20/12/2021
Esa inseguridad que todos hemos tenido alguna vez, el hecho de no sentirte suficiente en diferentes ámbitos de tu vida, ya sea respecto a las notas de clase, para la sociedad, para tus padres o para alguien. Esa sensación que te ahoga y te quita la vida y el aire poco a poco consumiendote, haciéndote creer que no eres capaz de hacer o llegar a algo por unos estándares que te imponen o te creas tú mismo.
Es jodido sentir que no llegas, ver la decepción en el rostro de los que te rodean, los comentarios, las miradas.
Ver como siempre eres reemplazado por otra persona, mientras que tú te esfuerzas al límite aún llegando al borde del precipicio pensando que esa persona te cogerá fuerte de la mano para que no te caigas, acabarás perdiendo el equilibrio bajando por ese borde que tanto temes, pensando en el porqué paso así y el que podrías haber hecho mejor para no llegar a ese punto, cuando la respuesta de esa culpa es la otra persona y aunque quieras cambiarlo no puedes, ya que eso no depende de ti, a pesar de todo el esfuerzo que hagas, siempre acabarás siendo la segunda opción, la mano izquierda que agarrar si te falla la derecha...
Ver como siempre van a estar comparandote con el de al lado por sus notas y calificaciones, sin pensar en que cada persona es diferente y única, sin tener en cuenta que te has esforzado al máximo dando más de lo que puedes para ver una sonrisa en sus rostros pero lo único que ves es decepción y lamento, pensando en que han hecho mal para que tú no llegues hasta el punto que ellos quieren...
Ver como por no ser como el resto te dejan de lado, te rechazan o te llaman raro o diferente, como si fuese algo malo el hecho de serlo. ¿Quién quiere ser una réplica de la persona que tiene a su lado? Lo lógico es que dijesemos, nadie, pero no es así, seguimos juzgando a las personas por todo lo que dicen y hacen, criticando si eso no entra dentro de un rectángulo de perfección idealizada...
Al final de todo nos damos cuenta de que, siempre tratamos de hacer felices a los que nos rodean dando pequeñas partes de nuestro interior sin importar el coste, el cual es nuestra propia alma, cosa que nunca nadie valora y a lo único que se dedican es a decir que lo hacen o dicen por nuestro bien o qué no quieren hacernos daño, como si eso solucionase algo. Pero nunca un perdón o un lo siento, ya que eso sería bajar su nivel de su mierda de estatus social o lo que se creen que tienen o valen. Quedándote tú solo, ahondando en tu interior para intentar darle vida a lo que algo en un día murió.
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En mil pedazos
Short StoryRelatos de una chica, tratando de deshacerse de su ahogo interior.