—acarició mis manos

—Un poco—dije

Tomo el agua y la paso por mis heridas, limpiando la sangre, me quejé.

—Lo siento—susurro ante mi quejido

—No pasa nada—dije

Paso las vendas al rededor de mis brazos y solté un quejido más, luego de limpiar ambos brazos bajo nuevamente.

Me levanté del piso y me tiré a la cama para cerrar mis ojos, no fueron ni dos segundos cuando me levanté para ir a vomitar.

—¿Estás bien?—escuche a Khai cuando ya estaba enjuagado mi boca.

—Sí, sólo me duele un poco la cabeza.

Camine hacia afuera y me acosté nuevamente en la cama, Khai se acostó a mi lado así que la abracé para jugar con su cabello.

—Perdón por causarte tantos problemas.—murmuré

—No me causa tantos problemas.—dijo

—Perdón por ser un novio de mierda.