Hablando de victimas secretoras de Testosterona en abundancia, me viene a la mente cierta ocasión desventurada para un especialista defectuoso.
¿Lo recuerdan?
Exacto, el Dr. Phillips.
Tras aquella última conversación en su despacho se me ocurrió la brillante idea de evitar a otras personas, tener que coincidir con “profesionales” tan ineptos como él. Estaba y sigo estando seguro de que dejó ir muchos diamantes en bruto por su estupidez. ¿Cuántos como yo seguirán por ahí, perdidos, por su culpa? O peor, ¿cuántos diagnósticos errados habrá firmado?
Pero todo eso se acabó una tarde de enero, poco antes de mi cumpleaños, ese definitivamente fue un buen previo a mis quince primaveras.
Mi progenitora y el dichoso doctorcito fueron las primeras almas que arrebate de su miserable anatomía, y después de ellos todo se volvió muy entretenido.
La mente es una máquina sorprendente cuando tiene buen combustible, y para cuando me decidí a hacerlo ya tenía todo perfectamente desarrollado en mi cabeza. El edificio donde permanecía su inmunda oficina estaba casi desalojado, solo vivía una anciana que no había querido mudarse supongo, y él.
Estudié la rutina de la anciana, muy diferente a la de Gertrudis, era bastante activa, salía todas las mañanas con su perro que parecía una rata horrorosa y no volvía hasta eso de las once.
Ese era el rango de tiempo necesario. La muerte iba a llegarle pronto, pero no a causa de su inepto vecino.
La oscuridad de la fría noche de ese veintisiete de enero me permitió escabullirme por la ventana y plantar una pequeña bomba de plástico frágil, —para que se desintegrara al estallar—, debajo de su escritorio, muy sencilla. Tenía dos compartimientos, en uno había Hipoclorito y el otro estaba repleto de Polietilenglicol.
No tienen idea lo que se puede hacer con cosas tan simples como el cloro y el líquido de frenos.
¿Un consejo? No los mezclen si no quieren quedar chamuscados.
Con un mecanismo sencillo, la división mantenía una pequeña carga explosiva que al activarse, en tan solo dos segundos colapsaba permitiendo la unión de ambas soluciones y… Bum.
Con un detonador remoto no me hizo falta estar demasiado cerca, solo lo suficiente para ver como la mañana siguiente voraces llamaradas escapaban de las ventanas de su piso, por desgracia las ambulancias llegaron en exceso tarde. No quedaba más que un cuerpo bastante asado y unas paredes que aunque conocían los hechos no pudieron contar nada.
Manipular escenas de crimen debería considerarse un arte.
~
Retomando hechos más cercanos, en lo que iba de febrero Vera ya había enzarzado al menos a dos jóvenes con su carisma. Uno de ellos con menos potencial que el otro, pero que ganaba un interés más profesional de mi parte.
La inocencia tiene el don de cegar, Vera no vio el fuego con el que estaba jugando, pero yo sí, sin duda.
Es fácil registrar en otros, señales que uno mismo demuestra.
Con respecto a Dallas todo marchaba estupendo, demasiado para mi buen gusto.
A mediados de ese mes me encontraba disfrutando un pequeño descanso mientras bebía un licuado de mango, en los aposentos de mi cueva, cuando algo en una de las pantallas del lobby llamó mi atención.
Verita iba de la mano apresuradamente con Dallas y en medio de la recepción colisionaron con un hombre, intercambiaron disculpas en lenguaje de señas, tan corto como un «lo siento, no lo vi» O qué sé yo.
Debía ser una coincidencia.
Lo dejé pasar, al menos dos semanas, hasta que lo vi de nuevo hablando con la recepcionista. Mi instinto fue más voraz y me empujó a seguirlo a través de las cámaras hasta su habitación, entré en el sistema y…
Malditas coincidencias
En el cuarto veintinueve del ala B, se hospedaba nada más y nada menos que nuestro querido amigo Chris Miller.
Ella no lo había reconocido, después de tanto, ni siquiera lo reconoció.
Pero un reencuentro sería maravilloso.
Con todo lo que pasaba en este hotel no había lugar para el aburrimiento.
Ahora, ¿Recuerdan cuando les dije que agradecía que no hubiesen cámaras en las habitaciones? Pues creo que hubiese dado igual que las hubiese, no saben todo lo que pasa en los pasillos y ascensores de un hotel vacacional.
Y no hablo solo de escenas sexuales —que fueron demasiadas —no. Cosas muy interesantes pasan después de que las luces se apagan.
Por eso dicen que los monstruos salen en la oscuridad
Y vaya que, este jodido hotel parecía el live action de Monster inc.
TTTTTTTT
Espacio de autora
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¿Por sangre o elección?✔️ [COMPLETA]
Mystery / ThrillerEl puente entre el blanco y el negro es frágil, la mayoría vive inmersa en el colorido intermedio tomando de cada extremo cada que lo amerita. Pero hay quienes encuentran comodidad en uno de los polos. _ _ _ Su...