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( TN )

Me aguanté pegada a su cuerpo hasta que se durmió. Quería irme de allí, de su lado nada más terminar con la estupidez que había cometido, pero no me podía dar el lujo de que me viera de la forma tan patética en la que me encontraba. Necesité llorar por unas cuantas veces y sin embargo le di mi mejor sonrisa en todo momento. Escuchar su propuesta no había sido nada fácil.

¿Podemos vernos más veces para darnos placer el uno al otro?

Esas fueron sus palabras, ¿Hay algo más hiriente para una mujer enamorada de parte de ese ser especial que es tu mundo? ¿Hay algo más bajo a lo que se pueda caer? ¿Hay dolor más grande que el que tu amado te considere un pedazo de carne para satisfacerlo en sus más bajos instintos?

Moví mi cuerpo despacio y me solté de su agarre, Jungkook volteó hacia el otro lado y siguió durmiendo. Me vestí todo lo silenciosa que pude y conseguí salir de su apartamento sin ser ni vista ni escuchada. Adiós Jungkook, hasta siempre mi amor.

Era aún de noche y al bajar a la calle me di cuenta que iba descalza. Me senté en un banco y empecé a ponerme mis zapatos despacio. Y ahí, en ese momento, en ese lugar, mis lágrimas salieron al no querer quedarse por más tiempo encerradas entre mi pecho y mi garganta.

Tapé mi boca para que mis sollozos no fueran tan sonoros y desahogué temblando y sola todo lo que me molestaba y me atrapaba en ese duro sentimiento que no debió de haber empezado.

Fui tan tonta que hasta mi coche había dejado en las afueras de donde tuve mi asquerosa cita. Tan digna mujer de negocios que me quise dar últimamente y no podía cuidar ni de mí misma.

Cogí mi móvil y llamé a un taxi. Este me llevó a casa.

Entré sin ganas y fui hacia mi habitación, eran las dos de la madrugada. Taehyung dormía de su forma favorita, de lado y con toda la ropa hecha un desastre a su alrededor. Se despertaba a las cuatro de la madrugada a beber agua todas las noches sin excepción, era mi marido y dormíamos juntos como no saber eso. Desde que me casé con él fue así, además dormía con calcetines de felpa porque se le enfriaban los pies, reí un poco al recordar eso.

¿TN eres tú? —dijo y se incorporó somnoliento para mirarme de frente.

—Sí soy yo no te asustes, duerme —le sonreí.

—Eres tan bonita —su pelo revuelto y sus ojos somnolientos lo hacían verse tierno. Esa era su mejor estampa, ¿porqué no era siempre así? ¿Porqué no me enamoré de él?

Desde que decidí ser una mujer de negocios y volverme más independiente e impetuosa él había cambiado, me trataba con más amabilidad y quería seducirme a todas horas, me regalaba cosas sin razón alguna, pero su temperamento estallaba a veces aunque sé que conmigo ya no quería portarse de ese modo y yo era la única que me salvaba de su mal genio.

—¿Te lo has pasado bien?

Me senté en la cama a su lado porque me sentía culpable.

—Sí, ahora duerme que yo voy a darme una ducha y vengo a la cama contigo después —le toqué el pelo.

Salí sin decir nada más. Quité mi ropa y me metí en la ducha. Me sentí tan enojada que frotaba mi cuerpo para quitar la esencia de Jungkook de mi cuerpo.

Maldito, maldito.

Esas eran las palabras que resonaban en mi cabeza.

Terminé debajo del agua caliente con mi respiración agitada y llorando de nuevo.

Cuando llegué a la cama Taehyung me abrazó por detrás, estábamos en la postura de la cucharita. Me acurruqué a él porque necesitaba que me protegieran en ese momento.

AMANTES (JK & TN )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora