La Torre ~ Capítulo 14

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Maximiliano

¡No lo puedo creer!
Mi Yolanda ha huido.

La cabeza no me dió espacio para reaccionar con lo que iba hacer, así que di un giro a fuera de la celda, pero Gadriel se trepó de mi brazo izquierdo y comenzó a gritar de nuevo diciéndome disparates que no le entendí ni una mierda.

— ¡Sueltame! ¡Sueltame, chico o te doy una patada! —pero él no ascendía, así que me giré y con mi puño le mandé un puñetazo en el estómago.

Con eso bastó. Mi sobrino cayó de rodillas y se hizo un ovillo del dolor.

— Lo lamento, Gadriel. No tengo tiempo que perder con vos. Así que debo darme prisa para levantar mis soldados y comenzar la búsqueda día y noche por mi hija.

Antes de cerrada la puerta pesada lo oí a Gadriel decir algo bajito que me obligó a abrir de un golpe y entrar a pasos pesados.

— ¿,Gadriel, que dijiste? ¡Repite eso!

— Hm dije... el cazador vendrá a... verte. Querrá respuestas y exigirá saber porque... tenías a un condenado yun trabajando para nosotros.

— ¿Qué dicés?

— El cazador, ése que se hace llamar Fénix fue... quién me hirió. Maximiliano, lo retuve lo suficiente tiempo para... que mi amigo Arthur pudiera escapar.

— ¿Gadriel cómo..., como lo supo?

— Es un cazador que no se le puede engañar tío. Déjeme ir con usted..., permíteme que le ayude con mi vida, no me dejé acá en está fría celda... por favor, por favor. —Suplicaba Gadriel con lágrimas en los ojos sin dejar de verlo. - Ya me arrepentí, necesito hacer esto por mi prima... Ay, Dios mío, no.

De pronto un soldado se dirigió al señor de la torre, parecía exhausto tanto correr.

— ¿Solin, que ocurre? —Maximiliano le preguntó con calma al soldado, y esté respondió alterado:

— Mi señor, no sé como decirle esto... el reinado Ultra envió a Fénix, el cazador..., pregunta por usted con urgencia.

El señor de la torre agachó la mirada y pensó: "Con que esto era cierto ¿eh? Estoy en problemas, esté bastardo me trajo al demonio aquí, su estupidez ego llamó la atención de ése tipo ¿ahora que voy hacer?
Mi hija está desaparecida, a Arthur lo envié lejos por error y ahora está mierda."

— Dile que iré en un momento. —Maximiliano, le ordenó confundido y perdido en su cabeza.

— ¿Señor?

— Dije..., hazlo pasar al gran salón. No le hagas esperar, no le gusta.

— Si, mi señor. —Aceptó inclinando la cabeza, luego salió corriendo.

Maximiliano se volvió a Gadriel que todavía estaba tirado en el piso, lo agarró por el cuello de la camisa y lo obligó a ponerlo de pie. Tomó aliento y le ordenó luego:

— Ve, ve a la enfermería. No te quiero ver y que no te vea el cazador o nos meterás en serios problemas más de lo que tiene está familia. ¿Oíste? ¡¿Me oíste?!

El chico asiste con la cabeza con pavor y luego se retira con pasos moribundos.

* * * *

Narra el cazador.

Su sangre me trajo hasta acá. No pudo ser tan estupido para caer tan bajo, y vino directo dónde obvio que iría por él. Bobo maricón y tonto, advertirle al señor de la torre eso no le ayudará..., conoce los reglamentos del reino y no los puede contrariar.

Me dejaron pasar. Dos de sus soldados me acompañaron al gran salón, me ofrecieron agua pero yo no acepté por mi seguridad de salud.

Esperé sentado unos minutos ¡Odio esperar!

Al rato le veo su silueta de lejos en aproximarse. El señor. Maximiliano me miró con una sonrisa nerviosa, se me acercó y le estrecho la mano con firmeza.

— ¿Qué lo trae por aquí su visita inesperada, Fénix? Tengo entendido que cuando un cazador viene a verme... en persona es porque un tal grado de gravedad está pasando en la región. Así que... ¿en qué le puedo ser útil?

Narra Rose

Oí veces desde mi alto mientras trabajaba en nuevos productos mágicos con pociones.
De hecho escucho todo. Las peleas entre aquel Yolanda y su padre, peleas entre aquel chico Arthur con Maximiliano, las charlas que tuvieron entre Arthur y Gadriel, más peleas después una vez más Gadriel y su tío.
Psss. Ahora ha llegado un invitado indeseado a la torre.
¿Debería bajar a espiarlos?

¿Qué puedo perder? Bajaré y los veré con mis propios ojos y no con la bola mágica.

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