CHANTAJE

136 6 3
                                    


-Necesito hablar contigo – se acomodó el saco – mi tiempo por ahora es limitado fuera de la mansión, y mi madre ha pedido un favor especial para poder hablar contigo

-Pasa a mi despacho entonces – haciéndose a un lado extendió la mano hacia el lugar del que había salido – Daphne, por favor revisa que la merienda esté lista lo más pronto posible... no tardamos

Con un asentimiento caminó fuera del salón, mientras que ambos entraban al despacho.

-No quiero ser grosero... pero no creo que pueda quedarme a merendar con ustedes

-Tienes hasta las once de la noche – la rubia se sentó detrás de su escritorio – he estado en el ministerio Draco, escucho cosas

-Te has reinstaurado del todo en la sociedad mágica no

-El hecho de que mi madre haya podido disuadir a mi padre de mantenernos en las filas del señor obscuro tiene sus ventajas – alza los hombros – además no portamos la marca

-Tienen suerte...

-No te compadezcas... no serías lo que eres sin las cosas buenas y malas que te han sucedido

-No lo hago – cruzó una pierna – entonces ya sabes a qué se debe mi visita

-Me puedo hacer una idea – sonríe reclinándose sobre la silla – pero prefiero oírlo de ti

-Por supuesto que lo querrías – hecha su cuerpo hacia adelante – no te puedes permitir no humillarme verdad

-No haré que te hinques Draco – sonríe lobunamente – simplemente quiero que me lo pidas por favor

-Necesito que me prestes dinero – responde antes de que se arrepienta – las empresas Malfoy están pasando por un buen momento

-Pero congelaron los fondos – asiente – escuché sobre eso

-Te regresaría todo por supuesto – le mira – e incluso más, lo único que no quiero es poner preocupaciones innecesarias sobre mi madre

-Y sobre ella – entrecierra los ojos – ella podría abogar perfectamente para que liberaran fondos suficientes ¿Lo sabes verdad?

-No quiero que se entrometa en estos asuntos

-Jamás fuiste una persona recta Draco – sonríe suavemente – creo que tienes la capacidad de usar a tú pequeña mascota para que se juegue el pellejo un poquito más por ti

- ¡Respeta a Hermione Astoria! – le señaló con el dedo después de golpear el escritorio – no puedo responder de mis actos si le faltas al respeto

-Pero no lo harás – volvió a reclinarse en su asiento con una sonrisa – un mal comportamiento, una mala palabra... algo que inquiete al ministerio y volverás a tener un lugar en la preciada celda de Azkaban, de la que, con mucho esfuerzo debo admitir, tu pequeño juguete te sacó – chasquea la lengua de manera negativa – no le harías eso ¿O sí?

-Por supuesto que no – suspiró Draco levantándose – tienes razón – con una pequeña inclinación y las uñas clavadas en la espalda dio media vuelta –

-No he dicho que no te voy a ayudar

-Creo que tienes mas interés en humillarnos... que de ayudar

-Sólo necesito que me prometas algo antes de que te preste el dinero que me solicitaste

- ¿Qué? – se quedó de espaldas a ella y a un palmo de la puerta –

-Pasarás tiempo con nosotras

- ¿Qué? – volteó el rostro como si estuviera loca – ¿De qué me estás hablando?

-Nuestra historia terminó Draco, lo he aceptado – alza los hombros – pero mi hermana Daphne siempre ha estado interesada en ti, incluso cuando salíamos... no es sorpresa para nadie

-Te recuerdo que estoy en una relación con Hermione – niega – no sé qué pasó por tu cabeza al hacerme una proposición como esta

-Es algo sencillo que te hará ganar – suspira poniéndose de pie – pasa tiempo con nosotras, aquí, con mi hermana específicamente... y si al cabo de unos meses no cambia tú decisión eres libre

Libertad AnticipadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora