16. Sentidos

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La vista y el oído son sentidos beneficiosos, para muchos un milagro, para mí una bendición hasta que tuve que ver y oír tanto como aquellas cámaras y el micrófono en Dallas me permitían.

Y para mi mala suerte, era de largo alcance.

Cuando planté eso en sus zapatos no me esperaba escuchar cosas como esas. Los ronquidos, la música, las charlas por teléfono y las extensas reuniones son irrelevantes, pero estar cenando mientras escuchas conversaciones que en cuestión de segundos pasan a ser jadeos acalorados no es muy buen influyente para mantener el apetito.

La mayoría de las veces eran interrumpidas, pero en otras lograba escuchar hasta que silenciaba el audio. Demasiado para lo que me interesaba.

Pero qué iba a hacer, son gajes del oficio.

A comienzos del tercer mes del año Dallas subió el ascensor de Vera con una necesidad muy notoria y vacilé al disminuir el audio, en caso de que llevara los zapatos.

Lo seguí por las pantallas hasta que desapareció tras la puerta de su destino. Pero eso no es lo interesante aquí, porque casi al instante en que Dallas entró a aquella habitación, el ascensor se abrió dejando ver al ahora conocido Logan Martínez. Si, el joven a quien Vera había saludado sin parar desde que llegó.

El fuego

Sin duda era extraño.

¿Qué hacía en esa ala? Su habitación estaba en el ala de Dallas, no tenía por qué estar ahí. A menos que… y sí. Lo vi caminar con sigilo hasta estar frente a la puerta y dejar en el suelo un sobre blanco, para luego volver al ascensor como alma que lleva el diablo.

Interesante. Todo era sumamente interesante.

Pero lo mejor fue admirar como los rostros de la parejita se venían abajo al leer su contenido.

Contenido que con eficiencia logré descifrar. Era una nota de amenaza contra Dallas. ¿Acaso el pobre Logan se flechó por Vera? Bueno, quién lo culpa, hasta yo que soy incapaz de sentir estoy tras ella.

Algo tiene la castaña.

Otro acto sumado a la obra de locuras que veía cada día en este hotel, un acosador anónimo, sin duda era algo inesperado. Pero si cumplía con su amenaza no tendría que ocuparme personalmente de la sanguijuela de Dallas.

Un poco menos de trabajo no está mal.

Confiar tal cosa en alguien que era manejado por la juventud y la inexperiencia era irracional. Cosas que combinadas son una bomba en potencia. De tantas maneras posibles, tantas oportunidades, tantas opciones deliciosas, el pequeño Logan decidió jugar con venenos, y ni siquiera con alguna sustancia letal, no. Decidió hacerlo con una alergia personal de Dallas.

Otro ser rebosante de estupidez. Y yo que le tenía esperanzas al pobre.

Hongos

Debo admitir que debió consumir algo de su tiempo el descubrirlo y después dar con el Penicillium. Sin embargo, ese método es muy inefectivo. ¿Están conscientes de todo lo que puede salir mal? Empezando por no cumplir bien su función por ejemplo, y añadido que por coincidencia de la vida la situación le haya hecho a Vera quedar inconsciente.

Terrible

Ambos terminaron en el hospital y aproveché la oportunidad de revivir un viejo encuentro, al menos esta vez no estaba en esa camilla por mi causa.

Ese día Logan Martínez firmó su sentencia, su ineptitud casi mata a Vera. No podía siquiera volver a intentarlo.

Tenías razón sobre él

Claro, siempre la tengo.

Era un joven atractivo, de buena presencia, ¿Quién creería que encerraba esos demonios? Nadie. Porque nadie busca ver la maldad en lo que es agradable, pero ¿les digo algo? Ese es su mejor escondite.

Las ranas más coloridas y llamativas son las más letales. Y esa analogía aplica también en nosotros los humanos, los estereotipos y la ceguera que puede generar una buena apariencia es abrumante.

No puedes juzgar un libro por su portada, porque en ocasiones las mejores cubiertas albergan los peores relatos. Mírenme a mí, no soy el claro ejemplo de bondad ni represento con fervor al blanco, pero mi físico siempre me ha dado los pases libres que he querido.

Todos buscan el mal en rostros horribles, en personas defectuosas, en los callejones a media noche, en las peores esquinas de su ciudad. Pero están equivocados, el mal está en todos lados; en el conductor del autobús al que saludan a diario, en el anciano que riega sus plantas mientras pasean a su perro, en el simple y aburrido librero, y hasta en el que osa llevar el traje de dios fingiendo portar la palabra.

Y no creerlo posible es lo que les da la posibilidad.

Esa es la estrategia del mal

Como dice la canción, nunca conocerás al asesino que se sienta a tu lado.

Dentro de todos nosotros viven monstruos y, a veces ganan y salen a la superficie para destruir todo a su paso.

Vera jamás creyó que ese joven apuesto y carismático fuese capaz de eso, jamás creyó que el chico con el que compartía en la primaria fuese capaz de hacer todo lo que he hecho y jamás creyó que uno de sus vecinos de piso ocultara tanto tras esa pedante y elegante fachada.



TTTTTTTT

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¿Por sangre o elección?✔️ [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora