AMANTES (JK & TN )

5

¿Cómo debía TN afrontar todo lo que estaba viviendo? ¿Que debía hacer para que nadie notara lo feliz que era ahora, en éstos momentos que estaba enamorada?

Por las noches Taehyung quería estar con su esposa cómo antes, pero ella eso ya no lo podía soportar. Ahora le pertenecía a quién amaba de verdad, si le entregaba su cuerpo estaría rompiendo lo que sentía por Jungkook. Así que se resistía ante el que la creía suya para siempre.

—¿Qué te ocurre últimamente? Yo soy tu esposo y me debes respeto ¿No crees? No te comportes como una malcriada conmigo que sabes que no lo soporto.

Empezaron una discusión que la tenía sufriendo. Sabía el mal genio que tenía su esposo.

—Yo te respeto no sé porqué dices eso Tae.

—Te toco y retrocedes para irte de mi lado, no quieres que hagamos el amor, en realidad no lo entiendo, yo nunca me porté mal contigo para que te alejes como lo haces.

Y era verdad, aunque era engreído y bastante serio y seco nunca le hizo daño en ese aspecto que le decía. Jamás le tocó un pelo, solo que a ella no le gustó hacer el amor con él antes, pero se aguantó aunque no lo amaba.

Pero ahora era algo que no podía soportar. ¿Cómo iba a hacer el amor con él si le había jurado amor a otro? Si antes simplemente lo aguantaba ahora no podía soportar que la tocara siquiera.

—Lo siento pero eres mi esposa —la cogió Taehyung de la cintura con fuerza y la besaba mientras ella se resistía. Los labios dominantes de su marido querían poseerla de forma fiera y dominante.

Pudo al final después de mucho luchar soltarse.

Respiraba con dificultad y lo miraba bastante mal, con esa forma de comportarse estaba hiriendo a alguien que nunca la había visto comportarse de esa forma. Taehyung también jadeaba desesperado.

—¡No quiero! ¡No tienes derecho a tocarme! —le gritó por primera vez de casados.

—¡¿Que no tengo derecho?! ¡Soy tu esposo! Y si no vas a cumplir cómo esposa...sabes lo que te digo ¡Que fuera! ¡Hoy no dormirás en ésta casa que es mía! —ella lo miró con rabia por lo rastrero que era. Siempre le decía que todo era suyo. Maldijo en su interior a su padre porque él era el causante de su desgracia.

¡Quédate con todo, ya estoy cansada! —dijo ella y agarró un abrigo largo porque iba en pijama y su bolso para salir de aquella habitación de donde había sido echada.

—¡Y no vuelvas! — escuchó decir antes de atravesar la puerta.

Paró de pronto y respiró fuerte y volteó con rabia para encararlo. Taehyung se quedó boquiabierto con esa actitud nueva que le estaba enseñando, ¿cuando cambió tanto?

—Me haces un favor enorme aunque no lo creas —dijo calmada y con lágrimas en los ojos—. Estoy cansada de que creas que soy parte del mobiliario de esta casa.

Salió llorando y sin saber dónde ir.

Se vio en la calle, no sabía qué hacer. Podía haber llamado a su amiga Hanna pero estaba también casada y tenía un niño. No quería ser una molestia y ahí es cuando se dió cuenta lo sola que había estado siempre. Solo podía llamar a quién le había dado atención en este último tiempo.

Marcó su número y se sentó en un banco. Con un pijama de tela fina y un abrigo no muy grueso tenía bastante frío. Acurrucaba su cuerpo con un brazo mientras el otro tenía el móvil que sonaba y sonaba y no lo cogía nadie.

Lo intentó de nuevo cuando su cuerpo temblaba aún más.

Al final sintió que el pitido cesó. Lo había cogido.