PERDÓN

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-Aquí está el agua para la señorita – le entregó un vaso a Hermione – y nuestra botella caballeros – sonrió sentándose en el pequeño espacio que le habían hecho – pero ya no me dejen tomar sólo por favor

-Te juro que si mojas algo de esto – lo sentenció la castaña – te voy matar Blaise

-Por milésima vez castaña – niega – que no voy a tirar nada – observa el suelo tapizado de hojas – ¿Por qué no pueden ser personas normales y poner todo esto en la pared?

-Hermione tiene un fetiche con el suelo – musitó Ostron distraído mientras extendía la mano para tomar el vaso que le tendía la castaña –

-Es muy raro que hagan ese tipo de cosas – frunció la nariz el moreno –

-¿Hacer qué? – levantó la vista Theo –

-Eso – sacudió sus hombros – responder algo por el otro, eso del vaso... ni siquiera se están viendo – volteó a ver al pelinegro – es raro, y es una razón muy valida en mi punto de vista para que el hurón lo quiera matar siempre que lo ve

-No es para tanto – suspiró la castaña sentándose en flor de loto – simplemente somos buenos amigos, nos conocemos ya de tiempo – suspiró – ¿Hasta cuándo estará enojada Pansy?

-Nadie lo sabe – alza los hombros – no es que no me divierta viendo todos los papeles y número que realizan, pero – mira el reloj – es hora de que me retire

-Podrías decirle que...

-Te contacte – asiente – siempre lo hago, aunque no me lo pidas – ladea una sonrisa – se recompondrá... solo dale un poco de espacio – le guiña un ojo ante la sonrisa triste y se retira –

-¿Quieres un consejo sobre Pansy? – musitó Theo –

-Por favor – se deshizo el chongo masajeando su cabeza un poco –

-Los recaditos no le van – niega – necesitas verla

-Ni siquiera me responde los patronus o las cartas, ¿Cómo voy a hacer eso?

-En este momento sabemos donde va a estar – sonríe Theo – nosotros podemos terminar aquí

-No es su trabajo – niega – si quieres déjenlo y regreso a terminarlo

-Estaremos bien – asiente – anda... que no querrás interrumpirlos después – se ríe –

Un poco desanimada se levantó del suelo y tomando sus cosas salió de la mansión Nott, saliendo de los límites se desapareció, sólo para encontrarse frente a un enrejado aún más presuntuoso. No importaba las veces que se presentara en la mansión Zabini siempre le impresionaba el enrejado frente a ella, y que decir de la mansión por sí misma. La de los Nott se parecía más a una oficina que a un hogar, la de Pansy era todo glamour, la de Draco era seria y muy elegante, pero la de Blaise derrochaba en todo lo que te encontrabas al paso.

Colocó su mano al centro del portón, y tras un pequeño chasquido las rejas comenzaron a abrirse, los jardines estaban llenos de criaturas mágicas, que correteaban libremente atrayendo la mirada de la castaña.

-Sólo son las que no necesitan tanto control – salió con la camisa desabrochada y sin zapatos – los otros están en la otra parte de la mansión, aunque hay especies que aún me faltan

-Sigue siendo demasiado para mí – alza los hombros –

-Terminarás por acostumbrarte lo prometo – se recargó en uno de los pilares – ¿Pasó algo?

-Necesito hablar con ella

-No estará de buen humor – alza la ceja – y yo que pensé que me traías alguna noticia importante

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⏰ Última actualización: Apr 16 ⏰

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