La Torre ~ Capítulo 18

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Yolanda

Desperté con la vista nublada, con los sonidos de la corriente golpeando las rocas, las pelusas blancas y doradas desprendiéndose como nieve de los árboles empujadas por el viento,  también habían un montículos de enredos de serpientes de todos los colores junto a un extremo de uno de los árboles.

Estaba recostada de un lado sobre el césped y esforzando los ojos para no quedar de vuelta perdiendo el conocimiento.

Estaba confundido con la mente sintiendo un peso sobre mi.
Al principio no sabía que me había pasado pero cuando moví pie, gemí de dolor, lo tenía torcido y allí fue que recordé que me caí de las piedras y la corriente del lago me arrastró golpeando con violencia mi cuerpo contra las roscas, después caí al precipicio de las cataratas, al fondo del agua me fui hundiendo..., la sangre sobresalía del cuerpo mío como telas de pinturas.
Después de aquel suceso bajo el agua visualice una forma humana que me tomó por los brazos y me fue subiendo lentamente, desde ése preciso segundo... mi vista se oscureció en un total vacío que no me di cuenta si moría o no.

Intenté enderezarme, las manos me temblaban, el cuerpo lo sentía todo golpeado, me costaba creer que he sobrevivido a tal violencia. Pero significa que si sientes dolor es porque estás con vida y eso es bueno.

De repente recordé al yun ¿y Ricc?

Miré en todas partes y no lo veía. Hasta que oí un ruido detrás de un árbol que me asustó, detrás de ello vi un movimiento escondido, y de pronto se me reflejó la idea en la cabeza que es un humano oculto.

— ¿Ricc? —Llamé al ser que intentaba no mostrarse, sólo le veía una parte del brazo.

Esperé, esperé pero él no contestaba.

— ¿Eres vos, Ricc?

Esperé otros minutos hasta que lo oí su voz humana jovial que me llegó:

— Dijiste que no quieres ver un despreciable humano y... que me prefieres como yun. Bueno, hay... un problema. No puedo transformarme tres veces en un día y... debo esperar un lazo de espera de una noche y un día completa.

— Ricc... te ves herido.

Era cierto, su hombro izquierdo sangraba y no sé que más porque no le podía visualizar.

Por lo que notaba su piel era clara, su cabello oscuro lo tenía desprolijo.

— ¿Vos te lastimaste por mi para... buscarme? —le pregunté con cuidado y el corazón acelerado.

— Lo hice. No..., no estoy tan... herido, no se preocupe lady, Yolanda. Sólo... necesito descansar bajo esté árbol...

— ¿...por qué? ¿Porqué me rescatate? ¿Porqué hacés todo esto por mi?

— Yolanda...

Me callé.
Ahora la curiosidad causó en mi como un cosquilleo en la sangre, la curiosidad de... conocer cómo es como humano.

Me levanté apenas y éste resaltó al percatar que tenía intenciones de ir a verlo:

— ¡No! No tienes que verme...

— Quiero... confiar en vos, Ricc y... para poder hacerlo... ¿puedo verte?

— Si no te diste cuenta desde un principio, estoy desnudo.

— Sos un hombre... y los... hombres les facilitan cubrirse la parte de abajo. ¿A caso no... puedes taparte con... las manos abajo para que yo pueda hacer... algo por ti?

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2022 ⏰

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