All We Can Do Is Keep Breathing (Traducción)

1.Toma mi corazón en tus manos (Parte 1)

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"¡Tomlinson! ¡Rondas!"

Una voz fuerte y apresurada resuena por el pasillo, sacudiendo a Louis instintivamente. Se sienta derecho en la camilla abandonada en la que se había desmayado hace unas pocas horas, moviendo la muñeca adormilado para ver bien su reloj.

5:56 a.m.

Las rondas matutinas comienzan en cuatro minutos.

"Mierda." Louis resopla en voz baja, saltando de la camilla en un instante mientras su aturdido cerebro intenta alcanzar su cuerpo. Se apresura a meter los brazos en las mangas de su bata blanca, empaqueta toda su basura y gráficos dispersos y avanza velozmente por el pasillo vacío. Quienquiera que le haya dado esa oportuna llamada de atención ya se ha ido hace mucho tiempo, y se ha largado para asegurarse de que lleguen a tiempo. Así es la vida de un interno.

Louis considera tomar los ascensores, pero siempre tardan siglos en hacer aparecer y sin duda llegará tarde en el momento en que suba al ascensor. Lo que significa que sólo tiene tres minutos para subir de alguna manera cuatro escaleras desde el sótano, cruzar el vestíbulo este, subir dos tramos más de escaleras y llegar al ala quirúrgica a tiempo para las rondas.

Fácil.

Ha habido llamadas más cercanas. Momentos en los que Louis llegó a las rondas con sólo unos segundos de sobra, pero Louis nunca llega tarde a las rondas. Nunca. Y aunque se ha acercado más veces de las que puede contar, el precio por vender su alma por unos minutos de sueño, nunca llega tarde.

Louis atraviesa el hospital, recorriéndolo tan rápido como sus piernas lo llevan. Ve a Niall al otro lado del vestíbulo, moviéndose tan rápido como Louis. De todos los internos quirúrgicos de su clase en el Seaside Seattle Medical Center, Louis y Niall son siempre los que se acercan peligrosamente.

"¡Buenos días, campeón!". Niall asiente mientras Louis se apresura a alcanzarlo, alineando sus pasos apresurados.

"Hola, Horan. ¿Tú también dormiste aquí?"

"Yo tuve que, también." Niall suspira, tomando un trago masivo de su café helado. "Estuve monitoreando la producción de orina de un paciente con un whipple anoche. Sólo salí corriendo a buscar café. Te traje un café con leche".

"Ugh, Dios te bendiga". Louis suspira en agradecimiento mientras toma ansiosamente la taza caliente, dando la bienvenida a la vista de la cafeína. "Dios, te amo."

"Sí, sí. Me ayudaste la última vez, así que pensé que te devolvería el favor". Niall se encoge de hombros fácilmente, ofreciendo una pequeña sonrisa. "¿Estuviste de guardia anoche? No te vi en el piso".

"Ohh..." Louis suspira profundamente, contando los tediosos eventos de su muy lamentable velada.

"No, anoche estuve libre, así que fui a una cita a ciegas, una cita a ciegas horrible y deprimente. Y sabes que, primeramente, odio las citas a ciegas, son raras, incómodas y simplemente... vergonzosas. Pero, no sé... decidí intentarlo porque ha pasado un tiempo desde que intenté salir con alguien y él parecía bastante lindo o lo suficientemente lindo, así que ¿por qué diablos no, verdad?"

"Bien, supongo." Niall asiente con agrado, todavía bebiendo su bebida.

"No está bien. No está naaada bien". Louis niega con la cabeza, con los ojos muy abiertos y otro suspiro de pesar. Louis supo que era malo cuando su cita le informó felizmente que vivía en el sótano de sus padres y que parecía no tener planes de mudarse nunca. Nunca. Además, era tan manoseador, se conocían desde hacía 10 minutos y el hombre ya estaba tratando de tocar a Louis en la pequeña cabina del restaurante. Y para empeorar las cosas, la conversación entre ellos era casi inexistente y todo de lo que el chico quería hablar era de su pasatiempo extremadamente comprometido con la observación de aves, que, ¿qué diablos? Observación de aves, ¿en serio? Louis estaba fuera de allí, fingiendo un llamado de emergencia del hospital antes de que hicieran el pedido de la cena. "La próxima vez que vaya en busca de amor y validación, hazme un favor y deténme, ¿sí?"