All We Can Do Is Keep Breathing (Traducción)

10. Las costuras son irregulares.

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(♫ Somehow – Piano Tapes / Tom Odell)

Pasan las horas, convirtiéndose en días, sangrando en semanas y todo el tiempo Harry permanece pegado al lado de una Avery inconsciente. Las enfermeras y los médicos entran y salen, toman signos vitales, realizan análisis de laboratorio, ordenan una puerta giratoria constante de pruebas, pero nada cambia. Nada jodidamente cambia y Harry apenas se mantiene unido con cada momento que pasa.

Intenta distraerse, intenta hacer el poco trabajo que puede hacer desde la habitación del hospital de Avery, pero todo es inútil. La extraña. Harry extraña mucho a su pequeña Avery. Haría absolutamente cualquier cosa por ver su brillante sonrisa con hoyuelos de nuevo. O escuchar esa linda risita. Se muere por escuchar a Avery divagar sobre sus pasiones más recientes, como la extrema importancia de salvar a las morsas junto con toda la vida acuática en peligro de extinción o sentarse y responder todas sus preguntas sobre las cosas más aleatorias que de alguna manera son extremadamente importantes para ella. Y el lema de Harry cuando se trata de su hija siempre ha sido si es importante para Avery, entonces es igualmente importante para él.

Si pudiera cambiar su vida por la de ella, lo haría, oh Dios, claro que lo haría. Si de alguna manera pudiera arrojarse frente a ella y recibir la bala dirigida a su preciosa sien, no dudaría. Pero la bala ya está en su sangre, recorriendo su sistema, contenida dentro de su cuerpo debilitado. Harry no puede evitar que la pistola dispare, pero aún no está listo para recoger los casquillos caídos.

Jesse entra y sale, pero nunca puede quedarse mucho tiempo. Siempre una excusa en sus labios, hablando de trabajo o reuniones o conferencias, divagando inútiles disculpas y justificaciones por su repetida ausencia. Harry estaría más molesto si tuviera la energía, si tuviera la voluntad de preocuparse. Pero todas sus facultades emocionales están concentradas en su hija, enfocadas en estar ahí para ella, asegurándose de que sepa que no está sola.

Harry pasa horas hablando con Avery, aunque sabe que ella no responderá, pero no quiere que se sienta sola. No sabe cuánto le llega a ella, pero no importa del todo porque lo haría de todos modos. Harry le lee y le canta y le dice a cada momento cuánto la ama y cuánto la extraña.

A veces, su mente regresa a los viejos recuerdos de ellos dos, cuando Avery era sólo una bebé y Harry era un desastre total tratando de averiguar su papel de paternidad repentina. Un recuerdo en particular nunca deja de poner una pequeña sonrisa en su rostro. Su primer momento de unión real con Avery hace tantos años.

"Oh, por favor, Avery por favor." Suplicó Harry, parado en medio del pasillo de comida para bebés con una colección de frascos en cada una de sus manos y una bebé de 9 meses que no paraba de gritar. Había estado en la tienda durante la mayor parte de una hora, tratando desesperadamente de averiguar qué le gustaba a Avery, todo fue en vano. Avery se negó a comer, de hecho, se negó a hacer casi todo menos llorar, todo el día y toda la noche al parecer.

Y Harry se sentía fuera de su alcance, sin tener idea terrenal de cómo calmarla o cómo hacer que comiera regularmente. Ni siquiera dormía y Harry sintá la energía inexistente que había dejado completamente agotada ante sus ojos. Lo había intentado todo, había comprado una gran cantidad de libros para nuevos padres y visto innumerables videos, pero no había nada que cubriera su situación específica y única. Por mucho que lo intentara, Harry aún no tiene un vínculo con Avery; probablemente, en este momento, sólo era otra persona al azar para ella.

"Por favor, deja de llorar, por favor, Avery..." Harry lo intentó de nuevo con poca o ninguna esperanza.

Todo el rostro de Avery se iluminó de un rojo brillante mientras gemía desconsoladamente, los gritos frustrados resonaban por toda la tienda de comestibles.