AMANTES (JK & TN )

17

La fiesta era una de las más relevantes de Seul. Todos los grandes empresarios se concentraban en el lugar para hablar de sus negocios. Intentaban hacer alianzas unos con otros, cada uno intentaba sacar el mayor partido a la noche.

Taehyung y TN hablaban con un gran número de ellos. Estaban a un lado de la sala todos juntos. Ella era el centro de atención de la mayoría, al ser una mujer espectacular era observada y deseada.

—Señora Kim —dijo un empresario bastante guapo—. ¿Cree que podríamos hacer negocios usted y yo?

Su marido al verlo en tono sospechoso la pegó a su cuerpo.

—Ella es libre de aceptar la propuesta que considere y sepa que es buena para su empresa —lo miró Taehyung con una mirada de advertencia— pero yo cómo su marido que soy no dejaré que a nadie se le ocurra lastimarla —rió un poco —. Pobre del que se atreva, lo dejaré sin nada y en la calle pidiendo limosna.

Todos quedaron en silencio porque sabian que lo que decía era verdad. Siendo uno de los mas ricos e importantes empresarios del país estaría realmente loco el que tocara a su mujer.

TN lo miró y le sonrió satisfecha. Verlo protegerla de ese modo había hecho que su corazón se moviera un poquito. Sin embargo la tristeza también apareció de pronto por saber que el que amaba no daría ni un centavo por ella.

Se acercaron a la barra a tomar algo y cuando vieron a Taehyung llegar muchos de los asistentes que aún no habían entablado conversación con él fueron a saludarlo, ser un pez gordo en este mundo empresarial tenía esa forma de acaparar.

Ella se echó levemente hacia atrás para dejar que lo abordaran, después miró hacia el otro lado de la barra. Allí se encontraba Jungkook riendo con al menos cinco mujeres. ¿Cuando se había vuelto tan cínico y casanova? Ella no lo recordaba de ese modo.

Era un empresario también muy reconocido y tenía mucho dinero, pero Taehyung era más rico y más influyente.

Relajó su cuerpo y no quiso pensar más en lo que le dolía su actitud poco respetuosa. Se dispuso a escuchar como elogiaban y hacían la pelota a su marido de forma tranquila. Éste hablaba de su multinacional y sus empresas en el extranjero, lo hacía con toda soltura y aquellos estaban disfrutando de la conversación.

Ella se encontraba detrás de todos y como se percató de que tenía una columna cerca se quiso echar en ella para descansar un poco. Entonces una mano rodeó su cintura y la puso en alerta, echó un vistazo atrás bastante tensa y los ojos negros que ella conocía de sobra la miraban desde muy cerca.

—Mira hacia adelante y no te muevas  —en un susurro le habló Jungkook.

¿Cuándo había llegado hasta ella? No se percató de eso en ningún momento, no se había dado cuenta, si lo hubiera hecho no estaría en esa situación tan incómoda y peligrosa.

TN se movió un poco nerviosa por estar Taehyung allí delante, aunque él no se enteraba de nada, seguía con sus explicaciones ajeno a todo lo que ocurría con ellos dos. Los empresarios dejaban a Jungkook y a ella algo escondidos.

—¿Porqué te fuiste sin decirme nada la otra noche? —le hablaba mientras ella notaba aspirar su aroma alrededor de su nuca. Tragó fuerte por tal sensación.

No quería tenerlo tan cerca, ya no.

—Quiero verte de nuevo —siguió diciendo sin saber que ella tenía ya un nudo en la garganta y dolor en su pecho que la hacían querer correr lejos de él.

Se movió un poco a un lado para soltarse de ese despiadado y frío Jungkook y empujó a un hombre bajito que había a su lado.

—Perdón señora Kim —dijo el hombre nervioso.