Capítulo 10

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Al día siguiente, Aurelio fue a buscar a Julieta para su día de campo, como el día anterior, Mercedes le abrió y subió para anunciarle a Julieta que había llegado y él se sentó para esperar, el cambio fue que Manuel apareció

-Buenos días -dijo Manuel

-Buenos días señor Manuel -dijo levantándose -¿cómo está?

-Bien gracias -dijo mientras le daba la mano -¿esperando a Julieta?

-Sí, Mercedes fue a buscarla para irnos

-Bien, Aurelio, antes de que Julieta aparezca quiero hablar contigo

-Claro señor Manuel, ¿sobre qué?

-Primero quiero disculparme por mi actitud ayer, no debí tratar de convencerte que ocultaras tu profesión, pero Julieta es mi hija y no quiero verla sufrir, a veces ese deseo hace que actúe mal, sobreprotegiéndola

-Puede que no lo entienda por no ser papá señor Manuel, pero puedo asegurarle que sobreproteger a una persona como Julieta y con cualquier otra discapacidad es perjudicial, además lo detestan, créame, lo vi muchas veces mientras era practicante en el hospital de Londres y si está preocupado por nuestra salida descuide, cuidaré de Julieta con mi vida

-Más te vale, no sé a dónde parará su relación, pero por favor no la lastimes, ella sufrió el abandono de su novio, esa fue la razón por la que huyó

-No debe preocuparse señor Manuel, Julieta jamás sufrirá conmigo

-Eso espero

-¿Aurelio?

La conversación fue interrumpida por Julieta que bajaba junto a Regina, él no sabía cómo hacía ella para estar siempre linda, llevaba un vestido rojo que se amoldaba a su cuerpo resaltando sus curvas, además de un porte de reina a la hora de caminar, cualquier hombre se sentiría afortunado de tenerla como novia su exnovio era fue un tonto al dejarla.

-Hola Julieta, doña Regina -dijo acercándose

-Me encanta que seas puntual -dijo Julieta

-Hay que cumplir una cita, ¿vamos?

-Vamos

-Ya sabes Aurelio, cuida mucho a mi princesa, ella es el bien más preciado que tengo -dijo Regina

-Descuide doña Regina, la cuidaré

Se despidieron también de Manuel y después salieron de la casa donde los esperaba Emperador, el doctor ayudó a Julieta a subir y después partieron a la hacienda Oro Verde, cuando llegaron, Aurelio fue a buscar lo que había preparado para ese día y después la llevó a la cascada.

-Ya llegamos -dijo mientras la guiaba a un árbol

-¿Dónde estamos Aurelio?

-En una cascada dentro de la hacienda, es mi lugar favorito

-Puedo escuchar el agua, debe ser muy lindo -dijo mientras Aurelio la ayudaba a sentarse sobre las raíces del árbol

-Es un lugar hermoso, el agua es cristalina, perfecta para nadar, hay muchos árboles, flores, un pasto muy verde que seguro está delicioso porque Emperador está comiendo

-A Soberano también le gusta, cuando salíamos a cabalgar y descansábamos pastaba

-¿Sales a pasear con él?

-Sí, vivimos muchas aventuras juntos

-¿Qué aventuras?

-Un día salí a pasear con él y llegué hasta las colinas del valle, pero cuando volvía, Soberano se asustó y me botó, era de noche y además me torcí el tobillo como pude subí a él y pude volver, mis papás estaban angustiados

Ojos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora