Capítulo 17

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Julieta dormía serena en la habitación que le habían dado cuando sintió cosas caer sobre ella, se volteó pero volvió a sentir la misma lluvia, se incorporó y antes de poder hablar dulces labios atacaron los suyos:

—Buen día mi amor –dijo Aurelio

—Buen día –contestó sonriendo

—¿Te gustó la lluvia de pétalos de rosa?

—¿Son pétalos?

—De rosas rojas como te gustan, fue mi forma de darte la bienvenida

—Gracias

Aurelio la miraba con tanto amor que si Julieta lo viera se sonrojaría, desde el inicio del día era linda, con su pelo medio despeinado y sus ojos soñolientos, imaginaba cómo sería despertar con ella.

—¿Ya los demás se levantaron?

—No, apenas están preparando el desayuno cuando esté listo, primero quise venir a saludar a mi novia, nos avisarán después –dijo besándola -¿dormiste bien?

—Sí

—Me alegra porque tengo unas actividades para ti

—¿Cuáles? –preguntó interesada

—Es sorpresa, lo sabrás cuando terminemos de desayunar

—Aurelio no debo exponerme lo sabes

—Jamás haría nada para perjudicarte nadie te verá, confía en mí

—Confío –dijo sonriendo pero Aurelio supo que algo le pasaba a Julieta

—¿Qué te pasa mi amor?

—Aurelio, ¿la operación es riesgosa? ¿Puedo morir? Dime la verdad

—Toda operación es riesgosa, la tuya no lo es tanto, además yo estaré ahí, no debes tener miedo, vas a operarte y verás al galán que tienes por novio

—Estás loco, pero te amo –dijo buscando su cara para besarlo

—Buenos días señorita, ay no sabía que estaba acompañada, buenos días joven Aurelio

—Buenos días Mercedes –saludaron ambos

Por órdenes de Regina, Mercedes fue a la mansión Cavalcante para ayudar a Julieta con lo necesario y en ese momento decidió hacer su aparición, interrumpiendo a los amantes.

—Vine a ver si necesita algo y comunicarle que el desayuno está listo

—Gracias Mercedes

—Prepararé su baño y después le traeré el desayuno

—No hace falta Mercedes, voy a desayunar abajo con la familia

—Como diga la señorita –diciendo esto se dirigió al baño

—Bueno, será mejor que me vaya para que termines de arreglarte, nos encontramos en el desayuno –se levantó pero Julieta lo atrajo para darle un beso

—Te amo

Aurelio salió de la habitación, feliz por haber sorprendido a su amada, él se encargaría de hacer la estadía de Julieta en su casa muy placentera para los dos.

Manuel, Regina y Olegario debieron enfrentarse a los periodistas que no tardaron en llegar, para convencerlos de que Julieta no estaba ahí, incluso les permitieron recorrer la casa para confirmar la ausencia de la Sampaio, sus padres decidieron que la visitarían solo los fines de semana, pues no descartaban que algún periodista no convencido se quedara para rondar y encontrar a Julieta, esto les dio más libertad a los jóvenes y Aurelio decidió llevarla a uno de sus lugares favoritos del valle, consiguió una capa como precaución y llevaron a Basil con ellos, él estaba feliz de ver a Julieta tanto que quiso saltarle encima pero Aurelio lo impidió.

Ojos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora