White Christmas || TodoDeku

Día 15: Regalo adelantado

Una corriente de rayos verdes atravesaba las largas calles de la Academia U.A, dirigiéndose hacia la salida. Dejando a su paso una leve capa de polvo y poca nieve que se cruzaba en los pasos del chico, que iba corriendo velozmente con una gran caja entre sus manos.

— ¿Ese era Deku-san? —preguntó Eri viendo como los rayos se perdían calle abajo.

— Sí...—suspiró cansado Aizawa. Tomó la mano de la albina—. Volvamos a dentro con Toshinori, a esperar a Mirio. No quiero estar aquí si ocurre una desgracia.

La pequeña niña le miró sin entender, pero se encogió de hombros restándole importancia al recordar que hoy le visitará el antiguo grupo de amigos, catalogados como "Los tres grandes" de la U.A.

Lejos de la Academia, Midoriya se detenía en la parada del metro. No quería que lo detuvieran por usar su Quirk sin portar traje o el uniforme de la U.A. Inhalo y exhalo varias veces para recuperar el aliento.

Al calmarse, miró la caja entre sus brazos provocando que una sonrisa se dibujara en su rostro. Había esperado este momento desde hace tiempo, sobre todo; ver la expresión que haría cierta persona al enterarse qué hay dentro.

El ruido del tren acercándose le hizo salir de sus pensamientos. Se aproximó al grupo de personas que lo esperaban. Un par de minutos más tarde, el transporte llegó abriendo sus puertas. Midoriya le dio el pase a todos quedando él al final.

No consiguió asiento, pero poco le importó al saber que faltaba cada vez menos para llegar a la casa de su novio. Cuando llegó la caja a la residencia, le había estado buscando para enseñársela, sólo que al marcarle, Shoto le comentó que el "viejo" le había entrado el espíritu navideño, y le pidió ayuda para decorar la casa.

Ante eso, Midoriya le interrumpió emocionó; diciéndole que en un momento estaría ahí y colgó antes de que el bicolor pudiera decir algo.

Volvió a mirar la caja envuelta en papel de regalo rojo con un ostentoso moño verde. El contenido era perfecto para lo que su novio y su suegro estaban haciendo ahora mismo. Sólo esperaba que al llegar no encontrará el árbol quemado o congelado.

Tiempo después, el tren se detuvo. Al bajar, comenzó a caminar hasta llegar frente a una gran casa tradicional japonesa. Shoto le esperaba en la puerta.

— Me alegro que vinieras —confesó aliviado. Se acercó con los brazos abiertos con la intención de abrazar al pecoso, solo que la gran caja se interpuso. Frunció el entrecejo viéndola—. ¿Y esto?

— ¡Un regalo! —exclamó extasiado alzando la caja hacia el bicolor—. ¡Es para ti!

— Pero aún faltan diez días para navidad —aseguró tomando la caja que aún le tendía Midoriya con una gran sonrisa y los ojos iluminados. Suspiró, su novio era tan lindo cuándo se emocionada.

— Y no te equivocas —apuntó acercándose para ponerse de puntitas y darle un beso en la mejilla. Se alejó para ver el leve sonrojo que hacía un divertido contraste con la caja de regalo. Le tomó del antebrazo —. Ven, entremos para que lo abras —pidió arrastrándolo hacia la entrada—. ¡Te va a encantar!

En el corto camino que hicieron, el bicolor no hizo otra cosa que ver la caja de regalo entre sus brazos. Preguntándose qué podría ser para estar dentro de algo tan grande. Salió de sus pensamientos para quitarse sus zapatos y volverse a calzar las pantuflas de casa. Izuku hizo lo mismo.

— ¡¿Shoto, eres tú?! —la voz de Endeavor surgió en cuanto abrieron la puerta. El bicolor rodó los ojos entrando después de Midoriya.

— ¿Quién más? —preguntó con ironía esperando a su novio que cerrara la puerta, al finalizar; siguieron el pasillo hasta la sala donde se encontraron a Enji rodeado de varias cajas con arreglos navideños. Shoto frunció su entrecejo—. Fuyumi se encuentra dando cursos de invierno en la primaria y Natsuo tiene guardia hoy —negó poniendo con cuidado la caja que le dio Izuku en una mesita japonesa sobre el tatami—. La edad te está afectando.