DRUGS || BORIS PAVLIKOVSKY

bien

—¿Sabes que? No te voy a decir nada—digo—, no te voy a decir nada.—repetí

—Bien.—Boris encendió un cigarro y lo llevó a su boca, estaba sentado en el piso de su habitación.

—¡Basta!—se lo quite y lo tire al suelo para pisotearlo

—Estoy cansado, no voy a discutir por eso.—iba a tomar la cajetilla pero se la arrebate

—¿¡Que mierda va a tener que pasar para que entres en razón!? ¿¡Va a tener que morir alguien de una sobredosis!? ¿¡Van a tener que matar a alguien!? ¿¡Como mierda vas a entrar en razón!?

—Exageras.

—¿¡Te quieres matar o que mierda!?—me arrodille al frente de él

—Estoy jodido.—dijo

—¡Pero estás jodido porque quieres estar jodido!—comencé a llorar, como siempre, me atrajo a él y me abrazó

—No llores.—sobó mi espalda

—Sueltame.—puse mis manos en sus hombros y lo hice para atrás—¿Que tan drogado estás para estar así de relajado, joder?

—Ni yo lo sé—rió—. Ven—me abrazó—, abrázame.

—Jodete, jodete, jodete—lo empujé por cada "jodete" pero no me soltó—. ¡Detente!

Le di un fuerte empujón e hice que me soltará, se tiro hacia atrás y toco su cabeza. Se levantó con rapidez luego de un rato y fue al baño.

Me tape la cara estando llenando lágrimas, mis manos también se humedecieron, al rato sentí la cadena del baño yéndose y el agua corriendo, Boris salió del baño.

—Por Dios soy una niña de dieciséis años cuidando al drogadicto—murmuré

—Puedes dejar de "cuidarme" si quieres—se sentó frente a mí nuevamente

—¿Y quien carajos te pondrá un alto?—dije molesta

—¿Por que te enojas tanto? Mejor abrázame.

—No, Boris, no te voy a abrazar y me enojó tanto porque me siento más como una cuidadora que como una novia para ti.

—Bien.

—¡Deja de actuar así!

—Bien.

—¡Detente!—lloré aún más

Solté un suspiro y me levanté para bajar las escaleras, tomé la escoba y una bolsa para volver a subir. Comencé a limpiar con Boris tirado ahí, cuando termine de limpiar me agache para recoger las pastillas y ponerlas en el frasco.

—No las—las tiré antes de lo dijera, tomó la bolsa de basura y las busco.

—¡Boris!—digo

—Dije que no las tiraras—las sacó y fue a su mueble para guardarlas ahí

—¡Estás enloqueciendo!

—Las necesito.

—No, no las necesitas—me agache y lo abracé—. Por favor, Boris, por favor...Detente.

Paso sus brazos por mi espalda pero no dijo nada, acaricio mi cabello. Me oculte en su cuello para llorar como nunca antes.

—Por favor, prometelo.

—No puedo prometer algo que no voy a cumplir...

[...]

Estaba acostada en mi cama, hundiendo en lagrimas mientras comía palomitas.

—Hola, ¿cómo estás?—mi mamá entró y se sentó en mi cama

—Genial, mi mamá invade mi privacidad y mi novio está hundiéndose cada vez más...No podría estar mejor.—lleve palomitas a mi boca

—Khai, hablo en serio, parece que se hubiese muerto alguien.

—Estoy bien—llevé más palomitas a mi boca

—¿Que ocurre con Boris?

—Tiene problemas en casa ¿bien? Eres mi mamá, no mi psicóloga.—Vinns se acostó sobre mí

—Estoy tratando se enmendar mi error.

—Ok, déjame tranquila por favor, no me estás ayudando.

—Bien.—se levantó

—¿¡Puedes todos dejar de decir "bien"!?—si antes lloraba, ahora me quebre en llanto y mi mamá me abrazo

—Ven, ven, tranquila...Todo va a estar bien.—beso mi cabeza—Todo va a estar bien, relájate.

Todos me decían que debía calmarme, que debía estar tranquila pero ninguno de ellos sentía lo que yo sentía. Saber que la mitad de la escuela me odiaba y saber que mi relación se estaba desmoronando no era lindo.