Capítulo 2

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"REINA DEL PIANO SUFRE ACCIDENTE MIENTRAS SE DIRIGÍA A UNA CENA EN GOBERNADOR, EL HECHO OCURRIÓ LA NOCHE DE ESTE MARTES DESPUÉS DE UN RECITAL PRONÓSTICO DE LA PIANISTA ES RESERVADO"

Esta noticia salía en la portada de todos los periódicos, causando una conmoción y preocupación entre todos sus fanáticos, les había dado tantas alegrías con su música que querían escucharla más, esperaban de todo corazón que no muriera.

Manuel, Regina y Osorio se enteraron por una llamada en la casa del gobernador, los tres se dirigieron al hospital, muy angustiados.

Cuando llegaron fueron a emergencias y les pidieron que esperaran, unos momentos pero se volvieron horas.

—Dios mío, ¿por qué no nos dicen nada? Llevamos horas esperando –dijo Regina angustiada -¿será que murió y no quieren decirnos?

—No mi amor, no digas eso –la tranquilizó Manuel –si hubiera sucedido nos habrían dicho en cuanto llegamos, las malas noticias son las primeras en llegar

—Ojalá tengas razón amor –dijo apoyando su cabeza en su hombro

­—¿Los familiares de Julieta Sampaio? –dijo el médico apareciendo en ese momento

—Soy su madre –dijo Regina levantándose -¿cómo está mi hija?

—Su hija recibió un fuerte golpe en la cabeza, lo que provocó una inflamación en su cerebro, mientras la revisábamos sufrió un ataque de epilepsia

—Ay Dios

—¿Se va a poner bien? –preguntó Osorio

—Para que esto no vuelva a ocurrir, necesito su autorización para inducirla a coma

—No por favor –dijo Manuel desesperado

—Señor Sampaio comprendo su angustia, pero si no actuamos el daño cerebral de Julieta puede ser mayor, al inducirla a coma hacemos que el cerebro descanse y pueda sanar, conforme evolucione iremos reduciendo el medicamento para despertarla poco a poco

—Le damos la autorización para que proceda –dijo Regina

—Pero Regina

—Manuel, el doctor no nos pediría esto si no fuera necesario, es de la vida de nuestra hija de quien hablamos, Julieta es fuerte saldrá de esta

—Necesito que decidan en este momento, es de vida o muerte

—Hágalo doctor, salve a mi hija –dijo Manuel

—Acompáñenme por favor para firmar la autorización

2 horas después

Regina y Manuel entraron con el doctor al cuarto de su hija, ya en coma, Osorio tenía la intención de hacerlo pero al verla en la puerta, vendada y con los aparatos desistió y se fue, Regina se acercó y acarició su mejilla.

—Parece que está durmiendo normalmente, ay mi amor, no vayas a darte por vencida mi princesa

—¿Cuánto tiempo la mantendrá así? –le preguntó Manuel al doctor

—Como le dije hace un momento, debemos esperar a que el organismo de Julieta vaya reaccionando poco a poco, así que no puedo darle una fecha exacta, talvez pueda durar unos meses

—Entiendo

—Bien, cualquier cosa que necesiten, estaré de guardia esta noche, con permiso –dijo el doctor retirándose

—Julieta, mi niña hermosa, no sabes cómo me duele verte así, tienes que luchar, eres una guerrera, estoy convencida de que saldrás de esta

—Tu madre tiene razón mi ángel, descansa, toma el tiempo que necesites, pero no mucho, aquí te necesitamos –dijo mientras tanto él como Regina besaban su frente, rezando para que esa pesadilla acabara pronto

Y así pasaron dos meses.

Manuel y Regina iban a descansar un rato y después volvían al lado de Julieta, Osorio iba al hospital para informarse sobre el estado de su novia pero nunca entraba a verla, la prensa hacía muchas preguntas pero a petición de los Sampaio era reservado, en una consulta y después de revisar a Julieta decidieron comenzar a despertarla ya que la inflamación estaba comenzando a disminuir, a los dos días de comenzar a retirarle el medicamento, la pianista despertó, Regina estaba con ella pues Manuel salió, Julieta movió la cabeza y apretó la mano de su madre, entonces ella llamó al médico que la examinó.

—Julieta, ¿puedes oírme?

—Sí doctor, ¿qué me pasó? ¿Dónde estoy?

—Julieta, todo está bien, estás en el hospital sufriste un accidente

—No me acuerdo de nada

—Calma, no te esfuerces por recordar nada, debes descansar

—¿Mis papás y mi novio?

—Aquí estamos princesa –dijo Manuel tomando su mano

—¿Sientes algún dolor hija? –preguntó Regina

—Mi cabeza, estoy muy mareada y me duele mucho

—Traeré algo para el dolor

—¿Mamá? ¿Papá? ¿Por qué todo está tan oscuro? –dije Julieta al abrir los ojos -¿es de noche? Enciendan la luz

—No mi amor, es de día, hay mucha luz

—No mamá, no veo nada todo está oscuro, estoy ciega –dijo desesperada

En el consultorio

—Díganos la verdad doctor, ¿qué tiene Julieta, por qué no puede ver? –preguntó Manuel

—El golpe que recibió Julieta en la cabeza le ocasionó una inflamación en el nervio óptico y esa es la razón por lo que puede ver

—¿Y esa inflamación puede quitarse?

—Por el momento no puedo asegurarlo, pero no voy a mentirles, existe la posibilidad de que Julieta nunca recupere la vista

Manuel y Regina se abrazaron llorando, no podían soportar que su niña, su talentosa hija quedara sumida en la oscuridad, mientras tanto Julieta estaba en su cuarto viendo a la nada, en sus ojos había sombras y tinieblas, los colores, las formas, las personas, todo había desaparecido y no sabía si algún día volvería a ver, en ese momento quería morir.

—¿Por qué Dios mío? ¿Por qué me tuvo que pasar esto a mí? –dijo mientras derramaba una lagrima

Ojos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora