NIDO DE AMOR

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La pelinegra desapareció por los pasillos y el rubio tomó de la mano a su prometida comenzando a subir los escalones que los llevaban a su habitación.

-Estás muy callada – musitó Draco mientras tocaba el agua y escuchaba a Hermione desvestirse a su espalda –

-Bueno – resopla ligeramente – es que por más vueltas que le doy al asunto de ninguna manera tú familia sale bien parada

-Mira Hermione – se gira atrayéndola a sus brazos, dejando de lado el delicioso calor que su cuerpo desnudo irradiaba al suyo – digamos lo que digamos nunca van a estar conformes – le da un beso – siempre pensarán que me aprovecho de ti, que lo hacemos para limpiar el nombre, que tú te estás sacrificando para no sé qué retorcida cosa – alza los hombros dando un pequeño beso en su nariz – por mí que digan lo que quieran mientras por las noches pueda abrazarte y hacerte el amor por el resto de mi vida

Con un suspiro y una gran sonrisa las manos de la castaña subieron enredándose en su cuello acercándolo para que la besara.

Cualquier pensamiento coherente que el rubio le hubiese querido seguir diciendo para quitarle esa preocupación de la mente, se desvaneció al absorber el primer gemido que había soltado al profundizar el beso.

Sus dedos se habían enterrado en su cadera y poco a poco se fueron deslizando por la espalda.

Un cosquilleo cargado de excitación era el rastro que dejaban los largos y finos dedos del rubio en la espalda de Hermione.

-El agua – jadeó Hermione al separarse un poco para respirar –

-Excelente idea amor – sonrió – te haré el amor en la bañera

-¡No! – rió – te estoy diciendo que dejaste abierta la llave

-¿Entonces no te hago el amor en la tina? – preguntó de manera inocente tras cerrar el grifo –

-Me parece – comenzó Hermione de manera seria – una idea deliciosamente excitante – finalizó colgándose de su cuello volviendo a besarlo

-Estoy completamente a su servicio – le hizo una reverencia tomando su mano para ayudarla a entrar en la tina – exclusivamente para complacerte

Un recorrido que no supo bien a que se debía, si al contacto de sus manos, al frío ambiente que la rodeaba o el calor del agua que se cernía a sus músculos conforme entraba al agua, le atravesó dejando las sensaciones a flor de piel.

Draco ingresó después de poner algunas esencias en la tina frente a ella.

-Hola – le sonrió de manera bobalicona haciendo reír a Hermione –

-Hola – accedió a su petición – me parece señor Malfoy que el asunto que tenemos en cuestión le será imposible de satisfacer desde su lado de la tina

-Creo que está en toda la razón señorita Granger – levantó una ceja – ¿Le gustaría unirse aquí a mi lado para que la tarea en cuestión pueda ser llevada a cabo?

-Creo que es su deber hacerlo – se acercó a él dándole un beso antes de recargarse contra su pecho – pero sólo por tratarse de usted haré una excepción

-Valdrá la pena – aseguró –

Tomando su barbilla giró delicadamente la cara comenzando a besarla con suavidad.

Libertad AnticipadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora