7. Novato

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2012

Laburo, trabajo o esclavitud como lo llaman algunos. Común práctica de intercambio de sudor por dinero, horarios, relaciones interpersonales, paga insuficiente.

Trabajo a fin de cuentas.

A mediados de ese año descubrí todo lo que involucraba esa palabra. No era el más aclamado ni el mejor pagado pero era adecuado, y ni siquiera tuve que pedirlo dos veces.

Como dije, la biblioteca era la palma de mi mano. Nancy me contrató cuando cumplí la edad suficiente como su ayudante, pero en realidad yo hacía todo, con su edad le era imposible moverse de su escritorio.

Mis días se basaban en acomodar los libros en los estantes cuando los desadaptados los dejaban regados por ahí y quedarme hasta tarde para limpiar todo y cerrar.

El puesto requería interacción, y las chicas eran habituales por aquellos pasillos. Altas, bajas, delgadas o de talla media. Para mí desgracia, las más lindas no eran las más inteligentes, y no es un simple prejuicio, lo constaté con cada conversación.

Pero me enfoqué en expandir mis capacidades actorales, y aunque ninguna me impartía un gran placer, me divertí bastante con ellas. Solo actos banales, no podía ir más allá considerando que estaba ligado directamente a ellas y estar en el ojo de las sospechas no estaba en mis planes.

Así que tuve que buscar otras formas de acallar mis deseos.

Con diecisiete años pisé mi primer club nocturno, una identificación falsa, ropa oscura y una cara de pocos amigos me fue suficiente para abrirme paso. Además, con las exigencias físicas de mis pasatiempos, había ganado buena contextura, para nada le hacía justicia a mi edad.

Y aunque no era mi lugar predilecto —demasiados idiotas en lugares tan reducidos, con un afán por embriagarse casi inconcebible —, me fue de mucha ayuda. Aprendí su comportamiento, sus movimientos, su conducta, a relacionarme como un adolescente más, jocoso, misterioso y hormonado.

Y como una actuación, ningún papel es más fácil que el que es más opuesto a la realidad.

Desgraciadamente no fue una buena experiencia para todos, pero yo lo disfruté en grande. Podría decir que fue el comienzo de mis mejores años, todos necesitamos de etapas sin responsabilidades, solo cumpliendo deseos sin sentido con tal de llenar un tercio de nuestra oscura alma.

~

La novatada es algo esencial, en todo somos novatos en algún punto de nuestra vida. Y sin salir del esquema, lo he sido en repetidas ocasiones.

La primera… Dicen que la primera nunca se olvida, quizá lo narren como algo lleno de nostalgia pero yo lo describo como un manual por el que guiarse.

Te recuerda todo lo que no debes repetir.

La primera es sinónimo de errores, si, en plural. Pero después de tanto ganan cierta gracia.

Ni siquiera estaba planeado, según yo iba a ser otro día de análisis de conductas y conversaciones vacías. Pero esta chica llegó y se hizo notar, tomó asiento a mi lado en la barra y, podemos concluir que ella sin duda seguía sus emociones, porque de haber seguido su instinto no sería parte de este relato.

¿Ven como si es decisivo, el qué sigues? Una decisión y pasas a estar entre las páginas de vida de un asesino.

Pero démosle algo de crédito, mi físico siempre ha sido un punto a mi favor, y si a eso sumamos que soy experto en camuflaje, la pobre no tenía oportunidad.

No tuve que decir palabra, ella inició todo. Después de unas copas, cada acción llevó a la siguiente y sin darnos cuenta ya habíamos salido del lugar, la conduje al callejón que conectaba al bar con el edificio contiguo. Poco sofisticado pero eso no era una prioridad para ninguno, ambos queríamos cosas, quizá no las mismas, pero ambos obtuvimos lo que buscábamos.

Digamos que le ayude a disfrutar al máximo sus últimos minutos con vida. A pesar de que el sexo me parezca algo tan poco satisfactorio en algunos aspectos, no negaré que es muy divertido en otros.

A ella fue a la primera que estrangulé, se sintió bien; no voy a mentir, se sintió genial, jamás había obtenido tanto placer.

Tenerla bajo mi poder, pidiendo y aclamando por más, y aunque no puedo establecer conexiones empáticas con los demás, ver el deseo en sus ojos logró ponerme demasiado. El ver sus pupilas perderse en la oscuridad de la noche, los pequeños arrebatos de su cuerpo contra el mío, mis instintos más profundos saliendo a la luz, sentir como la sangre se acumulaba ante la presión de mis manos, su mirada confusa al menor cambio de fuerza, el temor en sus ojos cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, joder, fue exquisito.

Pero como dije, la primera vez no es la mejor.

Por suerte los errores no fueron lo suficiente como para perjudicarme, suerte de principiante supongo.

La mañana siguiente salió en las noticias la terrible tragedia, pobre chica, quién sería el demente que pudo disfrutar tanto con algo tan horrible.

Y como ella siguieron varias, claro, tuve que cambiar de lugares, hubiese sido un punto de inflexión en mi estrategia tener tantos cuerpos en la misma zona. Además me volví más metódico, más cuidadoso. En la primera no había dejado rastros de ADN por fortuna, y no podía arriesgarme de nuevo, no así.

Los patrones son los destructores de la libertad.

Así que con lo que ganaba en el trabajo renté un auto, empecé a viajar de ciudad a ciudad sin parar en mis tiempos libres, que no eran muchos pero si los necesarios. Compré los implementos necesarios en la red oscura y con muchas utilicé el mismo método, sentir como la sangre deja de bombear bajo tus manos…, pero después de un rato, te cansas de la monotonía y experimentar cambios es lo que consigue un verdadero progreso.



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¿Por sangre o elección?✔️ [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora