Capítulo 16

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Aurelio llevó a Julieta a su hacienda para hablar con Manuel y Regina acerca de la llegada de los periodistas, pero primero Julieta le debía una conversación, entonces le pidió llevarla hasta la cascada para hablar más tranquilos, se sentaron bajo el árbol del picnic, permanecieron unos instantes en silencio hasta que la pianista dijo:

-Supongo que quieres una explicación y más ahora que estamos juntos

-Pues sí, agradecería que me sacaras de mi asombro y confusión

-Lo haré, lo prometo

-Entonces eres la Reina del Piano, Julieta Sampaio

-Sí, lo soy

-Vaya, Christine estará contenta al saber que su heroína es su cuñada, no puedo creerlo

-Y a mí me parece increíble que teniendo una hermana admiradora mía no hayas visto ninguna foto mía y más que nuestros padres son amigos

-Bueno, respecto a las fotos, Christine las tenía en su habitación pero no me llamaban la atención y en cuanto a mis padres, nunca lo mencionaron

-Es extraño

-Sí mucho, ¿y tú? ¿Cuándo pensabas decirme que eras la Reina del Piano?

-Después de mi operación

-¿Estaría todo este tiempo sin saberlo?

-Comprende, no quería que te acercaras a mí por ser quien soy, me equivoqué al pensarlo lo sé, pero ya te conté cómo fue el término de mi anterior relación, el miedo me dominó por favor no te enfades conmigo

Aurelio no respondió nada y la besó con pasión, demostrando todo su amor, comprensión y cuidado, era imposible estar molesto, Julieta era el amor de su vida la esperó por mucho tiempo y una omisión no sería obstáculo para amarla.

-Cómo podría indignarme contigo, ¿me escuchaste? -contestó tomando su rostro entre sus manos -yo te amo y lo haré siempre, pase lo que pase, deberé acostumbrarme a ser perseguido por periodistas pero no importa -dijo haciendo a Julieta reír

-Quienes se pondrán felices serán nuestras madres, tenían la esperanza de vernos juntos

-Mi papá también pero respecto a mi suegro no estoy seguro

-Mi papá te aprecia Aurelio, comprende soy su hija, estoy segura de que lo aprobará, si acaso hubiera problemas mi mamá y yo hablaremos con él, no te hará daño confía en mí.

-Confío mi amor -dijo besándola

A diferencia de otros besos este tomó una mayor profundidad, Aurelio tomó a Julieta por la cintura, acercándola más a su cuerpo, dándose amor mutuamente conscientes de que estarían juntos para cualquier dificultad venidera.

Manuel, Regina, Afranio y Victoria se encontraban en la sala cuando los novios entraron, sorprendiendo a sus padres

-Julieta, ¿qué haces aquí? -preguntó Regina

-Mamá, surgió una situación, los periodistas saben que estoy aquí

-¿Cómo? -exclamó Manuel

-Olegario apareció en la mansión, nos mostró una nota del periódico, decía que siguieron el transporte del piano

-Sabía que era mala idea traer el piano

-Lo dijiste mamá, debí hacerte caso y comprar un piano aquí

-De nada sirve lamentarse -dijo Regina -debemos saber qué hacer

-Pues yo no quiero ser encontrada, sería un escándalo

-Tengo una sugerencia, si Julieta acepta -dijo Aurelio

-¿Cuál?

-Puedes quedarte aquí hasta que todo se calme

-Es una hermosa idea -dijo Victoria

-Pero cuánto tiempo se quedará -preguntó Manuel

-Hasta que llegue el tiempo de la cirugía -dijo Julieta

-¿Cómo?

-Aurelio ya tiene fecha para mi cirugía

-¿En serio?

-Sí, será en dos meses en Sao Paulo

-Se lo estaba diciendo cuando llegó su agente, por cierto mamá, papá, ¿cómo no nos dijeron que Julieta era la Reina del Piano?

-Puedo explicarlo -dijo Victoria -Christine es impulsiva si lo sabía querría ir a buscar a Julieta, íbamos a decírselo en el concierto que daría en Londres

-Que daré, cuando recobre la vista, haré ese concierto, será mi retorno triunfal y conoceré a mi cuñada

-¿Tu cuñada? -preguntó Manuel confuso

-Sí papá, Aurelio y yo... somos novios

-¿Qué?

-Desde hace mucho tiempo yo he comenzado a sentir amor por Aurelio y hoy tuve la confirmación de que también me ama

-Señor Manuel, no piense que quiero estar con Julieta por su condición o fama, le aseguro que no y a usted también doña Regina, ella nunca sufrirá por mi culpa

-Papá por favor, no te quedes callado di qué piensas

-Aurelio ven aquí

-Manuel por favor -advirtió Regina -no hagas nada

-Regina calma no sucederá nada, Aurelio

El joven se acercó con timidez pues no sabía qué esperar, pero para su sorpresa Manuel lo abrazó al tiempo que decía:

-Bienvenido a la familia Aurelio

-¿Cómo?

-Pensaste que iba a fusilarte por ser el novio de mi hija, no, has demostrado tu valor e integridad, serás bueno para Julieta

-Yo solo puedo decir que apruebo su relación y en cuanto a ti Aurelio te confiamos a nuestra hija, si la haces sufrir te la verás con nosotros

-Y con nosotros -dijo Afranio -Victoria y yo le hemos enseñado como tratar a una mujer

-Haré todo para que Julieta siempre esté feliz

El corazón de la pianista se emocionó al escuchar estas palabras pues eran dichas con tanto amor que deseó verlo en ese instante, fue bajada de sus pensamientos al sentir el abrazo de Victoria

-Ay Julieta, qué felicidad poder llamarte nuera, Aurelio te hará muy feliz

-Ya lo hace -dijo ella mientras Aurelio la atraía hacia él

-No sé qué opinan pero esto merece un brindis

-Por supuesto, es una grandiosa idea

Tiempo después, Manuel y Regina fueron a la mansión para hablar con Olegario y calmar a los periodistas, mientras Julieta se quedó en la casa Cavalcante donde pasaría los siguientes dos meses en compañía de sus suegros y su amor Aurelio.

Ojos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora