¿Amor?, imposible...(Louis Tomlinson)

Estaré allí por tí

Tres días, exactamente tres días había pasado desde que había decidido marcharme de la casa de Marck, y con ello de su vida, después de enterarme de la cruel realidad que había estado claramente escrita frente a mi todo aquel tiempo pero que yo, ciegamente, había preferido ignorar. Tres días desde que mi corazón había caído hecho añicos, llevándose a mi dignidad por delante, desde que me había sentido cual muñeca mugrienta y desechable, siendo aplastada por las gigantescas ruedas de un camión con la inscripción  "La cruel realidad" gravada a fuego en la matrícula.

También tres días desde que me había plantado frente a Louis y, con todo el valor que corría por mis venas, le había confesado una verdad que llevaba oculta en mi interior desde hacía demasiado tiempo. Y era cierto que, aunque mis palabras exactas no huvieran reflejado el "me gustas" o "te quiero" que ocultaban tras ellas, había tratado por todos mis medios que el captara la indirecta.

Había un motivo por el que no, simplemente había proclamado en un chillido mi amor por el, y era que ni yo misma estaba segura de ello.

¿Que sentía por la persona con la que había compartido mi vida entera jurando falsas promesas de un "para siempre"? ¿Me gustaba?

Eh ahí la cuestión que llevaba martirizando mis pensamientos durante aquellas 72 horas de tortura.

Si algo había sacado en claro de tantos minutos de meditación interna, era que habia una realidad que ya no podía acallar por más tiempo.

Louis Tomlinson...no me gustaba.

Y estaba dispuesta a enfrentarlo, a encararle y confesarle aquello que llevaba guardando tanto tiempo, negandomelo a mi misma y al resto del mundo. Ya tenía conmigo la certeza de que me encontraría con el en la clase de música, ahora tan solo me faltaba reunir el valor que necesitaría en dimensiones descomunales y encontrar el momento adecuado. Pero si había superado la ruptura de Marck, aquello era tan simple como pestañear.

Recogí mis ultimas pertenencias, introduciendolas finalmente en la mochila para entrar al cuarto de baño. Mis labios dejaron escapar un largo suspiro, al parecer mi pelo se había propuesto ayudarme en mi tarea amaneciendo en una completa perfección - notese la ironía - 

Decidida agarré el cepillo, y como buenamente pude desenredé aquella mata de pelos castaña similar a la del rey león. 

Alarmada por la hora, corrí escaleras abajo, dando un pequeño mordisco a mi tostada antes de salir por la puerta sin mirar atrás

Lo primero con lo que mis ojos se toparon fue con el ceño fruncido de mi amiga Emilie que me observaba alterada

- LLegamos tarde - puntualizó sintiendose Einstein.

Corrí a colocarme a su lado, caminando ambas a paso rápido hacia la escuela. Entablamos una conversación variada, hablando de todo y de nada a la vez.. Tipica conversación de dos amigas que guardan secretos, que no saben si es mejor mencionar.

Si algo tenía claro era que el tema de Louis en frente de Emilie no correría por mis labios.

Eran grandes amigos desde mucho antes de que él se conviertera en quien es, Louis Tomlison. En aquellos casos, mi amiga no sería objetiva, insistiría en que corriera a los brazos de Louis y me llenaría la cabeza de absurdas ideas de un final de cuento de hadas en nuestra historia, pero yo necesitaba un punto de vista diferente. 

- Mira como pasa Tomlinson de nosotras - un susurro me devolvió a la realidad. Observé como, en efecto, una silueta caminaba distraida en la acera de enfrente, vaqueros ajustados, haciendo obación a su maravilloso trasero digno de mencionar, conjuntados con una camiseta de manda corta, de rallas para variar, ajustandose a la perfección a su torso, marcando cada uno de sus músculos.