COMPROMISO

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Era casi tan cliché que simplemente soltó una amarga carcajada cuando vio su reflejo en el espejo.

Se puso completamente de frente observándose por primera vez en días.

El cabello, estaba húmedo... lógico si acababa de salir de la ducha ¿no?, pero el hecho de estar fresco no quería decir que se veía bien, la percepción que tenía de él era más bien triste.

Como toda ella.

La blanca camisa holgada era lo único que tenía de él, la respiración se aceleró un poco, pero haciendo mella de todo su autocontrol simplemente emitió un pequeño suspiro.

Su pantalón gris colgaba de sus caderas y sus pies descalzos daban el toque final.

Los ligeros espasmos a causa de la falta de aire obligaron a su mano izquierda a presionar el pecho entre el cuello y la clavícula tratando de calmarse.

Pero fue un error imperdonable que hiciera eso.

En su dedo anular brilló el hermoso anillo de compromiso de los Malfoy, la pequeña y sobria sortija seguía descansando sobre su dedo.

Sus ojos se nublaron de inmediato a causa de las lágrimas, transportándola de nuevo a esa comida.

MANSIÓN MALFOY

(Seis meses después de la liberación de Draco Malfoy)

Los elfos caminaban de aquí para allá rellenando las bandejas de comida, así como las copas de vino que estaban en las mesas.

Narcisa sonreía de oreja a oreja a todos los invitados, para ella era un alivio que su hijo abriera permanentemente la lista de personas que podía asistir a la mansión, al igual que aquella improvisada fiesta.

-Me prestan su atención por favor – el rubio se había puesto de pie y había caminado al centro del salón para atraer la atención de todos – agradezco que hayan podido venir aquí con tan poco tiempo de anticipación

-¿Hay alguna razón en específico por el que nos hayas tenido que juntar con... – la mirada de Pansy no era para nada agradable, ni disimulada – los leones?

-Pam-Pam – Blaise le pasó el brazo por los hombros – se amable, ellos ayudaron a que Draco saliera libre y a mí también – le regala un beso en la mejilla – se amable

-Ah bueno – levanta la copa que tenía en sus manos hacia ellos – pues gracias... supongo

-Sí bueno – Draco se aclaró la garganta de manera incómoda por el comentario de la pelinegra – disculpen a Pansy, no ha cenado y eso le pone un poco de malas – sonrió nervioso –

-Hijo – se acercó Narcisa poniendo una mano sobre su hombro – ¿Te encuentras bien? Pareces un poco...

-Ansioso – intervino Pansy –

-Yo diría más bien alterado – asintió Blaise –

-¿Preocupado? – se bufó Theodore de igual manera –

-Iba a decir – Narcisa elevó el tono de voz haciéndoles callar a todos – nervioso

-¿¡Me dejan hablar?! – el rubio explotó finalmente pasando de manera desesperada la mano por el cabello – ehh... por favor – todos guardaron silencio – bueno la razón de que les hayamos mandado a llamar es para comunicarles algo importante – se rascó la nuca levantando la mirada hacia la castaña – ¿Me acompañas?

-¿Hayamos? – todos los presentes comenzaron a murmurar mientras la castaña con un ligero tono rosado sobre sus mejillas caminaba hasta tomarle la mano –

-Presumo que la mayoría de ustedes ya lo sabían – comenzó Hermione con una sonrisa agachando la cabeza de tanto en tanto – pero para los que no pues es momento de decirles que Draco y yo teníamos un noviazgo – soltó –

Pansy, Theodore, Ginny y Lavander se quedaron con la boca abierta.

-La razón de que se los digamos hasta ahora era por respetar un poco de nuestra privacidad – completó el rubio – no quiero que me ataquen – señaló a su grupo de amigos – o le reclamen algo a Hermione – señaló a la pelirroja quien estaba a punto de irrumpir en gritos – porque fue un acuerdo al que llegamos los dos

-¿Por qué? – musitó Pansy asombrada – ¡¿Y PORQUÉ TU NO ME DIJISTE NADA ZABANDIJA DESGRACIADA?! – golpeó a Zabini en el brazo un par de veces –

-Nadie dijo nada porque no queríamos someternos a la presión social que esto podría acarrear – respondió Hermione – el juicio se celebró a puerta cerrada precisamente porque no queríamos que esto saliera a la luz

-Ya que si lo hacía y quedaba en libertad, como fue el caso nuestra vida privada hubiese pasado a ser pública

-¿Y qué hay de malo con eso Draco? – preguntó Theo dejando su copa en una mesa – ¿Qué no te sentías orgulloso de eso?

-Es lo mejor que me ha pasado en mi vida – tomó la mano de Hermione entrelazando los dedos con los de ella – pero no era por mí, no quería exponerla y obligarla a seguir atada a mí por las suposiciones de la gente o por la presión que eso podría ejercer

-¿Por qué ahora? – susurró Ginny – digo, nos queda claro que están juntos – señaló las manos – pero por qué decirnos a nosotros ahorita... me refiero no en público

-Porque vamos a necesitar de su ayuda – suspiró la castaña –

-¿Con qué exactamente Herms? – preguntó Harry de manera cautelosa –

-Bueno – con una sonrisa juguetona y acercando a la castaña hasta pegarla a su costado tomó su mano izquierda y dándole un beso les mostró el anillo de compromiso – es que más que público, ahora será un escándalo 

Libertad AnticipadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora