DUDAS (Parte 2)

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-¿Entonces porqué me necesitas aquí? – musitó la castaña en voz alta – si tanto te desagrada mi presencia, no entiendo porqué me buscaste

-Porque eres la mejor – volteó suspirando cruzando los brazos bajo su pecho – y aunque me repugne, lo eres... reconozco la inteligencia cuando la veo Granger y aunque Theo es prácticamente otro hermano para mí, sé que no es tan competente como tú

-Theo es igual de competente que yo

-Pero no goza de la buena disposición de la gente como lo haces tú – le indicó a su hermana que pasara al comedor – en esta vida si estás del lado equivocado, no te es fácil la reinserción a la sociedad – sonríe de medio lado – aunque debo admitir que han sido grandes estrategas

-¿Estrategas?

-No me digas que en verdad creíste que podías pertenecer al grupo más elitista de Slytherin desde tiempos inmemorables sólo porque sí – ante la cara de pasmo de la castaña, Astoria no pudo hacer otra cosa más que sonreír con sorna y dejar escapar una pequeña risa – hay por Merlín, de verdad lo crees

-Astoria, no creo que esto vaya a funcionar – niega dándose la vuelta – será mejor que Ostron te atienda, si no confías tanto en Theodore

-No puedo creer que te creyeras todo el cuento – niega – a Draco no le importas tanto como lo dice, ni mis hermanos están tan congraciados contigo como lo hacen parecer

-No todas las personas usan a las demás Astoria

-Puedo creerlo de ti – le seguía de cerca – que vives en tu burbuja de ensueño y adora sentirse necesitada

-Yo no necesito sentirme útil para saber mi valor – gruñó enfrentándola – a diferencia de otras personas que necesitan sobajar a las demás para sentirse importantes

-No me digas – entrecierra los ojos – necesitas sentirte útil para los demás, porque de lo contrario nadie podría ser amigo o... – la observó de manera desdeñosa de arriba abajo – algo más para ti, no encajas en esta sociedad Granger, y tanto fue así que tuviste que mostrar ser la pieza más valiosa para que el mismo Potter te sintiera imprescindible

-Eso no es verdad

-A diferencia de todos los demás, yo veo las cosas con total claridad – alza una ceja – hago mis deberes Granger y sé que buscaste a tus padres después de la guerra... fue lamentable lo que pasó con ellos, pero dime ¿Acaso alguien se tomó la molestia de ayudarte?

-No podían – susurró afectada ante las palabras de la rubia –

-¿No podían o no les importabas? – alzó una ceja clavando la estocada que tanto había planeado – ¿El salvador del mundo mágico que prácticamente te debe todo a ti no se pudo dar el tiempo para pedir que te ayudaran en a búsqueda de lo más importante que tenías en todo el mundo mágico?

-Todos...

-Si, sí, sí... lo sé, todos perdimos cosas importantes, ¿Qué hay de Draco entonces? – se acerca un poco a ella – ¿Sabes que el tenía las suficientes influencias para poder pedir favores y que te ayudaran?

-El estaba...

-En Azkaban, lo sé – le toma del mentón deleitándose con sus ojos llorosos – ¿No es que te ama tanto que tenía que hacer a un lado todas sus malditas renuencias y orgullo para que alguien te ayudara?

-El no...

-¿Qué me dices de Zabini? – sonrió sádicamente soltando su barbilla – ¿No era tan amigo suyo como para prestarte un poquito más de atención? – alzó las cejas – ¿No él fue con Pansy a pedirte que les ayudes a liberar sus cuantiosas fortunas? ¡Ah no! Claro, eso fue sólo después de que Draco afirmara que sí se va a casar contigo

-¿Cómo...

-En ese momento volviste a ser útil

-¡YA BASTA! – negó secándose con rabia las lágrimas que escurrían por su mejilla – ¡TANTO MALDITO VENENO CORRIENDO POR TUS VENAS TE HACE DECIR COSAS QUE NO SON CIERTAS! Y que no sucedieron, al menos no así como las pintas

-¿De verdad? – sonríe de medio lado – ¿Sabías que Draco ya puede salir con permisos especiales del ministerio?

-¿Qué? – la castaña negó estupefacta ante tal información –

-Tengo un regalo para ti – observó su reloj antes de señalarle la puerta – para que no pienses que lo que te dije aquí se debe a un absurdo despecho porque Draco y yo terminamos nuestro compromiso, esto sólo es para que entiendas en qué te estás metiendo si aceptas casarte con él Granger...

-¿De qué...

-Fue un placer tenerte en mi mansión – alargo la mano nuevamente señalando la puerta –

Con la mente llena de dudas y su coherencia pendiendo de un hilo, reforzó sus cosas en su hombro y salió de ahí molesta.

Sus amigos... si, A M I G O S, le habían advertido sobre Astoria, y el gran resentimiento que guardaba desde que Draco había terminado formalmente con el compromiso. Así que simplemente se dedicó a caminar a la salida.

Podía escuchar las pisadas de la rubia tras ella, como asegurándose de que de verdad saliera de su mansión, con un chasquido tras ella observó como la puerta se abría automáticamente.

Suspiró sintiendo el aire tocar su rostro, unos pasos más... esto habría terminado, no la quería volver a ver jamás en toda su vida.

Y se ancló en la entrada.

-No es necesario que te quedes el día de hoy dragón... puedes tomarte el permiso del ministerio para pasear con Hermione – escuchó la "dulce voz" de la rubia a sus espaldas – ya otro día será nuestra reunión

Un ligero empujón por su hombro la hizo avanzar un par de pasos antes de escuchar la puerta cerrarse tras de sí

Libertad AnticipadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora