XL.

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La sonrisa en el rostro de Mirio no se había borrado. No. Es más, se había vuelto aún más grande. Con su pulgar limpio la sangre bajando por su pómulo.

¿Quién pensaría que un estudiante de primer año podría llegar a golpearlo?

A pesar de la nueva confianza por aquel golpe, Kirishima sonreía nervioso internamente. Esta pelea se volvería una de resistencia sin lugar a dudas. Y siendo sincero, el tiempo que podría mantener todo su cuerpo endurecido no era mucho.

El mismo caso ocurría con Naruto y su Velocidad de Dios. El limite del chico en ese estado era unos veinte segundos, y seguramente, el quirk de Mirio no tendría un limite de tiempo como el par de primer año.

Nejire saltaba como una niña pequeña alardeando sobre su nuevo mejor amigo, Mono Bigotes, y lo increíble que era al lastimar a Mirio.

Tamaki cerró su boca, que se encontraba abierta por la impresión, concentrándose en el combate.

- ¡Si que tienen energía los de primer año!- exclamo Mirio comenzando a correr hacia el par.

- ¡No hay que perderlo de vista!- mencionó Kirishima.

Tarde, el estudiante de tercer año se sumergió en el suelo desapareciendo de la vista de todos.

Al estar espalda con espalda, Mirio no podía aparecer en medio de ellos. Un factor menos el cual preocuparse.

La quijada de Kirishima recibió un golpe bestial que sacudió toda su cabeza.

Naruto se dio media vuelta intentando ayudar a su mejor amigo. Grave error. Rompió la formación espalda con espalda.

- ¡Estoy bien!- exclamo Kirishima agitando su cabeza levemente deshaciéndose del mareo.

- ¡Cuidado irá por ti seguramen-

Naruto cortó sus palabras cuando Mirio volvió a salir por detrás suyo lanzando un golpe. El rubio lanzó una patada directo al rostro del estudiante de tercer año, solo para ver en cámara lenta, como su golpe atravesaba al chico.

- (¡¿Por qué?! ¡Si antes lo golpee!)-

Un golpe a la boca del estómago le arrebato el aire al cuerpo de Naruto.

- ¡Bro!-

Kirishima lanzó un rápido derechazo, pero contra la velocidad de los reflejos de Mirio no podía competir.

El chico de tercer año se sumergió nuevamente en el suelo, apareciendo a metros del par.

- (¿Aquel golpe solo fue suerte?)- pensó Mirio viendo a Naruto recomponerse casi al instante del golpe-. (No, su velocidad fue más rápida que mis reflejos, pero, ¿por qué esta vez no fue el caso?)-

- Bro, ¿estas bien?- preguntó Kirishima.

- Si, comparado con los golpes de Nomu, y las patadas de Rumi-chan... esto no es nada- sonrió Naruto levantando un poco su remera mostrando sus abdominales definidos.

- ¡Que varonil, bro!- exclamo Kirishima apretando sus puños admirando a su amigo.

Los pensamientos de Naruto iban a mil por hora. ¿Por qué el anterior golpe había impactado? ¿Por qué el reciente se sintió distinto? ¿Acaso fue la velocidad? No, ¿el tiempo de reacción?

- ¡Vamos! ¡Vamos!- rugió Mirio empezando a correr hacía ellos nuevamente.

¡Plaf!

Aizawa dio un aplauso deteniendo la pelea.

- Ya es suficiente. Creo que entendieron bien la "experiencia" que querías transmitirles- sentenció terminando el encuentro.

Kirishima dio un suspiro relajado desactivando su endurecimiento. Menos mal, unos veinte segundos más y habría llegado a su limite. Sin lugar a dudas, podía resistir los golpes de Mirio con su endurecimiento activado en todo su cuerpo, sin el, de seguro cairia al primer golpe.

Rey Mono.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora