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Estaba Jungkook en su despacho y Yoongi no se encontraba muy de acuerdo con algo que le había pedido.

—No puedes meterme en ese lío, me niego a ser tu mensajero, últimamente nadie te ha tenido que ayudar con una mujer así que a mí no me metas en asuntos de faldas —se negaba el asesor de su empresa a ayudarlo.

—¿No entiendes que necesito estar cerca de ella? He cometido un error y tengo que enmendarlo —no pensaba en otra cosa, la había humillado y no quería que huyera ni se alejara—. No sé lo que le prometí en el pasado pero creo que sé porque está así conmigo —miró por el ventanal que daba a la ciudad—. Quiere mucho más de mí, eso es lo que la enfurece y por eso me odia.

El otro torció el gesto.

—Las mujeres quieren exclusividad amigo y tú te involucras con demasiadas a la vez —no pudo callar la verdad.

Jungkook soltó una risa sin muchas ganas y se volvió para sentarse en su asiento junto a su escritorio. No sabía lo que esa mujer había hecho con su forma de ver las cosas, pero que estaba volviéndose importante lo estaba.

—No tengo a nadie más a quién pedírselo, sabes que si no me ayudas no podré hacerlo —lo miró
seriamente —. Esa mujer es alguien muy especial ya la verás cuando la visites —puso una gran sonrisa y mordió su labio—. Tengo que hacer que quiera estar conmigo de nuevo ya sea lo último que haga. La deseo demasiado.

Unos días después TN se encontraba en su oficina y Jimin fue a visitarla. Llevaban bastante tiempo sin verse porque él había estado de viaje.

—Te has vuelto importante y eso me gusta, eres una preciosidad que tienes a todos deseando hacer negocios contigo. Has resultado una gran mujer empresaria —lo tenía sentado en su mesa y con una rosa en la mano para dársela.

—Eres tonto Jimin —se reía— siempre me sacas una sonrisa por muy mal que me encuentre.

Ella cogió la rosa y él se bajó del escritorio para sentarse en un asiento frente a ella.

—Lo has pasado mal me ha dicho Hanna, ¿verdad? —le dedicó una mirada tierna y la conversación ya tomó un rumbo más serio—. Es que Jungkook ha cambiado mucho —de él también se había distanciado.

—No quiero hablar de eso de verdad, he decidido que no necesito saber nada de su vida, estoy cansada del tema Jungkook. Ahora estoy feliz con Tae, a mi manera pero soy feliz de verdad Jimin, se porta muy bien conmigo.

—Lo sé, todo el mundo habla de ello en los círculos sociales, de lo que ha cambiado del señor Kim Taehyung —lo había escuchado y se había sentido bien por ella, se merecía ser feliz— dicen también que es normal, con el pedazo de mujer que tiene.

Los dos siguieron con su amena conversación durante unos minutos más, decidieron verse en otro momento para tomar algo. Jimin se despidió de TN y salió para dejarla sola con su trabajo.

Aproximadamente a las dos horas llegó su secretaria.

—Señora Kim un hombre quiere verla.

TN la miró extrañada, no esperaba a nadie en el día de hoy, en su agenda no había programado ningún asunto ni reunión.

—Dice que es importante, dice que no se irá hasta que pueda hablar con usted.

—Está bien hazlo pasar —se levantó para recibirlo como era debido. Le gustaba ser atenta, le había costado llegar donde estaba.

Vio entrar a un hombre bastante atractivo, su pelo castaño era levemente largo, vestía con traje formal y su aspecto serio se disipó cuando le puso una sonrisa bastante atractiva que le gustó.

—Hola señora Kim —le hizo una reverencia —. Soy Min Yoongi el abogado y asesor comercial de una gran empresa de Seul —dijo algo nervioso al sentirse observado por aquellos ojos que le parecieron muy hermosos.

Joder con Jungkook, pensó Yoongi. Con razón le había insistido tanto con este asunto que debía tratar con ella.

—Mucho gusto en conocerlo, siéntese por favor —le señaló su asiento—. ¿Que es lo que desea de mí o de mi empresa?

—Pues verá —se sentó Yoongi y se desabrochó la chaqueta para estar más cómodo, ella se quedó por un momento viendo lo bien que le quedaba esa camisa—. ¿Señora Kim? —le llamó la atención al notar que no le prestaba atención a lo que iba a decirle.

—¿Sí?...sí...dígame —subió su mirada un tanto avergonzada.

Yoongi sonrió y siguió con lo que había venido.

—Bueno verá, yo venía a ofrecerle un negocio conjunto con la empresa a la que represento, podríamos hacer una fusión que traería un dinero importante para los dos.

¿Conjuntamente con otro CEO? No sabía si eso era algo productivo o le traería perdidas importantes.

—Pues así de pronto no sé que decir, primero podríamos tomar un café y me cuenta más detalles del asunto.

Andaba hacia la puerta de salida, en su paso pudo Yoongi admirar su esbelta figura y sus largas piernas, la miraba de reojo, no quería ser descarado y que pensara algo raro.

No pudo dejar de pensar que si no fuera porque Jungkook ya se había encaprichado con ella no le hubiera importado intentar algo con ese monumento de mujer

—¿Nos puedes traer unos cafés? —la escuchó decir a su secretaria cuando abrió la puerta de su oficina —. Así se hacen mejor los negocios, ¿no cree Señor Min? —lo miró con una sonrisa.

Estuvieron charlando por un buen tiempo.

Habían pasado unas horas y Jungkook estaba desesperado, no había señales del que fue a enredar a TN. Lo necesitaba porque si supiera quién estaba detrás de todo no querría hacerlo.

El nombre del CEO sería señor Jung y si aceptaba estarían juntos muchas veces para llevar acabo el proyecto conjunto. Había sido una gran idea por su parte. Soñaba con tenerla de nuevo entre sus brazos y en su cama.

Estaba tecleando su ordenador y revisando unos documentos cuando vio abrirse la puerta. Cerró el portátil de golpe para levantarse deprisa. Yoongi apareció al fin.

—¿Qué te dijo? —se notaba demasiado ansioso.

—Espera que llegue al menos, ¿no?, eres muy impaciente.

—Déjate de tonterías y dime qué te dijo de una vez —le soltó desesperado.

—Pues me ha dicho que le he gustado mucho y al que quiere ver otra vez es a mí, porque le he parecido un tío auténtico y que soy bastante atractivo.

—¿Quieres ganarte un puñetazo? —le estaba agotando la paciencia.

Pero Yoongi lejos de contarle la verdad, se dió su tiempo antes de hablar y contarle, era demasiado divertido. Cuando creyó que iba a recibir ese puñetazo que le dijo lo soltó...

—Dice que sí, que hará negocios contigo.

¡Joder! Si..sí... -- agitaba su puño y estaba realmente contento.

Estarían juntos de vez en cuando para intercambiar las ideas del proyecto conjunto.

—Eres un crack Yoongi —le dijo riendo.

—No rías tanto que esa mujer no estará eternamente esperando que tú la tomes en serio —no pudo dejar de decirle serio.

—Es que me gusta mucho, pero no sé si involucrarme del todo, quitársela a Taehyung tiene demasiados riesgos para mí, puedo perder mi empresa y quedarme en la calle. Es demasiado riesgo aunque sea por una mujer como ella...

AMANTES (JK & TN )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora