AMANTES (JK & TN )

2

Jungkook estaba en su oficina tecleando en su ordenador y absorto en unos documentos.

La puerta de su despacho se abrió y él miró sabiendo quién sería, solo había una persona que entraría sin llamar.

Se levantó de su asiento de cuero negro para recibir a su mujer que había llegado toda espectacular. Vestía de las mejores marcas de moda del país. Se habían vuelto más ricos ya que el negocio había crecido de forma notoria, y eso ella lo estaba disfrutando demasiado.

—Hola Ji-Eun ¿Necesitas algo? —le habló bastante seco y un poco irascible.

—Sabes lo que quiero Kookie, no te hagas de nuevas cielo —se acercó ella contoneando sus caderas.

—¿Más dinero? ¡¡Por el amor de dios!! Gastas demasiado ¿No crees? —llevaba un tiempo que no aguantaba decirle lo que pensaba.

—Tener un marido con dinero sirve para algo...¿No? —puso una sonrisa descarada—. No querrás que vayan diciendo en nuestro círculo social que tienes una de las peores mujeres vestidas.

Él suspiró agobiado por la situación que cada vez se volvía más repetida en el tiempo, como se había levantado para hablar con ella de frente se fue a sentar en su escritorio otra vez. Cogió su chequera y escribió con su pluma de plata una cantidad elevada de dinero, le extendió el papel con pocas ganas y ella lo cogió con una gran sonrisa.

—Gracias Kookie cielo.

—No sé lo que haces con todo ese dinero ni voy a preguntar, pero espero que no sea para nada
malo —le espetó mirándola mal.

—No te preocupes tanto que es para algo bueníiiisimo —iba diciendo mientras se iba hacia la puerta de salida contoneando sus caderas y agitando el cheque de forma enérgica.

Jungkook la quiso mucho desde que la conoció, demasiado diría, pero ella no se lo merecía. Llevaban sin hacer el amor unos meses porque le inventaba toda clase de escusas.

Dolor de cabeza, menstruación, infección vaginal hasta que estaba de retiro espiritual...¿cuando había creído ella en esas cosas de religiones?

Ya estaba desesperado. Él era un hombre ardiente y deseable... necesitaba amar, acariciar, besar y tener sexo joder, que las noches eran muy largas y la vida muy corta para estar de secano siempre.

Entonces es cuando conoció a TN, ese día de lluvia que por casualidades de la vida la puso en su camino. Era tan bella que no pudo remediar fijarse en ella desde el mismo momento que alzó su rostro al darse cuenta que lo tenía a su lado.

Cuando ese día la pegó a su cuerpo para que no se mojara por la intensa lluvia y ya que el paraguas era demasiado pequeño -hay que decir que lo agradeció- sintió algo en su interior. Le gustaba mucho, pero estaba casado y tenía que parar...no podía hacer algo que luego trajera consecuencias.

Ese día sólo charlaron animadamente y los dos se sintieron muy bien con aquella accidentada cita.

Después de unos días se volvieron a ver.

—¡¡Oh!! Hola TN —dijo Jungkook cuando estaba pidiendo su almuerzo rápido para llevar. Hoy tenía mucho trabajo y aunque podía haberle pedido a su secretaria que se lo llevara a su oficina, quiso estirar las piernas un rato. Cerca del edificio dónde estaba su empresa había un restaurante y allí es donde se vieron los dos.

—Señor Jeon —dijo ella muy correcta, tampoco quería parecer muy amigable aunque le encantó encontrarse con él. Había pensado varias veces en su encuentro anterior en estos días que no se vieron.

—Llámame Jungkook por favor. Señor Jeon me hace verme viejo y no me gusta dar esa sensación ante una mujer bella como tú —dijo él para volverla a poner de los nervios.

—Bueno...Jungkook —se le pusieron las mejillas levemente rosadas y él volvió a sentir que eran su delirio.

—Así me gusta más, TN.

Que bien suena mi nombre en su voz y en sus labios...pensó al escucharla.

—¿Vienes a por tu almuerzo? —le preguntó TN.

—Sí...¿Y tú?

—Yo iba a comer aquí...

—Pues entonces te acompañaré no tengo nada mejor que hacer —dijo esa mentira pensando en que esa noche estaría hasta tarde en su oficina por el trabajo que tenía que hacer todavía. Tampoco es que quisiera ir rápido a casa ya que seguro que su esposa vendría a altas horas de la noche como hacía en los últimos tiempos.

Y así es cómo siguieron con sus conversaciones. Se sentían cada vez más bien juntos.

Se dieron los números de teléfono y de vez en cuando se llamaban. Una de las noches que Jungkook no podía dormir porque Ji-Eun aún no había vuelto, tecleó sin saber porqué el número de TN.

Ella estaba durmiendo y escuchó vibrar su móvil. Entre sueños lo cogió. Al ver quién era echó la vista al otro lado de la cama para ver si Taehyung se había percatado de la llamada.

El otro estaba con su antifaz puesto y durmiendo plácidamente. Echó su cuerpo despacio hacia fuera de la cama y se dirigió a la planta baja. En un armario que había en la última habitación de la enorme casa se metió y se sentó poniendo sus manos en sus muslos y la espalda contra la madera. Marcó el número de él porque no había podido contestar tan deprisa cómo le hubiera gustado. Tenía los nervios a flor de piel y sabía que lo que hacía no estaba bien pero no podía reprimir las ganas de sentir su voz.

—¿TN?

—Sí Jungkook soy yo...¿Querías algo?

—Es que no podía dormir...¿Te he despertado?

—No..no te preocupes.

Él miraba por el gran ventanal que tenía en su gran apartamento en el centro de Seul. Sonreía un poco nervioso y dibujaba signos al azar en los cristales con el dedo cómo un adolescente.

—¿Sabes que me encanta cada vez que nos vemos?

—A mí también me gusta hablar contigo —decía ella sonriendo y dándole vueltas a un mechón largo de su cabello.

—Me gustaría verte mañana —se atrevió él a decirle aunque sabía que era muy precipitado en el tiempo, pero no tanto por el deseo que sentían los dos por estar juntos.

—No sé si estaría bien ¿Sabes? Estamos casados.

En sus conversaciones ya lo habían dicho. Ninguno lo había ocultado.

—Sólo es para conversar, no estamos haciendo nada malo.

Tardó un momento TN en contestar y el corazón de Jungkook se aceleró un poco al pensar que no quería volver a verlo.

—Está bien... ¿Dónde nos vemos?

Respiró aliviado y sonrió Jungkook, hasta un hurra silencioso hizo con su mano izquierda.

—Hay un parque en el lado oeste de la ciudad, si quieres nos podemos ver allí, mañana te mandaré la ubicación.

—Vale, allí nos veremos.

Los dos, cada uno a su lado del teléfono, estaban tan ilusionados que parecían dos chicos de secundaria en años adolescentes.

Hasta con su despedida parecían jóvenes...

—Corta tú....

—No corta tú primero...

Hasta eso hicieron. La sensación de estar haciendo algo malo no se les iba. Tendidos en sus camas no durmieron esa noche, sólo pensaba en el día de mañana. Jungkook se dió cuenta que esa mujer bella le gustaba, que no era solo sexo aunque lo había pensado también. No podía negar la evidencia que su erección le hacía entender. Le gustaría poseerla y hacerla suya...un pensamiento que quitaba a veces de su mente por respeto a Ji-Eun la cuál tardaba esa noche más de lo normal...

💜💜💜💜

Queréis que siga de alguna forma en especial? Tenéis algún deseo o ilusión por algo? Decirlo y yo lo escribiré por vosotros 💋💕

Espero que estéis bien 😘