Capitulo 6

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El sonido de unos golpes me despierta e intento volver a dormirme, pero es imposible. Me incorporo y me ubico de manera espacio-temporal hasta que identifico que los sonidos vienen del piso de arriba, agarro el móvil y miro la hora; aún es temprano y decido bajar a desayunar para intentar aprovechar el sábado.
Mientras estoy en la cocina cogiendo un bol del estante de arriba para verter los cereales, oigo como se abre la puerta.
- ¿Rober?
-Estoy en la cocina. –Digo mientras intento alcanzar el bol. Los pasos de mi padre se hacen cada vez más evidentes y veo como se apoya en el umbral de la puerta.
- ¿Qué haces despierto?
-La de arriba que, como siempre, se pone a dar golpes a estas horas. –Respondo mientras vierto la leche en el bol que contiene los cereales. Busco una cuchara en el cajón de los cubiertos, la cojo y la sumerjo en el bol, remuevo con brío y comienzo a comer.
- ¿Qué harás hoy? –Pregunta mientras se enciende un cigarrillo.
-Pues había pensado hacer el vago durante todo el día. –Respondo con la boca llena.
-Me ha llamado tu abuela para decirme que si vamos al pueblo a pasar el día, me voy a dar una ducha y me voy hasta mañana por la noche. ¿Te vienes? –Le miro reticente, y la pereza se hace latente en mi cabeza.
Antes de que conteste, mi móvil comienza a sonar y sé quién es. Suelto el bol de cereales y me acerco a la habitación para comprobarlo. Efectivamente es él y sé que no parará si no le doy una respuesta creíble. Visto lo visto la noche anterior, esto para él es un juego en el que sabe que ganará. Con el móvil en la mano, vuelvo a la cocina.
- ¿Entonces? –Vuelve a preguntar. Lo pienso durante unos instantes y quizá esa sea la mejor excusa que puedo tener para que me deje en paz hoy.
-Claro, estará bien ir al pueblo.
-Pues venga, en lo que me ducho haz la mochila y nos vamos. -Dice, apaga el cigarrillo bajo el grifo del agua y se va.
Desbloqueo la pantalla del teléfono y busco el grupo de WhatsApp que tengo con la panda de allí.

"¿Estáis por allí?"

Pregunto porque, aunque solo nos veamos cuando nos juntamos allí, la mayoría no viven en el pueblo. Unos segundos después contestan:

"Son las fiestas pequeñas, claro que estamos por aquí"

En mi pueblo has dos fiestas patronales, unas que se celebran a final del verano que son las "fiestas grandes" y otras que se celebran a medidos de enero que son las "fiestas pequeñas". En ambos eventos se hacen las mismas cosas, pero en las grandes, al ser en verano, hay mucha más gente y duran más tiempo mientras que las pequeñas solo duran un fin de semana.
Un nuevo mensaje llega:

"¿Os parece bien a las 18:00 donde siempre?"

"Allí os veo" –Respondo.

Un mensaje llega y lo abro.

"A la una estoy en tu portal."

Ni un "Hola". Ni un, "¿has dormido bien?" No, es mejor ser un jodido insensible de la vida y poner esa frase tan escueta. No respondo, bloqueo el teléfono y me voy a la habitación para preparar las cosas.
Llega un nuevo mensaje.

"No me hagas ir a buscarte ahora, contesta"

De nuevo, no contesto. Este no sabe con quién juega, así que intento controlarme para no mandarle a pintar monas al campo cuando mi móvil recibe un tercer WhatsApp.

"Recuerda que también soy tu jefe."

No, esto ya no. No va a meter mi trabajo en esto también, que aprenda a diferenciar cuando somos cada cosa. Si le parece bien, bien y si no pues aire. Malhumorado, desbloqueo el teléfono y contesto:

"Ese sábado y me voy de viaje, Ya hablaremos"

Su respuesta no tarda en llegar:

"Por tu bien, no te vayas"

SOY TODO TUYO - parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora