estamos bien

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Clarke pasaba en algodón por mis heridas, me quejé levemente y susurro un lo siento.

—¿Te duelen mucho?—asentí—Boris, no más.

—Fue inevitable.

—Ok pero no más, ¿promesa?—estiro su meñique

—No te lo puedo prometer—susurré

—¿Harás el intento?—asentí para tomar su meñique

Mire todos los cortes en mis brazos, me había acostado con todos estos desde el día anterior.

—¿Ya te sientes mejor? ¿Tú estomago ya se afirmó?—asentí

—Sólo falta que me de hambre—dije y asintió.

Se levanto y comenzó a recoger las cajetillas de cigarros junto a las botellas de alcohol, dejo aquella pequeña navaja sobre mi mesa de noche.

—¿No crees que te pasaste con Khai? Estuvo mal todo el día.

—No, no lo creo, sólo le dije que no lo entendía y que habláramos cuando, al menos, tratará de entenderme.

—Me refiero a no decirle lo de la fiesta.

—No es mi mamá y ella sabe que hago esta clase de cosas.

—Ustedes dos son muy raros, se quieren pero son ta orgullosos que ninguno sabe admitir su error.

—Exclamó quien le rompió el corazón a una chica por gusto de ver su sonrisa apagarse y no poder aceptar su error hasta después de más de tres años.

—Pero no eres yo y ella no es Maya, Maya y yo éramos insanos ¿ok? Ustedes dos tienen comunicación y se dicen las cosas porque eres directo y ella tiene un carácter demasiado fuerte como para no decir las cosas, entonces no veo porqué no se piden disculpas.

—El error no fue mío y no se ha preocupado por mí en todo el día, entiendo la preocupación sobre nuestra relación pero se debe preocupar por mí como una persona, más allá de la relación, lo hago con ella.

—Jamás van a ser iguales, Boris, ella hace cosas que tú no y espera que las hagas pero no las harás ni aún que te paguen.—dejo la escoba

—Por dinero hago todo.

Se acostó a mi lado y nos miramos.

—¿Y?—dije

—Estás empezando a tener más conexión conmigo que con Khai.

—Cállate, gay de mierda—dije divertido y golpeé su cara, él también ríe

—No pero amigo, lo digo en serio, desde que le dijiste que necesitabas algo de espacio y tiempo para distraerte están demasiado raros.

—¿Que idiotez estás diciendo? Estamos bien.

—Boris, no pierdan lo suyo porque faltas una semana y ya como cien tipos tienen su número de teléfono.

—Odio no ir a la escuela pero odio salir de mi casa y empezar a sentirme mal cuando estoy bien afuera.

La puerta de abajo fue golpeada, Clarke se levantó luego de decir "yo voy". Al rato sentí varios pasos y voces, abrieron la puerta de mi habitación.

—Hola—salude

Eran los chicos más mis amigas de la fiesta, fueron a mí.

—¿Como estas?—una de las chicas, Kira, se sentó en la cama

—Bien—asentí

—Ayer las cosas se pusieron muy locas.

—¿Puedes dejar de grabar todo?—gire mi cabeza hacia el otro lado y tape mis ojos

DRUGS || BORIS PAVLIKOVSKY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora