CONVENCIDA

44 1 0
                                    



-Daphne...

-Hermione, quiero ser dueña de mi parte de la herencia – suspira viéndola a los ojos – no quiero que sea Astoria quien la administre

-¿Disculpa? – negó con la cabeza por el repentino cambio de tema –

-Astoria está a cargo de mi herencia... hasta que ello lo considere prudente – rueda los ojos – pero al contraer nupcias, soy una mujer independiente y quiero que al suceder eso yo tome el control de mis posesiones

-Puedo hacer eso – asiente – pero no creo que tú marido...

-Y también quiero que redactes mi acta de divorcio – suspira – un par de días después

-Daphne... ¿Estás consciente de lo que estás pidiendo?

-No puedo tener un hijo con Draco – niega con los ojos acuosos – no me veo criándolo con él

-Es su padre – musita –

-Pero no es la persona que yo amo – le mira – se qué sabes de lo que te estoy hablando y es por lo que acudo a tí

-Puedo ayudarte con lo de tu herencia – asiente – también creo que te sentará de maravilla que tú puedas hacerte cargo de ti misma por tu cuenta... pero lo del divorcio

-Sé que no es tu campo – la interrumpe – pero también creo que eres lo suficientemente capaz de hacerlo – alza los hombros – siempre has sido la mejor

-No es eso Daphne – suspira frotando su cara – y seré completamente honesta contigo sobre esto, son mis intereses personales los que no permiten ser tu abogada... al menos no en todo lo que necesitas

-Tus intereses personales son perfectos para lo que te estoy pidiendo – le toma la mano – te estoy dando la oportunidad de tener la vida de tus sueños con la persona que amas

-No a costa de una criatura inocente – niega con los ojos acuosos –

-Me encargaré de darle una vida digna – suspira – no necesito que Draco me cuide, pero para eso necesito mi herencia

-Daphne piensa bien lo que estás haciendo, no puedes separar a Draco de su hijo – niega – la conciencia le carcomería el resto de su vida, lo conozco y a ti también

-No me conoces – niega soltándola –

-Sé que no eres como tu hermana, y que no eres capaz de lastimar a las personas – la observa –

-¿Y entonces debo sacrificarme yo? – niega – eso es para cobardes...

-No es cobardía – suspira – es un acto de amor

-Un acto de amor sería no condenar a un niño a un matrimonio fracasado desde el comienzo

-Eso no lo sabes

-Sé que jamás me casaría con Draco

-Él es una buena persona Daphne

-Sé que lo es – bufa – si no lo fuera no me hubiera ido a vivir a su mansión, lo que no comprendes Hermione es que jamás me podría casar con él – le tome de la barbilla para que la mire a los ojos – somos muy buenos amigos pero no puedo verlo de otra manera

-Lo sé – asiente – pero esos sentimientos pueden cambiar con el tiempo

-Jamás lo harán

-Eso mismo decía yo

-La diferencia es que ustedes se gustaban desde hace mucho tiempo, pero no se habían dado cuenta sin embargo no puedo enamorarme de la persona que todo el tiempo me protegió, y que muchos años lo vi como el prometido de mi hermana – hace una mueca de asco – entre nosotros creció un cariño inmenso, sí pero no podrá haber algo jamás

-Pero...

-Tal vez a mi hermana no le interese... pero yo jamás podría enamorarme de él, porque estoy enamorada de otra persona

-Esta bien Daphne, te ayudaré

-¿De verdad?

-Lo haré – asiente – pero tengo una condición

-Puedes tomar todo el dinero que desees

-Lo que te pido a cambio es que lo hables con Draco, creo que tampoco es justo que lo alejes de su hijo, para eso debería haber una solución y lo podemos arreglar

-Hecho – extendió su mano con una sonrisa en el rostro, pareciéndose un poco más a la joven que había conocido hacía algunos meses – 

Libertad AnticipadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora