Las puertas del ascensor se abrieron, dejando ver a un adormilado bicolor en pijama. Bostezó saliendo a pasos lentos, arrastrando sus pantuflas por el largo pasillo de la planta baja; dirigiéndose a la cocina.
Había despertado con hambre y al recordar que el día de ayer Fuyumi le mando un tazón de Soba Frío; no dudó en dirigirse al elevador en cuánto se lavó los dientes. Nuevamente un bostezo salió de su boca al cruzar el marco de la cocina.
Se aproximó al refrigerador y lo abrió, tomando una pequeña caja de cristal. Removió la tapadera de plástico para acercar su rostro a los delgados fideos. Olfateo.
— Perfectos —murmuró gustoso para comenzar a preparar su platillo.
Al terminar de agregar los ingredientes faltantes, puso todo en una charola para dirigirse al comedor, pero una melena verde detuvo sus pasos.
Una sonrisa somnolienta adornó sus labios al ver a su novio sentado en una de las mesas del comedor, rodeado de coloridas hojas, y al frente: Eri intentando hacer figuritas de origami.
Despacio se acercó al par para poner con cuidado su desayuno al lado del pecoso, quién se volteo a verle; dándole una sonrisa al reconocerlo.
— Buenos días, Shoto —saludó recostando su cabeza en la palma de su manos—. ¿Cómo amaneciste?
— Hola Izu y buen bien —contestó abriendo la silla y tomando asiento. Vio a la pequeña albina que los veía. Le sonrió apuntando hacia atrás de ella—. Mira, un gato.
Eri se giró rápidamente. Aprovechando el momento, Shoto se acercó rápidamente a Midoriya y le robó un beso en los labios. Al separarse le vio sonreír mientras negaba.
— Eres malo —apuntó el peliverde viendo como la albina se volteaba para verlo con el entrecejo fruncido.
— No hay ningún gato, Todoroki-san —aseguró la niña viéndole con un leve puchero.
— Lo más probable es que se fuera antes de que pudieras verlo —mintió tomando pocos fideos para sumergirlos en salsa y llevándoselos a la boca.
El bicolor sintió un leve empujón en su brazo izquierdo por parte de su novio, pero sólo se limitó a encogerse de hombros. No se arrepentía de nada, sólo había tomado el beso que le correspondía cada mañana desde que comenzaron su noviazgo.
— Hoy cuidaré todo el día a Eri-chan, debido a que Aizawa-sensei fue a una misión con Mirio —avisó Midoriya tomando una hoja amarilla del montón; comenzado a doblarla. Shoto asintió para dar a entender que le estaba prestando atención—. Más tarde iremos al parque, ¿Quieres acompañarnos?
— ¡Deku-san me llevo el mes pasado!, ¡Venden un chocolate caliente muy delicioso! —comentó la albina con las mejillas sonrojadas, a la par que levantaba los pequeños brazos emocionada—. ¡Y le ponen malvaviscos de colores!
Todoroki observó como Midoriya asentía a las palabras de la niña, la cuál siguió comentando otros dulces que su novio le había comprado.
— Si lo dices así; no puedo negarme —declaró dejando los palillos para concentrarse en el par—. Sobre todo si Izuku nos llevará.
— Por favor, no lo digas así —comentó el pecoso mordiéndose el labio inferior, frenando la vergüenza. Tomó una hoja blanca y se la puso al lado del Soba—. Mejor date prisa en desayunar, para que le enseñes a Eri-chan a hacer copos de nieve.
— ¡Sí! —expuso emocionada levantando un mini All Might de origami. Se lo mostró al peliverde—. ¡Deku-san, Deku-san; ya me salió!
— ¡Felicidades! ¿Ya ves? Te dije que la tercera era la vencida —aseguró Midoriya tomando la figura.
Con una sonrisa; Shoto veía la escena. Le gustaba cuando pasaban tiempo con Eri, le parecía tierno como su novio se comportaba a su alrededor. Tan feliz de enseñarle cosas nuevas, como en estos momentos; el simple arte del origami.
Terminó sus fideos, haciendo a un lado la charola con los platos vacíos. Tomó la hoja que el pecoso le había dado minutos antes y se puso a hacer la figura que pidió, sólo que se detuvo al procesar las veces que la pequeña Eri había hecho el intento para lograr hacer a All Might.
— ¿Dijiste que lo hizo dos veces y a la tercera le salió? —preguntó Shoto viendo la figura, que ahora permanecía sobre la mesa, al lado de un pino, un Santa Claus y una estrella. Midoriya asintió terminando un conejo. Frunció el entrecejo—. Yo me tarde toda la noche...
— ¡Cierto! Aún recuerdo que te terminaste dos docenas de hojas —declaró su novio asintiendo. Le miró con una pequeña sonrisa mientras palmeaba con suavidad su espalda—. Ese día diste tú mejor esfuerzo, estoy orgulloso de ti.
— Bueno, eso me hace sentir mejor —suspiró volviendo su atención a la hoja frente a él, sólo que se detuvo al sentir unos cálidos labios sobre su mejilla izquierda. Se giró para ver al causante de su repentino sonrojo. Le vio sonreír apenado.
Ambos voltearon hacia la Eri, encontrándose a la pequeña concentrada; intentando hacer una mariposa rosa.
— Aún tengo la figura —soltó de golpe el bicolor.
— ¿Qué figura? —preguntó confundido Izuku.
— El primer All Might que me ayudaste a hacer —sonrió sintiendo la mirada sobre él—. No me di por vencido porque quería llevárselo a mamá al día siguiente —le miró—. Fue a mitad de nuestro primer año escolar, cuando aún estaba internada en el hospital —bajó la vista, concentrándose en doblar el papel liso—. Ella la tiene enmarcada en la sala. Dice que fue el primer regalo que le hice.
Midoriya se encontraba sorprendido por la declaración del chico sentado al lado, sobre todo porque lo había contado con una pequeña sonrisa tan cálida que le hizo acelerar su pulso.
Se acercó hasta colocar su barbilla sobre el hombro de Shoto. Despacio comenzó a rodearlo del torso, hasta que sus manos se tocaron del otro lado. Soltó un suspiro al completar el abrazo, cerrando sus ojos al sentir como la cabeza contraria se recostaba sobre la suya.
— Eso es muy lindo, Shoto —susurró, provocando que su aliento hiciera cosquillas en el cuello de su novio—. Me hace feliz que recuerdes y guardes en tú corazón momentos como esos —se separó un poco para verle a los ojos—. Sobre todo que me los cuentes, en serio me haces cuestionarme mi suerte de tenerte.
— En ese caso; somos unos suertudos en tenernos —concluyó juntando sus narices para terminar en un beso de esquimal.
Frente a ellos, Eri los veía con una sonrisa. «Deku-san y Todoroki-san se parecen a la princesa y al príncipe de un cuento de hadas» pensó la pequeña al recordar la película de Barbie que vio el día de ayer con Nejiri. «Sólo que ellos son dos príncipes que se quieren mucho» asintió estando de acuerdo con sus pensamientos, volviendo a sus figuritas de origami.
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White Christmas || TodoDeku
FanfictionSerie de Drabbles diarios del mes de diciembre, enfocados en la pareja TodoDeku. 1.- Kotatsu. 2.- Decorar el árbol. 3.- Chocolate caliente. 4.- Casa de Jengibre. 5.- Muñeco de nieve. 6.- Chimenea. 7.- Villancicos. 8.- Cuentacuentos. 9.- Copos...