-Alan Walker -dijo la señora frente a mí-. Un gusto, no sé si me conoces pero me llamo Margaret, soy la psicóloga del instituto.
-Sí, mucho gusto. ¿Puedo saber por qué he venido a aquí? -admito que me causó gracia la reacción de la señora al escucharme, tal vez esperaba algo menos formulado viniendo de un niño de diez años, pero digamos que la lectura abre tu mente.
-Claro cariño -sopesó y de inmediato supe que no me agradaba-. Solo vamos a hablar un poco para conocernos.
Si claro.
-Oh, ¿también lo ha hecho con mis compañeros? ¿O solo conmigo? No he visto que los llame -. Su expresión cambió, dilucidando qué decir para no estropearlo.
-No cariño, muchos vienen a mi oficina. Este es un espacio seguro.
Ya me sabía la charla, había leído lo suficiente como para saber qué seguía. Supongo que es parte de su juramento parecer idiotas y suponer que todos son como ellos.-Oh, ya veo. ¿Y qué quiere saber? -seguía desconcertada con mi forma de expresarme.
Y en ese instante se me ocurrió algo muy entretenido, ¿qué tanto podía jugar con su percepción a mi antojo?
-Háblame de ti, de tu entorno, de tus amigos, de lo que te gusta, de tu familia...
~
El veredicto de la psicóloga no llegó hasta meses después de la primera entrevista. En las que siguieron después de esa, platicar no era su prioridad. Ocupaba el tiempo en observar mi comportamiento, me hacía dibujar cosas, interpretar relatos, mostrar mi opinión ante ciertos hechos, ese tipo de cosas.
Poco a poco fue comprendiendo -con lo que elegía mostrarle -, qué ocurría dentro de mi joven sistema nervioso, y si soy honesto, algo bueno me dejó el visitar tanto su oficina.
La música.
Antes de eso no había tenido mayor roce con el mundo musical, había escuchado melodías, sí. Pero nada más que segundos cuando se escabullían a través de mi ventana o cuando alguno de los auriculares de los que leían en la biblioteca estaba defectuoso y dejaba escapar un poco el sonido.
Con las sesiones, empecé a descubrir letras ocultas en las melodías, sensaciones, emociones ajenas. Y con el tiempo he armado una buena lista de canciones, mantener el oído ocupado mientras mis manos lo están en otras actividades resulta excelso.
En agosto de ese año, la poca normalidad que había conseguido mantener se esfumó. Supe desde que salí de casa que sería una mala semana, pero no pensé que tanto. Temprano ese lunes nos presentaron a un nuevo estudiante, era sordomudo y no alcanzó ni a acomodarse del todo en su asiento cuando Vera le sonrío amable y le prestó más atención de la que me gustó percibir.
Y tan determinada como lo era, tras unas semanas de intenso esfuerzo logró comunicarse con él. Él más beneficiado fue Chris, yo por el contrario fui desplazado.
Entendí que tal vez había puesto demasiadas ilusiones en algo que solo yo veía, y que quizá ella nunca estuvo interesada en ser mi amiga, solo era amable.
Poco a poco se hizo más lejana y eso removió todo en mi mente, la ansiedad y el deseo de recuperar mis antiguos pasatiempos no tardaron mucho en ocupar mi cordura. Tenía que liberar tensión o me expondría a llamar demasiado la atención.
Volví a investigar hasta altas horas de la noche y no era consciente de cuánto había extrañado todo hasta que palpé el desmesurado latir de otro miserable entre mis dedos, fue como un electrochoque directo a mi corazón. Ese año incursioné en el maravilloso mundo de los elementos, y no me refiero al aire, agua, tierra y fuego. Aunque también puedan ser interesantes, no. Hablo de aquellos que están dispuestos sobre una tabla, capaces de hacer tanto bien, pero también tanto mal si aprendes cómo.
Con la literatura adecuada, el interés por supuesto y el laboratorio del instituto tan abierto como eran capaces de dejarlo por la noche. Adquirí conocimientos que he sabido aprovechar durante años.
Es que para lo mierda que había sido el año, algo bueno tenía que dejar.
Al año siguiente la ausencia de esos vitales ojos verdes fue evidente tan solo entrar al salón, y perduró con los días hasta que decidí preguntarle al nuevo profesor.
Se había cambiado de instituto.
Fuera de lo que muchos hubiesen hecho; pasar la página y olvidarla. Yo no podía, ni siquiera tenía claro porqué, pero se había afianzado tanto en mi ser que era imposible llevar a cabo cualquier actividad sin que algo de ella hiciera eco en mi mente.
A veces era su voz, o un recuerdo de sus ojos, o una fantasía. Cualquier cosa, pero siempre lograba desestabilizarme. Y odiaba cuando lo hacía a mitad de mis descargas, lo soporté hasta que un buen día el deseo de tenerla cerca nubló mis capacidades y la presa que había luchado por conseguir se escabulló entre mis dedos.
Esa fue la gota que derramó el vaso.
No podría seguir mi vida si no tenía al menos un mísero contacto con ella, así que me propuse encontrarla. Habían pasado unas semanas desde que inició el año y la biblioteca de la ciudad fue mi mejor aliada para dar con su nueva dirección.
¿Saben algo irónico? Unas semanas después Chris se mudó del país, resultó que solo estaba de paso. Pero ya el daño estaba hecho, llegó y en un abrir y cerrar de ojos arrasó con todo.
Tan insulso que aparentaba ser y terminó siendo un huracán categoría 5.
Tal vez debí encargarme de él por aquel entonces, pero dicen que todo tiene su tiempo.
~
Tiempo
El tiempo suele ser relativo y despiadado. Con él adquirimos, perdemos, dejamos y construimos. Todo con algo que ni siquiera es palpable, pero lo que viene arraigado a él sí que lo es.
El conocimiento por ejemplo.
A medida que crecía y leía cuanto estaba a mi alcance, iban surgiendo pequeñas interrogantes; sobre el mundo, sobre mi entorno, sobre mi madre, pero sobre todo en lo que concernía a mi persona.
¿Qué había fuera de lugar? ¿Qué me hacía ver cosas que otros no distinguían? ¿Qué me hacía sentir? O más importante aún ¿Qué me hacía no sentir?
Todas esas fueron llegando una tras otra, y no podía quedarme sin respuesta. No, eso no va conmigo.
Busqué, cada vez en más libros hasta que se hicieron insuficientes y entonces recurrí al internet. Para aquel entonces no era ni remotamente lo que es hoy pero me supo mostrar lo suficiente para entender.
TTTTTTTT
Espacio de autora
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¿Por sangre o elección?✔️ [COMPLETA]
Mystery / ThrillerEl puente entre el blanco y el negro es frágil, la mayoría vive inmersa en el colorido intermedio tomando de cada extremo cada que lo amerita. Pero hay quienes encuentran comodidad en uno de los polos. _ _ _ Su...